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Alfonso Pérez en el Real Betis Balompie

 

Alfonso Pérez Muñoz, conocido como «El Mago de las Botas Blancas», dejó una imborrable huella en el corazón y memoria de los aficionados béticos que lo disfrutaron en dos etapas distintas al ritmo del cántico “qué bonitos, qué bonitos, son los goles de Alfonsito”.

Con la elástica verdiblanca, el exinternacional español disputó un total de 198 encuentros, anotando un total de 69 goles, repartidos entre la Copa de la UEFA, LaLiga Santander, la Copa del Rey y la Recopa de Europa. Inolvidable su rendimiento durante la temporada 96/97, en la que acumuló un total de 25 dianas.

 

 

Su influencia en el fútbol español de los 90 fue tal que la marca deportiva Joma creó un modelo de botas llamado Joma Alfonso de color blanco, que conquistó rápidamente el mercado. Las estrenó para principios de noviembre de 1996, y se convirtieron en un símbolo inseparable para el delantero de Getafe.

«Eran de piel de canguro, supercómodas. Solamente variaba el color. Era el único que las llevaba y resaltaba en cualquier jugada, en cualquier repetición de la tele. Mis abuelas, que veían mis partidos, enseguida detectaban dónde estaba. Para mí, lo peor fueron ciertas críticas de algunos periodistas. Además, a Javier Clemente, el seleccionador, no le hacían ni pizca de gracia y me decía en plan jocoso que los defensas me veían más de refilón cuando cogía el balón. Pero seguí con esa apuesta personal de llevarlas; estaba cómodo. Joma apostó por mí desde muy joven y fuimos juntos hasta que acabé mi carrera», apunta el exjugador bético.

 

 

En su primera etapa llegó cedido en 1995 por el Real Madrid, y al año siguiente los de Heliópolis se hicieron con su fichaje. En su segunda temporada, la 1996/97, marcó 25 goles, siendo el máximo goleador liguero, solo siendo superado por el brasileño Ronaldo, convirtiéndose además en el jugador verdiblanco con más goles en una temporada de Liga. Entre 1995 y 2000, se convirtió en el jugador de referencia del conjunto bético, disputando 152 partidos y anotando 57 goles.

En 2000, y tras una destacada actuación con España en la Eurocopa de ese verano, fue fichado por el FC Barcelona, en un traspaso de alrededor de 20 millones de euros. Ya previamente, el club azulgrana intentó su contratación para la temporada 1997/98, tras la marcha al Inter de Milán de Ronaldo, pero la predilección de Louis Van Gaal por Sonny Anderson truncó su traspaso.

 

 

Su vuelta se dio para la temporada 2002-2003, otra vez en formato cesión y posterior compra. Con el conjunto verdiblanco disputó sus tres últimas temporadas como profesional, antes de retirarse a la conclusión de la campaña 2004-2005, tras la consecución de la Copa del Rey. En esta segunda etapa disputó 45 partidos, anotando 10 goles.​ Con 69 goles en Liga, es el tercer máximo goleador de la historia del Real Betis, en Primera División, tras Rubén Castro y Poli Rincón.

«Solo es fútbol. Mucha gente se extraña al verme mal después de un partido y me dicen: «es solo fútbol». No son conscientes de lo que significa para mí este escudo. Es el causante de los mejores momentos de mi vida, también de los peores. Qué sabrán ellos de esto: no es un equipo, es mi familia; no es un escudo, es mi religión. Es tener a una persona cerca, solo con saber que está en el tercer anillo y que anima con nosotros. Gracias papá, gracias abuelo… por hacerme heredar este sentimiento, no te lo podré pagar nunca. Y si alguna vez te lo dicen, sonríe porque no saben de qué hablan, disfruta de ser bético», confesó el jugador.