El FC Barcelona – Brasil disputado un 28 de abril de 1999 en el Camp Nou, permanece en la memoria de los aficionados al fútbol a pesar de su condición de amistoso. El motivo de la visita de la absoluta canarinha dirigida por Wanderley Luxemburgo con un terrible tridente formado por Rivaldo y la dupla Ro-Ro (Romário y Ronaldo, que volvía al Camp Nou tras su fichaje con el Inter) en sus filas, se debió a la celebración del centenario del club culé.
Antes del partido saltaban 270 ex jugadores del primer equipo al césped desde donde saludaban emocionados, algunos con lágrimas en los ojos, a los más de 80.000 aficionados que se habían citado en el campo para presenciar este histórico partido.
El partido fue una sucesión de detalles, de magníficos detalles, un encuentro repleto de apuntes de calidad en ambas escuadras. La rutilante figura de las estrellas brasileñas, con el color oro en su uniforme, brilló con todo su esplendor, especialmente su pareja de atacantes, Ronaldo y Romário, dos jugadores de excepción que eran capaces de llenar por sí mismos el cartel del mejor partido de fútbol.
La jugada del primer gol del partido (minuto 28) resumió el espíritu de la selección ‘canarinha’, una acción entre el dúo ‘Ro-Ro’ que merece estar guardada en toda buena videoteca futbolística que se precie. Ronaldo dejó pasar un balón para que lo recibiera Romário (jugador del Flamengo por aquel entonces), que controló y asistió sin mirar al interista, que amagó, regateado a Hesp y marcó a puerta vacía. El Camp Nou se rindió ante Ronaldo que, como ya hizo en su despedida como jugador barcelonista ante el Deportivo, volvió a marcar.
A la selección brasileña le costó entrar en juego. La maquinaria barcelonista, un juego sobrio que imponía sus automatismos sin muchas emociones, le impidió el lucimiento de inicio, pero después la fantasía ganó la partida durante algunos minutos.
El primer empate del Barcelona, obra de Luis Enrique, dio paso a los mejores minutos de Brasil. Participó más en el juego Vitor Borba ‘Rivaldo’, que actuó en una posición más centrada que en el Barça, y sus conexiones con la Ro-Ro permitieron el 1-2, obra del barcelonista tras un magnífico disparo.
Las sutilezas continuaron en la segunda mitad. Ronaldo encandiló con una jugada de fantasía que acabó con un penalti no pitado de Reiziger, y Romário se la jugó un uno-contra-uno ante Frank de Boer con autopase incluido.
Pero el FC Barcelona también mostró sus armas, especialmente Luis Figo, que protagonizó brillantes acciones ante el madridista Roberto Carlos, en uno de los duelos calientes de la noche. El empate del equipo de Louis van Gaal, quien por cierto estrenaba un dispositivo táctico de 3-3-3-1, un esquema que impondría en el futuro, llegó después de una falta lanzada por Figo que no acertó a despejar el meta brasileño de lo cual se aprovechó Cocu para cerrar el marcador (2-2).
En la recta final del partido, el juego lo impuso el FC Barcelona que tuvo ocasiones para ganar el partido, ya que incluso el árbitro anuló un gol legal a Anderson. Sin embargo, el resultado fue lo de menos, aunque unos y otros buscaron con ahínco la victoria. Al final, el espectáculo se impuso en la centenaria fiesta barcelonista.
FC Barcelona: Van Gaal formó con Hesp (Arnau, min 46); Reizeger (Navidad, min 79), Abelardo, F. de Boer, Sergi; Luis Enrique, Guardiola (Xavi, min 46), Cocu (Roger, min 64); Figo, Kluivert (Anderson, min 46) y Zenden.
Brasil: Rogerio Ceni; Zé Maria (Rogerio Fidelis, min 69), Odvan, Scheidt, Roberto Carlos; Flavio; Emerson, Amoroso (Giovanni, min 68), Rivaldo; Romário y Ronaldo.
