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Rui Costa en el FC Barcelona, historia del no fichaje

 

Rui Costa estuvo muy cerca de fichar por el FC Barcelona en tres ocasiones: los veranos de 1994 y 2003, y el invierno de 1996. En las tres ocasiones las negociaciones no acabaron fructificando por diversos motivos y el jugador acabó recalando en otros destinos a pesar de su confesa ilusión por vestir de blaugrana.

«En 1994 Laudrup se fue al Real Madrid y Cruyff me eligió a mí para sustituirle. Las negociaciones duraron cuatro meses. El Barcelona hizo las cosas mucho mejor que otros clubes, me llamó personalmente por teléfono en febrero de aquel año. Ambos clubes llegaron a un acuerdo. Ya me veía jugando en el Camp Nou cuando el Benfica se descolgó pidiendo ocho millones de dólares. Los problemas finales entre Núñez y Cruyff hicieron que acabase en la Fiorentina», confesaba el mediapunta en una entrevista concedida el diciembre de 1996 a la edición española de Don Balón, donde seguía remarcando su predilección por jugar en el Camp Nou.

 

 

El primer intento, rumbo al Dream Team

Carles Rexach se fijó en el internacional portugués Rui Costa para liderar la renovación del Dream Team tras la debacle de Atenas. Barça y Benfica comenzaron a negociar el traspaso del jugador que debía cubrir el hueco de Michael Laudrup, que ponía rumbo al Santiago Bernabéu.

A pesar de que el Barça inició los contactos con el jugador el febrero de 1994, la intromisión del Parma acabó dinamitando la operación. Tras el interés del club italiano el Benfica subió el precio del jugador, pidiendo mil millones de las antiguas pesetas, mientras que desde el Barça se aseguraba que no se pagarían más de 500, que era el precio inicial con el que el Benfica tasó al jugador. «Nuestra obligación es intentar contratar a jugadores de categoría, y Rui Costa es uno de los pocos jóvenes de gran calidad que hay en el mercado, le queremos aquí, pero no a cualquier precio», aseguraba Cruyff.

 

 

El club luso ante la presión del jugador rechazó la propuesta del Parma y descendió hasta 800 millones de pesetas sus exigencias para que el jugador pudiera vestir de blaugrana. «Yo no soy un cartón de leche, que me pueden vender por ahí. Sé que si voy al Parma será solo para ganar dinero y por obligación, en cambio, si voy al Barça jugaré con el corazón. Aunque soy muy joven, si tengo que esperar dos años para poder ser jugador azulgrana, esperaré. Sé que el Benfica está negociando a mis espaldas con el Parma, pero lo que no voy a hacer es preocuparme cada día de lo que hagan o dejen de hacer. Me voy a descansar porque no puedo aguantar esta situación y cuando me quieran decir algo ya me lo dirán».

Rui Costa, solamente dos semanas después de fotografiarse vestido de blaugrana y despidiéndose de la afición del Benfica, fichó por la Fiorentina de Italia, donde coincidiría con otro famoso descarte de Núñez, Gabriel Omar Batistuta. Al FC Barcelona acabarían llegando el rumano Gica Hagi y el croata Robert Prosinecki. El Parma por su parte, intentaría por primera vez el fichaje de Hristo Stoichkov para vengarse.

 

El intento del jugador para forzar por segunda vez su traspaso al Camp Nou

Rui Costa concedió entrevistas a diversos periódicos de la Ciudad Condal y a la revista Don Balón a finales de 1996, buscando así acercar posturas con el club blaugrana. Por aquel entonces el jugador vivía su peor etapa en la Fiorentina, donde su adaptación no fue fácil.

A pesar de que el Barcelona se puso en contacto con el club italiano, las puertas para el jugador portugués estaban totalmente cerradas en Florencia.

 

 

El tercer intento fallido

En la plenitud de su carrera, 29 años, el portugués fichó por el AC Milan, donde nunca fue indiscutible en las alineaciones de Ancelotti, aunque se convirtió en uno de los jugadores más utilizados en sus dos primeras campañas para, después, con la irrupción de Kaká, ir viendo cómo su protagonismo en San Siro se iba desvaneciendo.

A finales de junio de 2003 el FC Barcelona se volvió a interesar por el crack portugués, y el AC Milan incluso aceptó un intercambio de jugadores, siendo Motta el favorito para el trueque. Pero finalmente la operación no acabó sucediendo.