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«El Burrito» Ortega en el Valencia Club de Fútbol

 

Ariel Arnaldo «El Burrito» Ortega en el Valencia CF protagonizó una historia breve, aunque intensa en la capital del Túria. El desborde y el regate a una velocidad endiablada del mediapunta argentino, ilusionó a todo Mestalla, que tan solo pudo disfrutarlo 29 partidos y 9 goles.

«En la ciudad me trataban bárbaro, la gente me quería, me trataban diez puntos. Hay pocos lugares tan lindos como España. Pero iba a entrenar y me trataban como una basura. Se fue Valdano, llegó Ranieri y cambió todo».

 

 

La llegada del «sustituto» de Maradona en la albiceleste

Las decepciones de la campaña 1996-1997 despertaron las prisas del Valencia para diseñar un gran equipo de cara a la siguiente temporada, costara lo que costara. Y en ese empeño se marchó el presidente del club, Francisco Roig, a América, donde cerró en Río de Janeiro el fichaje del medio punta argentino Ariel «El Burrito» Ortega. El Valencia abonó al River Plate cerca de 1.300 millones de pesetas por el traspaso, lo que le convirtió en el fichaje más caro de la historia del fútbol argentino hasta aquella fecha. El club valenciano consiguió que Ortega firmara por las próximas cinco temporadas.

 

 

Pudo fichar fuera de la ventana del mercado de invierno aprovechando la baja federativa del capitán Camarasa, lesionado con una rotura del tendón de Aquiles. «Es un jugador capaz de desequilibrar, que destaca por el regate y que cambia muy bien de velocidad. Puede aclarar mucho el juego en el centro del campo», dijo el delantero valencianista Claudio López de su compatriota.

 

 

Orteguita, que cumplía 23 años el día 4 de marzo de 1997, era el 10 indiscutible de la selección que dirigía Daniel Passarella. Era uno de los jugadores predilectos del seleccionador. Lo era también para gran parte de la afición argentina, que llegó a considerarlo en su día como el sucesor de Maradona. Pasado el tiempo, se vio que no era para tanto, aunque su temporada en River Plate estaba siendo sublime. Con todo, algunos aficionados che recelaban de su alambicado estilo: gambeteos, amagos y regates múltiples.

Pese a ello, Valdano confió en aquel chico de origen humilde nacido en Jujuy, una provincia pobre del norte, fronteriza con Bolivia. A partir de su talento, el técnico hispano-argentino esperaba armar el Valencia del próximo ejercicio. En ese equipo, Valdano había planeado también la presencia del exterior izquierdo del Espanyol Jordi Lardín, que ya había acordado su ingreso en el club valenciano para la siguiente campaña, aunque finalmente no se dio por el precio excesivo del jugador.

En aquella época el presidente Roig tiene muchos frentes abiertos, a fin de concederle a Valdano todos sus deseos. En ese empeño también estaba la contratación del interior zurdo del São Paulo Denílson de Oliveira, de 19 años, y uno de las grandes joyas brasileñas que todavía permanecían en su país de origen. Como todos sabemos, Denílson acabó en el Real Betis Balompié.

 

 

Un crack díscolo en Mestalla

Ariel Ortega llegó cuándo el equipo che navegaba en mitad de la tabla y tenía muy difícil continuar en la Copa de la UEFA, por lo que el entonces presidente, Francisco Roig (quien cumpliría esa semana tres años al frente del club), buscó soluciones en el mercado. Ortega, mundialista en USA 94, era una de las grandes promesas del fútbol argentino y estaba llamado a liderar a la selección albiceleste tras la salida de Diego Armando Maradona de la albiceleste. Su llegada a Valencia desde River Plate estuvo avalada por Jorge Valdano, quien soñaba con montar un equipo en Mestalla que reuniera a muchos jugadores de talento. Ortega llegó el marzo de 1997, y pocos meses después regresaría Romário, aunque aquel proyecto ilusionante naufragaría muy pronto.

 

 

Su debut tuvo lugar el 8 de marzo de 1997 y estuvo acertado de cara a gol, ya que marcó dos tantos y ayudó al Valencia de Valdano a ganar 4-2 contra el Sevilla. Hasta el último momento se especuló con la posibilidad de que no pudiera ser alineado, ya que poco antes había sido sancionado en Argentina, pero finalmente sí pudo hacerlo. «Mestalla se merecía a un jugador como Ortega» aseguraba Jorge Valdano. El argentino hizo un buen final de temporada, pero con la salida de Valdano comenzaron los problemas a pesar de sus 12 partidos y 7 goles.

 

 

Claudio Ranieri contó poco con él, aunque antes de abandonar Mestalla tuvo algún otro momento glorioso como el gol marcado en el Camp Nou en la histórica remontada de tres tantos que el Valencia firmó en enero de 1998. Al finalizar la temporada 1997-1998, y dado que no entraba en los planes de Ranieri, Ariel Ortega fue traspasado a la Sampdoria italiana por 2,6 millones de euros.