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Cafú en el Real Zaragoza, el debut europeo

 

Cafú llegó por primera vez a Europa con 24 años el enero de 1995, recién nombrado mejor jugador sudamericano y convirtiéndose en el primer fichaje de invierno de la historia del Real Zaragoza. Pese a llegar con la condición de campeón del mundo y haberlo ganado todo con el São Paulo de Telê Santana, la limitación de tres extranjeros en el once inicial y el estado de forma del internacional español Belsué le impidieron jugar con regularidad, aunque sumó la Recopa de Europa a su palmarés.

 

 

«Tengo un recuerdo fantástico de Zaragoza, increíble. Estoy muy agradecido al club porque fue el primer club que me abrió las puertas de Europa. Y ahí fuimos muy felices con la familia y con la familia del Zaragoza también, con todos. Fui a Europa para aprender una cultura diferente, para jugar un fútbol diferente. Porque en Brasil ya lo había ganado todo con el São Paulo y con la selección y tenía muchas ganas de jugar en España, Italia o Inglaterra y conocer también otros idiomas y a otra gente, otro fútbol. Me vinieron a buscar porque necesitaban un jugador más que pudiera jugar por la izquierda y por la derecha porque por la derecha teníamos peso, pero por la izquierda teníamos pocos jugadores y hacía falta uno que pudiera hacer las dos posiciones. Era increíble cómo jugaba ese equipo, cómo nos hacía jugar. Jugábamos muy bien al fútbol porque teníamos jugadores de una calidad increíble».

 

 

En aquella campaña, en la que el Real Zaragoza se encontraba inmerso en tres competiciones: Liga, Copa y Recopa,y Víctor Fernández vio en Marcos Evangelista de Morães un verdadero salto de calidad para la plantilla, y consiguió lo que el Real Madrid no pudo dos años antes. Cafú se convertiría así en el quinto extranjero del equipo aragonés, que ya contaba con Cáceres, Poyet, Esnáider y Franco. Aquel era un equipo construido a base de oficio y con los roles automatizados en cada línea. En su posición, el capitán Alberto Belsué, se encontraba en un fantástico estado de forma que incluso le permitió hacerse un hueco en la Selección Española que participó en la Eurocopa de Inglaterra de 1996. Por eso, y por alguna que otra lesión, la figura de Cafú nunca llegó a brillar en la capital del Ebro como lo haría años más tarde en Roma o Milán.

 

 

Cafú acabó disputando 1.160 minutos en total repartidos en 19 partidos entre Liga, Copa y Recopa, donde fue protagonista únicamente en la vuelta de semifinales frente al Chelsea. Pese al deseo de que permaneciera en el club, el jugador decidió volver a su Brasil natal, donde pasó primero por el Juventude antes de recalar en el Palmeiras. «Jugué poco porque claro, solo podían jugar tres extranjeros y, además, por delante tenía a Belsué, que era el capitán e internacional. Así que como a mí lo que me gustaba era jugar y tenía muchas ganas de hacerlo, pues me volví a Brasil para poder jugar. Me fui al Palmeiras».

Allí conquistaría otro Campeonato Paulista antes de volver para su segunda aventura europea en la Roma, con la que conquistaría el Scudetto en 2001 y tres años más tarde, en 2004, con el Milán, con quien también alzaría la Champions y el Mundial de clubes en 2007. Además, volvería a ganar el Mundial con Brasil en 2002. Numerosas gestas junto al logro de haber entrado en el Mejor Once de la Historia del Fútbol de L’Equipe.