Bochini y Maradona, dos de los futbolistas más talentosos de la historia de Argentina, dos auténticos número 10. El primero, el ídolo del segundo, dos leyendas del deporte rey que nos regalaron tantísimas tardes de gloria y jugadas irrepetibles.
Ricardo era el ídolo futbolístico de Diego, quien iba a ver a Independiente solo por él y hasta llegó a decir que era hincha del Rojo para lograr compartir una cena. Incluso, aunque la leyenda del club de Avellaneda asegura no haberlo escuchado, hay un mito que dice que cuando ingresó a jugar los últimos minutos en las semifinales del Mundial 86, ante Bélgica, el Diez le dijo “pase, maestro, lo estábamos esperando”.
Pero, ¿cuántos partidos llegaron a coincidir en el mismo equipo, ídolo y discípulo? A continuación lo desvelamos.
La primera ocasión
El 15 de agosto de 1979, el equipo de la Paternal celebraba sus 75 años en el estadio de Vélez ante Talleres de Córdoba. Los cordobeses llegaban con sus figuras, pero los de la Paternal se reforzaron con estrellas de otros equipos de Buenos Aires.
El equipo de Delem formó con: Gatti; Carrizo, Pellerano, Wolff (ingresó D´Angelo)y Minuti; Bochini, Magalhaes y Domenech; Maradona, Finaroli y Molnar (Saggiorato). Los once de Saporiti fueron: Guibaudo; Ocaño, Oviedo, Binello (Pavón) y Tarantini; Reinaldi, Ludueña y Valencia; Boccanelli, Bravo y Guerini. El árbitro fue Ricardo Calabria.
Victoria final de 5-4 a favor de Argentinos Juniors.
Argentina – México, en Los Ángeles
El 14 de noviembre de 1985 volvieron a coincidir en un partido amistoso (ambos lo jugaron completo) que acabó en empate en un tanto (Maradona hizo el gol). En ese partido hicieron su debut en el equipo nacional Sergio Batista y Claudio Borghi.
México – Argentina, en el «Coloso de Maravillas»
Maradona y Bochini volvieron a coincidir hasta 46 minutos sobre el terreno de juego ante México, aquella segunda vez en el estadio del Puebla, en un partido que volvió a terminar con empate a uno.
Semifinales del Mundial de México de 1986
La última vez juntos y, quizás, la más trascendente. Fue el miércoles 25 de junio de 1986 durante las semifinales de la Copa del Mundo. Bochini tuvo su merecido debut en un Mundial y Diego se dio el gusto de jugar un rato con su ídolo de la infancia. «Cuando vi que entraba Bochini, me pareció que tocaba el cielo con las manos, por eso lo primero que hice fue tirar una pared con él. En ese momento sentí que estaba tirando una pared con Dios», recordaba Diego posteriormente.
