Fran y Jose Ramón, ambos canteranos en el Fabril, vivieron en primera persona una de las mejores etapas del Deportivo de la Coruña, donde no solo participaron en el ascenso a Primera, sino que también consiguieron convertirse en capitanes y ganar juntos una Copa del Rey y una Liga.
Juntos compartieron un total de 73 partidos y 4.259 minutos sobre el terreno de juego entre 1987 y 1999 (con el paréntesis de 3 años de José Ramón en el Compostela).
Los González Pérez iniciaron su trayectoria en el primer equipo coruñés después de firmar su contrato justo unas horas antes del partido Granada – Deportivo (con resultado de 5-0) de la 1987-1988, y donde solo el mayor (Jose Ramón) de los hermanos debutó con el primer equipo.
Ambos capitanes fueron partícipes de gestas como la salvación en la campaña 87-88, el ascenso en la 90-91, el subcampeonato de Liga de la 93-94 o el primer título oficial, la Copa del 95. Aunque las cosas pudieron llegar a ser bien diferentes para ambos, ya que en 1989, en Segunda A, Fran y su hermano José Ramón firmaron con el Real Madrid un contrato que entraba en vigor en 1992. Ese año el Depor les amplió su vinculación y el Real Madrid presentó en la Federación el de Fran y desestimó a José Ramón. El Depor pagó 260 millones, aunque sacó 151 de un amistoso en Málaga que incluyó en las negociaciones. Esta información que desvela Fran en su biografía también asegura que en 1990 negoció con Cruyff y Rexach en un piso justo enfrente de Riazor, aunque no hubo acuerdo. “Empezamos jugando en la calle porque apenas había instalaciones, equipos; en el colegio, con los amigos del pueblo. Teníamos la fortuna de tener un campo de fútbol al lado de casa y disfrutábamos mucho. Nuestro primer equipo fue el Carreira, teníamos una generación de jugadores muy buena de infantiles y juveniles. Vas ganando torneos y ligas y la gente se preguntaba qué pasaba en este equipo», recuerda Jose Ramón.
«Llega la noticia hasta Coruña. Vengo a probar con 17 años y a Luis Ucha le gusta mi juego. Decidieron quedarse conmigo, pero a mí no me gustaba mucho esto y me volví para casa. Echaba de menos a mis amigos y al entorno y me fui para casa. Ucha me volvió a llamar al año siguiente y ya decido quedarme en los Juveniles en Liga Nacional. Estábamos en una pensión seis compañeros, todos del RC Deportivo, gente de diversos puntos de Galicia, pero seguía resultando duro para mí porque los entrenamientos eran muy exigentes. Estuve en el Juvenil un año, en el Fabril otro y al sexto o séptimo partido del año siguiente ya me fui para el Deportivo en la 87-88. El Depor no iba bien y desde el Fabril ascendimos unos cuantos”, reflexiona Jose Ramón en una entrevista al medio dxtcampeon.
Aunque los refuerzos del filial le vinieron como agua de mayo al club, un sector de la plantilla no los recibió con los brazos abiertos. “No sentó demasiado bien a los veteranos. Hubo dos personas que nos ayudaron mucho: Portela y Jorge. Este último ayudaba más al pobre que al rico, al que tenía necesidades, al más débil. A Fran y a mí no nos trataban como futuras estrellas en absoluto; antes los novatos estábamos callados, en una esquina. Tú te dabas cuenta de que debías tener determinado comportamiento, te respetaban, pero cuidado a cómo actuabas. En el campo te faltaban un poco más al respeto porque eras como un conejillo de indias. No podías vacilarlos en ningún aspecto, con regates o en los rondos, tenías que estar ‘tranquilito’. Ahora los jugadores jóvenes llegan con otros aires” confiesa Jose Ramón.
Tras ganar la Copa del Rey de Fútbol de 1995, José Ramón ficha por la Sociedad Deportiva Compostela, donde juega durante tres temporadas, y en 1998, el hermano mayor regresa al Deportivo, donde apenas juega cinco encuentros tras su retorno y se queda en blanco en el año del título de Liga. Para el presidente Lendoiro, la conexión entre ambos hermanos era vital para el buen rendimiento de Fran, «traje a José Ramón de vuelta al Deportivo para que estuviese pendiente de Fran».
