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Esteban Cambiasso en River Plate

 

Esteban Cambiasso, tras una llegada prematura al Real Madrid B con 16 años junto a Nicolás (su hermano), regresó en calidad de cedido y con 18 años a Argentina para jugar tres temporadas en Independiente, donde creció y se hizo un jugador importante en la liga argentina.

Posteriormente, llegó la oportunidad de seguir demostrando lo que valía en River Plate, donde brilló al lado de Ariel Ortega y Andrés D’Alessandro, y donde gracias a jugar con más libertad para ir al ataque sumó una buena cantidad de goles.

 

 

El sueño adolescente no realizado en el Real Madrid

Esteban Cambiasso nació el 18 de agosto de 1980 en Villa del Parque, Capital Federal. El jugador formado en Argentinos Juniors y con 14 años jugando el Sudamericano Sub 17, después de brillar en las categorías inferiores de la selección argentina, más concretamente en el Mundialito de Toulón Sub 21, fichó por el Real Madrid. «Hasta hacía unos días yo los veía solamente por televisión y ahora compartía todo con ellos: los entrenamientos, los almuerzos, las cenas, las charlas». Así describió Cambiasso su primera pretemporada con el club blanco.

Los hermanos Cambiasso, cedidos por su familia a un intermediario sin la intervención de Argentinos Juniors, se vieron envueltos en una guerra de bandas sin cuartel tras su fichaje por el club merengue. Argentinos Juniors designó al exjugador Carlos Morete, para que reclamara ante el Real Madrid una parte del negocio del traspaso de los dos hermanos al club merengue. El club aseguró que los derechos federativos le pertenecían y no pensaba cederlos si no obtenía una compensación económica.

 

 

Por desgracia, sus inicios no fueron tan virtuosos como se esperaban por su corta edad. Debido a la falta de minutos y continuidad, Cambiasso regresó a Argentina de la mano de Independiente. Gracias a este, el joven debutó por primera vez como profesional en la máxima categoría del fútbol albiceleste en 1998.

 

 

El bautizo millonario

Tres años más tarde y después de consolidarse como un diamante en bruto, el «Cuchu» aterrizó en el River Plate para jugar el Apertura de 2001. Era apenas un pibe de 21 años, pero con una trayectoria totalmente inusual para un juvenil de su edad.

El River de Cambiasso fue uno de los últimos grandes equipos que el Millonario puede presumir. De mitad para arriba jugaban Coudet, Ledesma, Zapata, Cambiasso, Ortega, D’Alessandro, Cardetti, y luego apareció Cavenaghi. Peleó palmo a palmo el Apertura 2001 con Racing y obtuvo, seis meses más tarde, el Clausura 2002, de la mano de Ramón Díaz. El Cambiasso que usó la banda no se pareció en nada al que después vimos en Italia con el Inter. Ramón le dio absoluta libertad creativa y lo eximió de responsabilidades en la contención, favoreciendo, de este modo, una de las mayores virtudes reconocidas de su juego: la llamativa facilidad para llegar al gol, ya sea anticipando de cabeza, aprovechando un rebote o apareciendo por sorpresa acompañando el ataque.

 

 

Debutó un extraño domingo por la tarde ante Gremio de Porto Alegre por Copa Sudamericana. Esa tarde hizo el primero de sus 14 goles en River. Además, sumó 9 en el Apertura 01, 3 en el Clausura 02 y 1 en la Libertadores 02, con el valor agregado de haber marcado 2 veces ante Boca, el segundo de ellos, en La Bombonera bajo la lluvia, en la inolvidable tarde de la vaselina de Rojas. Su último cotejo fue en el Gigante de Arroyito en un 3-2 ante Central, la noche de las cabezas teñidas, como parte del festejo del Clausura obtenido ante Argentinos una semana antes.

 

 

La vuelta al Real Madrid

Tras cuatro años en Argentina y aún con contrato con el Madrid, era el momento de decidir qué hacer con Cambiasso. Ofertas no faltaron, pero por fin se hizo un hueco en el primer equipo en la que sería la última temporada de Del Bosque como entrenador blanco. En esa temporada ganó la Liga, la Supercopa de Europa y la Intercontinental, jugando un buen número de partidos en un centro del campo con la competencia de Makelele o Flavio Conceiçao.