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La verdad sobre el caso Guardiola y la nandrolona

 

Pep Guardiola, en aquel entonces jugador del Brescia en la Serie A, dio positivo por nandrolona en un control de antidopaje del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), tras el partido Piacenza-Brescia disputado el 21 de octubre de 2001. Días más tarde, el 4 de noviembre, se dio a conocer un segundo positivo ante la SS Lazio. La justicia deportiva italiana le condenó a cuatro meses de suspensión y una multa de 50.000 euros, y el 12 de mayo de 2005, el Tribunal de Justicia de Brescia, a 7 meses de prisión por su positivo.

«El segundo test confirma las impresiones del primero, es decir, que Guardiola consume sustancias prohibidas. Sería absurdo abrir dos causas separadas, puesto que, en el fondo, cuestionamos una misma conducta», explicaba el fiscal Giacomo Aiello. El futbolista y el propio Brescia reaccionaron con menor sorpresa aquella segunda vez. «Estaba claro que iba a salir positivo porque el futbolista no había dejado de consumir los complejos vitamínicos que se trajo de Barcelona entre partido y partido», explicaba el presidente del Brescia, Gino Corioni, a una emisora de la capital italiana.

 

 

Los complejos vitamínicos, en efecto, representaban el principal argumento a favor de la defensa del exazulgrana. Josep Guardiola sostenía que carecían de sustancias dopantes, que los había consumido sistemáticamente durante los últimos cuatro años y que nunca le habían acarreado problemas en los controles antidopaje a los que se había sometido tanto con el Barcelona como con la selección española.

El de Santpedor recurrió cada una de las sanciones en la justicia ordinaria. Sus abogados aportaron pruebas científicas para demostrar que nunca tomó ninguna sustancia dopante e, incluso, que los análisis del Comité Olímpico Italiano podían ser erróneos. En 2007, ya retirado y entrenando al filial azulgrana, fue absuelto por el Tribunal de Apelación de Brescia porque «el hecho no subsistía», defendió el juez. «La gente no se imagina la satisfacción que siento», aseguró el excentrocampista azulgrana tras volver de Brescia, donde escuchó la sentencia del juez que examinó su recurso de apelación, tramitado dos años antes de la sentencia. No obstante, el Fiscal Antidopaje del CONI, Ettore Torri, hizo pública, el 31 de julio de aquel año, su decisión de pedir la reapertura del caso, al considerar «inaceptables» los motivos que determinaron la absolución del jugador y entrenador. El Tribunal Nacional Antidopaje, presidido por Francesco Plotino, tomó en consideración el recurso, pero finalmente lo desestimó, confirmando la decisión de la Corte de Justicia Federal del 8 de mayo.

 

 

La nandrolona es un esteroide anabólico, que tiene las mismas propiedades que la hormona masculina, es decir, incrementa la síntesis de proteínas y potencia la masa muscular, lo que conlleva que el tamaño y la fuerza del músculo aumenten. En el deporte está prohibida porque la nandrolona incrementa el rendimiento en los deportes que requieren explosividad o fuerza. Por ejemplo, la natación, el atletismo o la halterofilia. Esta sustancia aumenta la fuerza y la velocidad.

La Fiscalía de Turín, bestia negra del dopaje en Italia, no paro de indagar en el caso de Josep Guardiola, como hiciera con el holandés Edgar Davids, positivo por nandrolona la anterior temporada, y con media plantilla de la Juventus, sospechosa de haber utilizado abundantes estimulantes en el pasado. Además, en 2001 también dieron positivo Jaap Stam (Lazio) y el portugués Fernando Couto (Lazio). Lo primero que comentó oficialmente el campeón olímpico es que llevaba tomando cuatro años un complejo vitamínico, prescrito y autorizado por los médicos, con el que nunca dio positivo en un control en la Liga española.

 

 

El Calcio en esos años lideraba la clasificación europea de futbolistas consumidores de nandrolona con hasta 12 casos, pero la proliferación se llegó a decir que se debía al rigor de la ley antidopaje y a la multiplicación de los análisis. El CONI llegó a realizar en un año hasta 6.000 controles en todas las categorías del fútbol profesional, siendo muy superior a los que se realizaban en las competiciones españolas.

El presidente del FC Barcelona en 2001, Joan Gaspart, lamentó la noticia asegurando que el club catalán «se pone a disposición del jugador en todo aquello que necesite. Estamos seguros de que se tratará de un malentendido y que se aclarará en su momento. Ahora solamente nos interesa estar al lado de nuestro amigo. El Barca y su presidente están a tu disposición. Que me llame, porque el Barcelona hará todo lo que sea para defenderle».

El español fue exonerado por la justicia ordinaria italiana en octubre de 2007 y presentó una instancia de revisión de la sentencia emitida por la justicia deportiva. Dicha instancia fue aceptada por la Corte de Justicia Federal de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) el 8 de mayo de 2009.