El 8 de septiembre de 1992, el club amateur GS Vedano, actualmente en Seconda Categoria Monza Brianza, tuvo por primera vez un refuerzo de lujo en ataque, Michael Schumacher. Un fichaje estrella que vistió el mismo uniforme Umbro con el que Brasil se proclamó campeona del mundo en 1994.
Aquel partido amistoso se llevó a cabo por dos razones: la pasión por el fútbol del piloto de Fórmula 1, y la proximidad del circuito de Monza. El Stadio Parco de Vedano al Lambro, una instalación a pocos metros de la entrada de Porta Vedano del autódromo nacional, fue el escenario donde brillaría no solo el alemán, sino otros pilotos de primer nivel. «Schumacher amaba jugar de delantero, y le gustaba aún más ganar. Cuando descubrió que a pocos metros de la entrada del autódromo había un campo de fútbol de 11, comenzó a frecuentarlo, todos los años, especialmente después de las pruebas y las calificaciones. Recuerdo que durante los primeros partidos que organizamos, con Mika Hakkinen, Riccardo Patrese, Flavio Briatore y otros pilotos invitados por Schumi, la noticia aún no se había esparcido mucho y el ambiente era muy relajado: un honor tenerlos en el campo de nuestra localidad», recuerda Osvaldo Vismara, presidente de la Scuderia Ferrari Club di Vedano al Lambro.
Esos primeros partidos en un campo de tierra de los pilotos de Fórmula 1, fueron las «semillas» de las cuales, en años posteriores, nacieron los partidos de la Selección de Pilotos organizados en el Stadio Brianteo de Monza, partidos amistosos con fines benéficos en los que también participa su hijo. Verdaderas fiestas del deporte con muchos de los pilotos más queridos involucrados, a pocos días del GP de Italia, en un evento que llegó a reunir también a muchos miles de personas en las gradas. Un equipo del que Schumacher padre, fue durante mucho tiempo uno de los protagonistas, vistiendo la camiseta con la bandera a cuadros.
