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Dennis Bergkamp en el Football Club Internazionale Milano

 

Dennis Bergkamp llegó a la Serie A con 24 años para jugar con el FC Internazionale Milano tras ser nombrado futbolista del año en los Países Bajos en 1992 y 1993, y marcar 122 goles en 239 partidos con el Ajax. «El club cumple con todas mis demandas. Lo más importante para mí es el estadio, la afición y el estilo de juego».

 

 

Era considerado como el mejor delantero europeo del futuro tras una gran actuación en la Eurocopa de 1992, y llegó a un acuerdo con el Inter de Milán para tres temporadas. La operación fue cifrada en 50 millones de florines, y fue la mayor de la historia del fútbol europeo. El contrato del futbolista con el Ajax expiraba el julio de 1995.

 

 

La Juventus FC, el FC Barcelona y el Real Madrid se quedaron sin el jugador europeo de mayor proyección. Dennis Nicolaas Maria Bergkamp no llegó solo a Milán, puesto que en la operación iba incluido el centrocampista Wim Jonk de 26 años, cuatro veces internacional e íntimo amigo de Bergkamp. Con estos fichajes, el Inter intentaba romper el monopolio del Milan de Silvio Berlusconi, que hasta aquel entonces acaparaba lo mejor del mercado europeo, e incluso mundial.

 

 

Asimismo, el traspaso puso de manifiesto la precariedad económica de los clubes españoles a la hora de luchar por los mejores jugadores. Ni el Real Madrid ni el Barcelona estaban en condiciones de pagar la suma ofrecida por el Inter, que tiró la casa por la ventana al desembolsar una cantidad muy similar a la que pagó el Milan por el delantero Gianluigi Lentini o la Juventus por Gianluca Vialli.

 

 

Tras la contratación de Dennis Bergkamp y Wim Jonk, el Inter dispuso de cinco extranjeros en la plantilla. Los otros tres eran el uruguayo Rubén Sosa, el ruso Ígor Shalímov y el serbio Darko Pančev. El conjunto milanés era segundo en la Liga, a nueve puntos del AC Milan. Según explicó Rob Jansen, representante de Bergkamp, las negociaciones con la Juventus se rompieron en el último momento, y a partir de aquel entonces «comenzamos a negociar con los representantes del Inter».

 

 

Bergkamp, por su parte, no se mostró muy explícito. «Aunque soy joven, he meditado mucho antes de dar este paso. Creo que ya ha llegado el momento para desarrollar mi juego en otro país», explicó. Sobre el interés del Barça, aseguró: «En los últimos meses, el Barcelona estaba muy interesado en negociar mi traspaso. Sin embargo, he preferido ir al Inter de Milán porque allí puedo hacerme mejor un nombre que en un club con tantas figuras».

 

 

Dennis Bergkamp era hasta aquel momento el máximo goleador de la liga holandesa. Las dos últimas temporadas acabó ostentando el mismo honor. Estaba considerado como el heredero natural de Van Basten, que también surgió del Ajax, por tener un estilo de juego muy similar. Su fichaje estuvo considerado como la operación de futuro más importante del fútbol europeo.

 

 

«En Italia ganará por lo menos cinco veces más que en Holanda», señalaban fuentes del Ajax, que no quisieron revelar nunca el dinero que percibió el club ni tampoco el jugador, aunque se barajaba la cifra de 1.200 millones por tres años.

 

Una trayectoria neroazurri brillante y pésima a la vez, con el acoso permanente de la prensa

Dennis Bergkamp en su primera temporada como neroazurri formó parte de un tridente de ataque temible pero ineficaz junto a Salvatore Schillachi y Rubén Sosa. El entrenador del Inter, Osvaldo Bagnoli, no tardó en hacer retoques en el equipo y la presión empezó a aumentar a medida que los resultados se volvían en contra del Inter.

 

 

La trayectoria del Inter en la liga cayó en picado a mitad de temporada, lo que culminó con la destitución de Bagnoli, que fue sustituido por el campeón del mundo de 1982, Gianpiero Marini. El Inter terminó en un sorprendente 13.º puesto en la temporada 1993/94, solo un punto por encima del descenso, pero para Bergkamp no todo fue malo.

 

 

En la escena europea, el Inter consiguió ganar la Copa de la UEFA, venciendo al Austria Salzburgo a doble partido, y Bergkamp fue nombrado mejor jugador del torneo gracias a sus ocho goles en el camino del Inter hacia la gloria. A pesar de un comienzo difícil en la Serie A, Bergkamp marcó 18 goles en todas las competiciones, y muchos aficionados nerazzurri tenían la esperanza de que el equipo siguiera adelante. Sin embargo, la siguiente campaña fue un desastre para el delantero holandés, que empezó a convertirse en objetivo de los medios de comunicación italianos cuando el Inter se tambaleaba.

 

 

Ottavio Bianchi se hizo cargo del banquillo en la campaña 1994/95 y la forma en que el Inter se desenvolvía en la liga mejoró mínimamente. Bergkamp venía de un verano de Copa del Mundo con varias lesiones persistentes y le costó entrar en la alineación titular. Los medios de comunicación empezaron a especular sobre su futuro y lo señalaron por parecer retraído en el campo y criticaron su falta de voluntad para participar en las entrevistas posteriores a los partidos.

Tras una serie de malas actuaciones, los medios de comunicación empezaron a etiquetarlo como «burro», y una publicación rebautizó su premio «burro de la semana» al peor jugador de esa jornada como «Bergkamp de la semana». El Inter se recuperó y terminó la temporada en la sexta posición, pero no consiguió retener la Copa de la UEFA. En el plano personal, Bergkamp solamente marcó cinco goles en la liga, lo que hizo que se cuestionara su futuro.

 

 

El verano de 1995, Massimo Moratti completó su adquisición del club y llevó a cabo su visión de reestructurar totalmente el club. Moratti realizó numerosos cambios en el cuerpo técnico y en la plantilla de jugadores, y Dennis fue uno de ellos. El Inter vendió al holandés al Arsenal inglés por 7,5 millones de libras, sacando provecho de un jugador que consideraban sobrante. Si Bergkamp hubiera sido un hombre de la confianza de Moratti, podría haber conseguido un año más para demostrar su valía en Milán, pero desgraciadamente no fue así.