6 de enero de 1989, Gabriel Omar Batistuta es cedido por Newell’s Old Boys a préstamo al Club Sportivo Italiano para jugar en Italia, entre el 25 de enero al 6 de febrero, la 41.ª edición de la Copa Carnevale.
El Club Sportivo Italiano es un club de fútbol de la República Argentina fundado el 7 de mayo de 1955 por Ettore Rossi. Su estadio, el República de Italia se encuentra ubicado en Ciudad Evita. Aunque actualmente juega en la Primera C, cuarta división del fútbol argentino para los equipos directamente afiliados a la AFA, la temporada 1986-1987 llegó a disputar la Primera División argentina.
Viareggio, cuna de grandes promesas
El Torneo de Viareggio o Copa Carnavale (oficialmente Torneo Mondiale Giovanile di Calcio Coppa Carnevale) es uno de los torneos de fútbol más importantes del mundo para jugadores sub-21, que se disputa desde 1949 en la ciudad de Viareggio, Italia. Su mayor campeón es el AC Milan con 9 campeonatos y 7 subcampeonatos, seguido de la Juventus y la Fiorentina.
En 1989 el torneo contó con la presencia del Club Sportivo Italiano, que para aquella ocasión consiguió el préstamo de varios jugadores jóvenes que prometían: Gabriel Batistuta, Darío Franco y Marcelo Pereyra, de Newell’s, a Osvaldo Rizzo de Aldosivi de Mar del Plata, Hugo Casajous, de Deportivo Español, y Diego López Maradona, el sobrino de Diego, que jugaba en Argentinos.
Osvaldo Crosta fue el técnico del equipo en el que jugaban mayoritariamente jugadores de las inferiores de Italiano, como Adrián Stumbo, Oscar Arévalo, Mario Ernesto Delgado, Ariel Alcaraz, Adrián Alvarez y Luis Norberto Sosa, entre otros. Italiano debutó con un empate en cero frente al Milan. En la segunda fecha, goleó 4-0 a CSKA de Sofía, Bulgaria, con tres goles de Batistuta y uno de Marcelo Pereyra. En la última fecha empató 0 a 0 con Napoli y se clasificó para los cuartos de final. Le tocó enfrentar a Torino (luego campeón), sumó otro 0 a 0 pero luego quedó eliminado en la definición por penales, con error de «Batigol».
De esta forma se acaba lo que para la gran mayoría de aquellos juveniles era el primer viaje a Europa. El sueño fue completo. Un día apareció Diego Armando Maradona, que aprovechó para visitar a su sobrino Diego. Los jugadores no dejaron pasar la oportunidad de sacarse fotos con el Diez, que jugaba en Pisa con el Napoli un partido de la Copa Italia.
Batistuta había debutado en Primera División el 25 de setiembre de 1988, en Newell’s ante San Martín de Tucumán (0-1). Cuando viajó a Italia, apenas había jugado 10 encuentros en Primera y no había marcado goles (el primero en la A se lo hizo a Platense, el 16 de mayo de 1989). A mediados de 1989 pasó a River y en 1990 a Boca, y el resto es historia.