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OFS Bantu FC, el primer equipo sudafricano en Europa

 

El Orange Free State Bantu Football Club fue el primer equipo sudafricano que jugó contra equipos europeos en Europa. El septiembre de 1899, sus 16 jugadores iniciaron una gira histórica que duró cuatro meses, y en la que jugaron 49 partidos entre el Reino Unido y Francia.

A bordo del barco SS Gaika, los sudafricanos abandonaron su continente en una aventura que pasaría a la historia. Dieciséis de ellos, algunos albañiles, otros tenderos, sastres o carpinteros, tuvieron la oportunidad de ir al extranjero a jugar al fútbol. Fue un viaje sin precedentes.

 

 

Dos años antes, el equipo británico Corinthian Football Club había aterrizado en Sudáfrica en la primera gira de un equipo inglés fuera de Europa. Invictos en 23 partidos, los londinenses promovieron un deporte que seguía siendo marginal en África. El público no acudió en masa a los estadios. Pero aquella publicidad del partido daría ideas a la Asociación de Fútbol del Estado Libre de Orange. Las conversaciones con los clubes británicos para alinear un equipo de jugadores africanos tuvieron éxito y el equipo se dirigió al extranjero para una gira de cuatro meses. La noticia se difundió en los despachos de los medios de comunicación ingleses.

 

 

En el periódico Football Sun, se representó un partido en medio de la selva, con el equipo sudafricano ataviado con tocados mientras intentaba controlar el balón, mientras otros sostenían lanzas. Casi todos los estereotipos y clichés estaban presentes en aquel burdo dibujo. Otros medios de comunicación británicos se apresuraron a establecer un paralelismo con la Feria Mundial de París de 1899.

El primer partido de la gira debía ser entre el actual campeón inglés, el Aston Villa, y la OFSFA. Sin embargo, un retraso del barco procedente de Ciudad del Cabo interrumpió el evento. El partido inaugural se disputó finalmente contra el Newcastle United ante varios miles de espectadores. La diferencia de nivel era abismal. Al final, fue la defensa sudafricana la que quedó destrozada por el riguroso juego del equipo inglés, y las derrotas se sucedieron. Scarborough (9-3), Sunderland (5-3), Middlesbrough (7-3), Celtic Glasgow (2-0): tantas derrotas que reforzaron la idea británica de superioridad futbolística sobre el resto del mundo.

Un mes después de su llegada, la geopolítica interfirió en el equipo. Como representantes del Estado Libre de Orange, se convirtieron, a su pesar, en los heraldos de una nación en guerra con la Corona de la Reina Victoria. La Segunda Guerra de los Bóers estalló el 11 de octubre de 1899. Frente al Imperio Británico, las dos repúblicas independientes de Transvaal y Orange, controladas por los afrikaners, no querían ceder su territorio. Tras dos años y medio de lucha, los británicos ganaron la guerra. Las dos repúblicas desaparecieron y se anexionaron a la Unión Sudafricana, bajo dominio británico. En 1899, mientras la guerra seguía su curso, los jugadores de Orange continuaron su serie de partidos amistosos en Inglaterra, Escocia, Irlanda y Gales. Sin embargo, el abrumador apoyo de los lugareños a los bóers no era del todo seguro. En una entrevista con Scottish Sport, Twayi no dudó en apoyar firmemente al Reino Unido: «Señor, si la reina Victoria lucha, nosotros lucharemos por ella y 25.000 basutos cruzarán el Estado Libre de Orange para vengarse», explicó con convicción.

El 20 de noviembre de 1899, los sudafricanos marcaron cuatro goles contra el Aston Villa. A pesar de una nueva derrota por 7-4, lo más importante estaba en otra parte para los empresarios bóers que acompañaban al equipo. Para financiar el viaje, los clubes anfitriones se comprometieron a aportar el 50% de los ingresos por entradas. Tras el partido contra el Villans, las 61 libras recaudadas por los visitantes se donaron al Fondo de Reservas del Birmingham Daily Mail y al Fondo de Guerra de la Asociación de Fútbol. Este fue un gesto relevante para las tropas británicas que estaban a punto de embarcarse en el conflicto contra los bóers. En el campo, las camisetas de los jugadores, teñidas de naranja, estaban cubiertas con una cinta con los colores de la Union Jack en apoyo a la Reina.

Cada vez que el «equipo Café» -nombre que fue utilizado por muchos medios de comunicación durante la gira- tocaba el balón, los aficionados del Reino acudían en masa. Las actuaciones del portero Adolph atrajeron la atención de los medios de comunicación. Sus repetidas paradas contra el Sporting Club de Tourcoing dejaron atónitos a los periódicos locales, que aclamaron una actuación «sensacional». Contra los jugadores aficionados, ganaron su único partido de la ronda (3-1). Aunque el equipo tenía previsto jugar en Alemania y Austria, la gira terminó. De vuelta a Sudáfrica, se desconoce el destino de los 16 jugadores, excepto el del capitán, que se convirtió en tesorero del precursor del partido político ANC, el Congreso de Nativos Sudafricanos, en 1915.

El equipo del Estado Libre de Orange, pionero del fútbol sudafricano, no causó mucha impresión en el ámbito nacional. La gira recibió muy poca cobertura mediática y no causó ninguna impresión en el país. Ni siquiera en la capital, Johannesburgo.