Boca Juniors se convirtió en 1925 en el primer club de fútbol argentino en disputar una gira europea. Jugó en España (13 partidos), Alemania (5 partidos) y Francia (1 partido), ganando 15 encuentros, perdiendo 3 y empatando el restante, convirtiendo 40 goles a favor y recibiendo 16 en contra. El máximo goleador de aquella gira fue Manuel Seoane, cedido por El Porvenir especialmente para la misma, quien marcó 12 goles y disputó 16 partidos.
El viaje se inició el 4 de febrero de 1925, y acabó el 12 de julio con la llegada de los xeneixes a Buenos Aires. Allí fueron recibidos como héroes por una multitud que esperaba su regreso. Durante todo el viaje el equipo fue acompañado por un fanático boquense llamado Victoriano Caffarena, que financió parte de la gira y ayudó al plantel haciendo de masajista y utilero. Caffarena fue reconocido como Jugador Número 12, designación que desde entonces se adoptaría para la hinchada de Boca.
Un viaje histórico
En la Asociación Argentina de Fútbol surgió la idea de enviar un representativo nacional a Europa, luego de la gran sensación que habían causado los uruguayos en los Juegos Olímpicos de 1924. Al no lograr un acuerdo, fueron los dirigentes de Boca quienes ofrecieron mandar a su plantel a dicho emprendimiento. De esta manera, la Asociación autorizó al club a postergar sus partidos por el campeonato, para emprender su gira europea, un año después, en 1925.
La gira fue organizada por tres representantes de la colectividad española: Zapater, Isasmendi e Ibáñez, quienes se convirtieron en los primeros empresarios que tuvo el fútbol argentino. Para aquella ocasión, Boca debió pagar 10 pesos moneda nacional por cada jugador como viático. Finalmente, el día 4 de febrero de 1925, el plantel se embarcó hacia Europa a bordo del dique Formosa, el plantel fue despedido de forma cariñosa y tumultuosa por los hinchas que se juntaron en las cercanías del puerto. Después de veintidós días en alta mar, llegaron al destino inicial: Vigo.
La delegación boquense estuvo encabezada por el vicepresidente Adelio Cariboni y el secretario Vicente Decap. El plantel estaba compuesto por Américo Tesoriere, Ludovico Bidoglio, Ramón Muttis, Segundo Médici, Alfredo Elli, Mario Busso, Domingo Tarasconi, Antonio Cerroti, Dante Pertini, Carmelo Pozzo, Carlos Antraygues y Alfredo Garasini. Además, viajaron junto a ellos cinco refuerzos cedidos por distintos conjuntos argentinos; ellos eran Manuel Seoane (El Porvenir), Cesáreo Onzari (Huracán), Luis Vaccaro (Argentinos Juniors), Octavio Díaz (Rosario Central) y Roberto Cochrane (Tiro Federal de Rosario). Cabe aclarar que los equipos europeos también se reforzaron con jugadores de otros clubes para recibir a Boca. La dirigencia técnica del equipo estuvo a cargo de los jugadores Tarasconi y Elli, este último capitán del equipo.
España
El partido inaugural de la gira europea tuvo lugar el 5 de marzo contra el Celta de Vigo ante 25.000 espectadores. A los dos minutos de juego, Antonio Cerroti marcó el primer tanto del partido, convirtiéndose en el primer futbolista argentino en marcar un gol en Europa. Tal era la expectativa en este partido, que durante el primer tiempo, el techo de una fábrica vecina donde se habían ubicado trabajadores para ver el encuentro se desplomó, produciendo dos muertos y 26 heridos.
Por esta razón el partido estuvo suspendido por 16 minutos. Finalmente, se continuó el partido y Boca logró ganar en su debut por 3 a 1. Tres días más tarde se jugó la revancha en la cual el conjunto español se impuso por 3 a 1 con dos goles de penal.
Posteriormente, el club viajó a La Coruña para disputar dos encuentros ante el Deportivo La Coruña, reforzado con jugadores del Racing Club de Ferrol, el 12 y el 15 de marzo respectivamente. El primer partido lo ganó 3 a 0 con la peculiaridad de que a los 25 minutos del segundo tiempo el arquero de Boca Tasoriere desvió un penal, siendo el primero atajado en Europa por un jugador argentino. En el partido de revancha, Boca volvió a imponerse, esta vez por 1 a 0.
Tras estas victorias, Boca visitó Madrid, donde el 19 de marzo derrotó al Atlético Madrid por 2 a 1 y tres días más tarde al Real Madrid F. C. por 1 a 0. En este último partido se destacó la figura del rey Alfonso XIII, que observó el partido desde un palco junto a su hijo el Príncipe de Asturias. A los 10 minutos de juego, el árbitro detuvo el partido para que los jugadores los saludaran. El último partido en Madrid fue una victoria 1 a 0 contra la Sociedad Gimnástica, en la cual Vaccaro fue lesionado, por lo que se perdería los siguientes partidos.
Al viajar a Bilbao, Boca sufrió dos derrotas: 4 a 0 ante el Real Unión de Irún y 4 a 2 ante el Athletic Club. En este último partido, a los 15 minutos del segundo tiempo, los jugadores se retiraron del campo como protesta ante un penal mal cobrado. Al rato volvieron para clausurar el encuentro que sería la última derrota de la gira.10 La gira por España continuó en Pamplona, donde Boca derrotó al Osasuna por 1 a 0 y finalizó en Barcelona, donde venció en dos oportunidades al Deportivo Espanyol (1-0 y 3-0) y a un combinado catalán por 2 a 0.
Alemania y Francia
Después de su paso por España, Boca tenía planeado seguir la gira por Francia. Sin embargo, las dos derrotas consecutivas ante el Real Unión de Irún y el Athletic Bilbao hicieron que los organizadores franceses dieran marcha atrás en su decisión, por lo que el plantel viajó a Múnich, Alemania. Allí jugó el 9 de mayo obteniendo un meritorio empate ante el Bayern de Múnich. La gira continuó por Berlín, donde derrotó al Nord West por 3 a 0. Días más tarde, en Leipzig, el club obtuvo la máxima goleada de la gira venciendo al Spielvereinigung por 7 a 0 con goles de Tarasconi, Cerroti (2), Onzari, Pozzo (2) y Garasini. Finalmente, en Fráncfort terminó su gira por Alemania imponiéndose por 2 a 0 ante el Combinado de esa ciudad y ante el Eintracht Frankfurt por el mismo resultado.
Los buenos resultados obtenidos en Alemania, que les valieron a los xeneizes el apodo de «Malabaristas del Fútbol», hicieron que los franceses reconsideraran jugar un amistoso contra Boca. Y así fue, pues Boca cerró su exitosa gira en tierras galas el 7 de junio imponiéndose ante el Combinado de París por 4 a 2 con una destacada actuación de Seoane que anotó tres goles.
Tras la llegada a Buenos Aires, la Asociación Argentina de Football no se quedó al margen y les entregó la Copa de Honor, en reconocimiento del logro alcanzado en Europa. Después de aquella pionera gira, los jugadores cedidos regresaron a sus respectivos clubes y, al año siguiente, el plantel de Boca volvió a jugar normalmente el torneo de primera división local, en el que se consagró como campeón invicto.