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Steve McManaman en el FC Barcelona, historia del no fichaje

 

Steve McManaman estuvo muy cerca de ser el gran fichaje del FC Barcelona para la temporada 1997-1998. El club apuró al máximo la posibilidad de cerrar el fichaje que pedía Van Gaal y dirigó sus esfuerzos en tres direcciones: reconducir las ya de por sí complicadas negociaciones con Denílson, el propio presidente Núñez había tildado de barbaridad tener que pagar 15.000 millones por el jugador; intentar atar a Rivaldo del Deportivo de la Coruña o contratar a Steve Mcmanaman, del Liverpool FC, que viajó a Barcelona, e incluso llegó a nombrarse a última hora a Julen Guerrero.

El jugador británico estuvo el 14 de agosto en el Hotel Palace de Barcelona, para negociar con la directiva azulgrana. Steve, acompañado de un amigo, aseguró que había viajado a Barcelona después de que el Barça estableciera contacto con el Liverpool. «No he hablado aún con el Barça y estoy esperando. No he hablado con nadie del club. Mañana me voy y estoy un poquito decepcionado. Barcelona es una ciudad preciosa», dijo el jugador. La cadena Sky TV informó de aquella surrealista situación en una noticia de 10 minutos, afirmando que el Barça aseguró al jugador que estaba dispuesto a pagar por el traspaso 3.300 millones de pesetas. La versión de Gaspart fue diametralmente opuesta. Dijo que las negociaciones quedaron rotas hacía tiempo y añadió: «Por lo visto, el centrocampista del Liverpool ha visitado hoy Barcelona y todo el mundo que le ha visto ha creído que venía a negociar su posible contratación. Cuando haya alguna noticia, la comunicaremos».

 

 

En cualquier caso, el acuerdo final con Rivaldo frustró la operación del exquisito jugador inglés y puso fin también a la cadena de intensos rumores que circularon toda la tarde sobre la identidad del jugador que había fichado el Barca. Todas las miradas se dirigieron primero, por error, a Julen Guerrero, que ayer estuvo ilocalizable. Esa circunstancia originó una profunda inquietud en el Athletic, que vió como Karanka fichaba por el Madrid. José María Arrate, presidente del Athletic, llegó incluso a criticar con dureza a la directiva del Barça por el interés por su gran estrella.

Rivaldo fue la cara y la cruz, en el Deportivo. La estrella sin discusión, pero también un jugador con antecedentes de indisciplina. El brasileño logró 21 goles en la temporada pasada, pero también fue expedientado por incorporarse con retraso a la concentración de pretemporada del Deportivo y haberse negado a entrenarse alegando cansancio por el viaje desde Brasil. Con un fútbol exquisito, que impresionó cuando jugó en el Camp Nou con el Deportivo, el brasileño fue una de las bazas que el candidato Ángel Fernández utilizó en la campaña electoral para intentar derrotar a Josep Lluís Núñez en las elecciones en julio.