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Maradona & Stoichkov, una amistad pasional

 

Diego Armando Maradona y Hristo Stoichkov nunca llegaron a jugador juntos en el mismo equipo en partido oficial, a pesar de que estuvieron cerca de hacerlo en 1996 en Boca Juniors, pero mantuvieron una gran amistad hasta el año 2016, cuando empezaron a distanciarse. Hristo fue parte del partido de despedida del argentino en la Bombonera en 2001, pero 15 años después su amigo Diego no le correspondió haciendo lo mismo por él en el «50 años número 8». Aquella fue la última vez que tuvieron contacto y todo cambió, siempre que Stoichkov intentaba contactar con el astro argentino le decían que «estaba durmiendo o descansando», explicó el búlgaro.

«Con Maradona perdí un gran amigo, se perdió él. Más allá de las cosas extradeportivas, le tengo cariño. Tienes una amistad tan grande y se rompe y te salen las lágrimas. Me quedo con los recuerdos, las fotos, cuando fui a su casa a Sevilla, a su homenaje, a Buenos Aires… con las cosas positivas. Es mejor quedarse con el recuerdo de Diego como futbolista. No soy de criticar las cosas que no me corresponden. Dio mucho que hablar en el fútbol. Diego se perdió, yo no. Uno pasa por cosas irreales en la vida. Siempre lo voy a querer, pero no como antes. Mejor dejarlo así. Años más tarde entendí la razón por la cual no asistió a mi homenaje y lo perdoné porque vi las lágrimas en sus ojos. Le dije entonces que mi familia siempre lo querría. Sentí tristeza en su voz. Lo perdoné porque un amigo siempre está perdonado. Las puertas de mi casa siempre le han estado abiertas para él. Nuestro respeto y nuestro amor no se romperá. Siempre permanecerá en mi corazón. Hay muchos recuerdos con Diego y eso es importante» confesó el ex Balón de Oro.

 

 

El 10 de junio de 2014 el búlgaro y el argentino compartieron grandes momentos en el programa De Zurda, conducido por el propio Diego, y el astro argentino le dedicó unas emotivas y contundentes palabras recordando que ya eran muy pocos los amigos que tenía. “Me sobran los dedos de esta mano (mano derecha señala). Cuando jugaba tenía una mano arriba de la otra, porque se olvidan. Sin embargo, sabes lo que debía decir yo, que yo no me olvido de vos y sos mi amigo y esto es eterno, es para toda la vida, nosotros no somos comprables, tenemos una amistad verdadera y que va a ser hasta el último suspiro”.

 

 

Rivales en tan solo un partido oficial, pero nunca compañeros de vestuario

El Pelusa se enfrentó a lo largo de su carrera a la selección de Bulgaria en 4 ocasiones, pero nunca con Hristo Stoichkov vistiendo la camiseta de la absoluta de su país: tres en el Monumental, en 1979, 1980 y 1982, con victorias 2-1, 2-0 y 2-1 respectivamente, y la última tuvo lugar en el Mundial de 1986, en el último partido del Grupo A, con triunfo argentino por 2-0 en el Estadio Universitario de la Ciudad de México, con goles de Valdano y Burruchaga. Justamente, ese Mundial inolvidable tiene otra relación con un búlgaro: Bogdan Dochev fue el árbitro asistente (juez de línea) en el partido ante Inglaterra y quedó como uno de los apuntados por no ver la Mano de Dios en el 1-0 parcial. Dochev, tiempo después, dijo que vio el toque de pelota con el puño del mejor del mundo, pero en ese momento no habló. El quinto encuentro de Maradona vs Bulgaria podría haberse dado en el Mundial de 1994 al coincidir en el mismo grupo, pero los búlgaros, con Stoichkov a la cabeza, se quedaron con las ganas de jugar contra El Pelusa. En el encuentro anterior, contra Nigeria, Maradona dio positivo en el control del doping y allí se acabó su participación. Los europeos vencieron 2-0 y llegaron hasta las semifinales por primera y única vez de su historia. Por suerte, los aficionados al fútbol tuvieron la suerte de ver el enfrentamiento entre Hristo y Diego la temporada 1992-1993, en un Sevilla FC – FC Barcelona de Primera División, que acabó con empate a 0.

 

 

En 1998, Argentina recibió a Bulgaria en el estadio de Vélez, y Diego, ya retirado del fútbol, decidió ir a sorprender a su amigo Hristo al hotel y hasta él mismo le tocó el timbre de su habitación. Cuentan que Georgi Ivanov, compañero de habitación de Stoichkov, abrió la puerta y casi se desmayó cuando vio a Maradona. No hay que olvidar que dos años antes de aquella visita a Argentina, el búlgaro estuvo en la órbita de Boca Juniors gracias al propio Diego, «tuve la posibilidad de jugar en Boca hace muchos años y no se supo nunca. Al final no acabó contactando conmigo ningún directivo. Tengo buenos recuerdos y grandes amigos en Argentina. Después del Barcelona tuve esa oportunidad, pero elegí venir a Estados Unidos con mi familia».

 

 

Confesión de amor tras la muerte del 10

«Diego hizo feliz a mucha gente y yo estoy entre ellos. Mis primeros recuerdos más vívidos son del Mundial de 1986. No puedo evitar recordar cómo nos conocimos en Barcelona. Tuvimos el mismo agente en ese momento, Josep Maria Minguella. ¡Nuestra amistad no se compra! En la vida los dos nos equivocamos, pero siempre encontramos un lenguaje común. Para mí, Diego sigue siendo mi amigo. Recuerdo el gran corazón que él tenía. Diego nunca olvidó de dónde venía. Siempre ayudó a mucha gente, a muchos niños. Diga lo que diga ahora, no hay forma de que Diego pueda volver… No hay forma de que pueda abrazarlo de nuevo. Me siento culpable por no separarlo de los buitres. Siempre digo que son buitres… Culpable de no insistir tanto yo, por la amistad que yo tenía. A veces me siento en casa y pienso «¿no podías hacer algo?». Me siento un poco culpable. Me daba rabia ver a esos que estaban con traje y corbata… Creo que Dios hizo todo lo posible para llevarlo arriba. Y Dios vio que Diego no podía seguir sufriendo así y lo llevó a casa en paz. Es un verdadero amigo para mí. Un amigo sin fronteras» detalló el ex del Barça. «Nunca se distanció de sus amigos», añade Stoichkov sobre Maradona, pese a los intentos de todos esos «buitres» que le «hicieron sentir solo», recuerda.

 

 

La muerta de Maradona el 25 de noviembre de 2020 conmocionó al mundo del fútbol y a toda Argentina y, desde entonces, las disputas por la herencia y los intentos de esclarecer las causas de la muerte siguen en el foco de la información dos años después del adiós a uno de los iconos del deporte más grandes de todos los tiempos.

Tsanko, hermano de Stoichkov, fue uno de los testimonios privilegiados de aquella relación de amistad y no olvidará jamás la primera vez que vio al astro argentino, cuando visitó junto a sus padres y su hermano la casa de Maradona en Sevilla. «Fuimos a Sevilla con nuestros padres y estuvimos unos días allí. Dormimos en la casa de Diego. Solo lo abracé y lo besé. ¡Yo, un chico de 13 años, no podría estar más feliz!», afirma. El segundo encuentro fue antes de disputar un encuentro amistoso entre Europa XI y el Resto del Mundo. El día de antes de la disputa del mismo, Hristo fue junto a su hermano y su padre al hotel donde se alojaba Maradona. «A Diego lo abracé y le dije cuánto lo amo. Y lloré todo el tiempo. Mi hermano, que estaba traduciendo al español, también lloró cuando vio mi emoción», comenta Tsanko.