A lo largo de su historia, el FC Lumezzane VGZ se ha confirmado como un auténtico semillero del calcio italiano. De hecho, talentos de la talla de Alessandro Matri, Marco Cassetti y Mario Balotelli han pasado por este modesto club. El primero llegó cedido en 2005 procedente del AC Milan, con solamente 21 años, y consiguió 14 goles y una asistencia en 35 partidos entre Coppa Italia y Serie C. A partir de esa temporada, se produjo una escalada para Matri gracias a sus experiencias en el Cagliari, el AC Milan, el Juventus y el Fiorentina, entre otros.
El lateral derecho, Cassetti, por su parte, creció realmente en Lume. Empezando en las categorías inferiores, el bresciano llegó al primer equipo en julio de 2000, donde permaneció hasta 2003, antes de dar el salto definitivo a la Serie A. En total, acumuló 62 partidos, cinco goles y una asistencia. Mario Balotelli, nacido en Palermo, y bresciano de adopción, creció en la cantera rossoblù en 2006, debutando en la Serie C1. Sin embargo, ese mismo año el Inter lo fichó tras solo 2 partidos con el Lumezzane.
Por aquel entonces, Mario Balotelli era un conocido bromista de mal gusto, que orinaba en las bolsas deportivas de sus compañeros de equipo e incluso encima de ellos. Otras travesuras de su época de aprendiz incluían esconder chaquetas y lanzar botas de fútbol lo más lejos que podía. Marco Pedretti, que jugó junto al delantero italiano durante sus años de formación, recuerda sus travesuras, «le gustaba hacer el tonto, como ahora, pero entonces era un niño. No paraba de dar la lata y no paraba de gastar bromas. Malas, a veces. Es verdad que se orinaba en las bolsas que contenían nuestra ropa limpia y también se orinaba sobre la gente. Necesitaba amigos y no salía mucho. Intentaba acercarse a nosotros, formar parte de nuestro pequeño grupo cada vez que salíamos por la noche o a comer pizza. A Mario le habría gustado formar parte de nuestro grupo de amigos, pero lo hizo de manera equivocada».
Balotelli tenía 15 años cuando ascendió al primer equipo del Lumezzane y debutó en categoría senior en un partido de la Serie C1 contra el Padova el 2 de abril de 2006. En junio de 2007, el Inter de Milán lo fichó, aunque la historia podría haber cambiado radicalmente si los ojeadores del FC Barcelona no hubieran fallado. «Cuando tenía 15 años pasé una temporada en el Barcelona, unos seis meses. El equipo en el que jugaba, el Lumezzane, pedía mucho dinero por mí. Yo quería ir al Barcelona, pero tenía contrato y al final me fui al Inter».
Marcó 5 goles con el equipo juvenil del FC Barcelona en un partido amistoso y recibió los elogios del coordinador de la cantera del club, José Ramón Alexanko, pero el Barça decidió no ficharlo.
