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Ronaldo y las lesiones que nos robaron al mejor delantero de la historia

 

La espectacular progresión de Ronaldo tras su paso por el PSV Eindhoven, FC Barcelona y primeros años en la selección absoluta brasileña, era imparable. Nunca se había visto un delantero tan joven con aquella potencia de remate, capacidad técnica para sortear rivales y olfato de gol demoledor. Pero el destino le tenía reservado un antes y un después en su vida, destrozando su gran momento de forma con la llegada de una serie de graves lesiones que nos acabaron robando al mejor delantero de todos los tiempos.

Pero el brasileño, lejos de rendirse y contra todo pronóstico médico, dio una auténtica lección de superación, recuperándose en tiempo récord de cada contratiempo y conquistando años después la Copa del Mundo de 2002, de la que sería su máximo goleador y ganaría el premio a mejor jugador.

 

 

¿El nivel más alto nunca visto en un delantero centro?

Con 101 goles en las últimas 3 temporadas, muchos considerados como auténticas obras de arte, llegó su fichaje por el Inter de Milán de Massimo Moratti, donde continuó con su gran estado de forma dos temporadas más. Lejos de aflojar, marcó 49 goles durante aquel periodo y conquistó la Copa de la UEFA de 1998, con actuaciones para la posterioridad.

Estaba claro que el mundo del fútbol había visto a grandes leyendas como Pelé y Maradona triunfar en Mundiales, pero nada era comparable al nivel que mostró Ronaldo en su única temporada en el FC Barcelona de Bobby Robson. Aquello era otro nivel en la escala evolutiva del fútbol ofensivo.

 

 

El inicio de la pesadilla que pudo acabar con su carrera

Los peores momentos de su vida empezaron al comienzo de la temporada 1999-2000 en el Giuseppe Meazza, cuando sufrió su primera lesión grave de rodilla durante un partido de la Serie A contra el Lecce. Había dado una asistencia en uno de los goles del Inter en la victoria por 6-0 de los locales, antes de verse obligado a abandonar el campo en el minuto 59.

Según el exfisioterapeuta de la estrella, Nilton Petrone, el Inter ya había estado controlando sus rodillas antes de ese infame día. «A principios de 1999, el Inter ya había llamado al doctor Saillant para que controlara los tendones de Ronaldo, tanto en la rótula derecha como en la izquierda. Se sabía que la degeneración era relativamente grande, pero nadie pensó en la cirugía antes de su lesión. Ronaldo estaba a punto de girar y de repente se paró. Pidió ser sustituido y caminó con normalidad, sin embargo, cuando llegué al vestuario y le doblé la rodilla vi que el centro del tendón estaba desgarrado. Esta fue la primera lesión de Ronaldo. Hice el seguimiento y luego se fue a París para operarse con el doctor Saillant. Luego hicimos todo el seguimiento de la rehabilitación y al principio de cada mes íbamos a París», confesó Petrone en una entrevista de 2018.

 

 

A pesar de esa importante lesión, Ronaldo tardó solamente cinco meses en volver a los terrenos de juego, aunque Petrone afirma que el Inter fue riguroso a la hora de asegurarse de que estaba listo. «Alrededor de principios de abril, empezamos a ver que se entrenaba con normalidad. Estaba jugando y ya le había dado el alta el médico que le operó y le dijo que posiblemente podría volver a los terrenos de juego. A principios de ese mes viajamos, con el doctor Franco Combi, que era el médico del Inter, para hablar con el doctor Saillant sobre la posibilidad de que Ronaldo jugara la final de la Copa de Italia contra la SS Lazio. Llevamos a Ronaldo a París para ver al médico y nos dijo que estaba bien que jugara. Le preguntamos cuánto tiempo podría jugar y nos dijo que entre 15 y 20 minutos».

 

 

Ronaldo entró en juego en los últimos 32 minutos del partido de ida de la final contra la SS Lazio, pero trágicamente tuvo que abandonar el terreno de juego a los seis minutos. El delantero recibió un pase y trató de dar un paso en el borde del área, sin embargo, se desplomó. La SS Lazio sacó el balón del terreno de juego cuando se hizo evidente que el brasileño había sufrido una devastadora lesión de rodilla. Petrone ha dejado claro que esta lesión fue una de las peores que ha sufrido un futbolista, algo que le dejaría fuera de juego durante casi dos años. «Cuando volvió para ese partido, se desgarró completamente el tendón de la rótula. De hecho, la rótula le estalló y acabó en medio del muslo. Si te mostrara las fotos que tengo de este caso no lo creerías. Justo después de la operación, su rodilla era del tamaño de un balón de fútbol. Tuvimos unos momentos en el hospital en los que lloraba porque quería morfina para frenar la intensidad del dolor. Yo estaba allí, al principio de la rehabilitación, cuando todo el mundo decía que no iba a poder. La ciencia decía que era poco probable y los médicos tenían dudas», asegura Petrone.

 

 

Camino a la reafirmación bañada de gloria

Así empezaron casi dos años de extenuante trabajo de rehabilitación, en el que Ronaldo trabajaba en su recuperación hasta 10 horas diarias sin descanso. El propio Ronaldo ha reflexionado desde entonces sobre el reto que supuso ese periodo de recuperación. «Fue una agonía, un periodo muy duro. Mi familia, los fisioterapeutas y los médicos me animaron a superarlo y mereció la pena. Además, en ese momento fui padre por primera vez y eso fue una motivación muy importante para mí. El nacimiento de mi hijo Ronald me dio la fuerza que necesitaba para soportar esa interminable tortura», declaró el brasileño.

Su recuperación le llevaría el resto de esa temporada, así como toda la campaña 2000/2001, y Ronaldo no volvió a jugar hasta septiembre de 2001. Sin embargo, la decisión de impedirle jugar fue deliberada, según Petrone.

 

 

«Se cuestionaba si volvería o no, y si lo hacía, existía la posibilidad de que dejara de ser un jugador de alto nivel. Fuimos muy cuidadosos para asegurarnos de que no volviera demasiado pronto. El objetivo era que siguiera teniendo una larga carrera, y por eso se perdió la temporada 2000-01. Había muchas dudas sobre su regreso, así que tuvo que luchar no solamente consigo mismo, sino también con los medios de comunicación, que predijeron que su carrera estaba acabada». Sin embargo, en contra de esas opiniones de los expertos, Ronaldo regresaría de forma asombrosa tras esa terrible lesión.

 

 

Aunque sufriría varios problemas en los isquiotibiales en la primera campaña que regresó, Ronaldo fue capaz de marcar siete goles en 10 partidos. Hizo lo suficiente para demostrar su valía a la selección brasileña como para ser elegido para el Mundial de 2002 en Japón y Corea del Sur. El delantero protagonizaría una de las mejores actuaciones de la historia de los Mundiales, marcando ocho goles en todo el torneo para llevar a su equipo a su quinto título mundial, incluyendo un doblete en la final. La importancia de esa victoria no pasó desapercibida para Ronaldo, que la saludó como una justa recompensa a más de dos años de trabajo de recuperación.

 

 

Todos nos hacemos la misma pregunta, ¿qué hubiera pasado si Ronaldo nunca se hubiera lesionado?