El exinternacional brasileño Renaldo es posiblemente el jugador al que más le han pesado sus propias palabras a lo largo de su extensa carrera, y no es para menos. Su mejor actuación fue sin duda alguna, durante la rueda de prensa de su presentación con el Deportivo de la Coruña, cuando ni corto ni perezoso, no dudó en aseverar, al ser preguntado por sus características, que tenía cosas de «Ronaldo, de Bebeto y Romário».
Unas declaraciones que con el paso del tiempo se fueron deformando cambiando a Bebeto y Romário por Rivaldo, en gran parte por el defectuoso trabajo de investigación del Diario Marca y de Movistar +, que las republicaron torpemente de forma errónea.
“Soy como Ronaldo pero con ‘e’», palabras mayores teniendo en cuenta que su compatriota había marcado el golazo ante el Compostela tan solo 7 días antes, “tengo la misma velocidad, el mismo dribbling y la misma llegada. Ya lo demostré en Brasil”, dijo. Cabe recordar que el Ronaldo de por entonces era el joven delantero que, aun en las filas del Barça, no había sufrido lesiones, siendo un talento imparable para las defensas.
Renaldo Lopes da Cruz nació el 19 de marzo de 1970 en Cotegipe, perteneciente a la región de Bahía (Brasil). Dio sus primeros pasos futbolísticos en el modesto CR Guará. Con casi 21 años, fue contratado por el Clube Atlético Paranaense; y tras disputar tan sólo nueve partidos en dos años (en los que anotó dos goles), firmó en 1993, por el Clube Atlético Mineiro. En el popular equipo de Minas Geráis el delantero brasileño jugó tres temporadas en las que ofreció su mejor versión, disputando 63 encuentros y anotando 31 goles, convirtiéndose en su última temporada en máximo goleador del Brasileirao.
Encumbrado como ‘artilheiro’ jugó su primer y único partido con la selección brasileña, captó la atención de Augusto César Lendoiro, presidente del RCD de La Coruña, y enamorado del fútbol brasileño.
El mandatario blanquiazul le hizo un contrato por cuatro temporadas y media, previo pago de 350 millones de las antiguas pesetas, y el brasileño aterrizó en La Coruña en pleno mercado invernal de la temporada 1996-97. El club corunés seguía apostando por el talento brasileño, ese verano llegaron Rivaldo y Flavio Conçeiçao, en un equipo en el que ya estaban Donato y Mauro Silva y en la que la temporada anterior Bebeto lideró al equipo.
Más allá de las mofas sufridas desde entonces, el trasfondo oficial de su historia es bien triste. La versión oficial dice que Renaldo tuvo muchos problemas personales aquel año. Su hijo enfermó y su padre y su madre murieron durante la temporada. El presidente Lendoiro siempre se ha mostrado reacio a esa versión y alude al carácter fiestero del brasileño. «La historia no le ayudó. No venía aquí a ser el revulsivo ni el que solucionase de verdad los problemas del Deportivo. ¿Cómo se puede discutir la calidad de un jugador que fue internacional brasileño? Ser internacional en Brasil es que es dificilísimo» comenta Lendoiro al tiempo que desvela que cree que Renaldo «les engañó. «Renaldo creo que incluso nos engañaba con las grandes enfermedades y fallecimientos familiares. A los brasileños hay que conocerlos porque todo el mundo le tenía pánico a fichar brasileños por las fiestas y saraos y en el caso de Renaldo yo creo que algún familiar allegado lo mató dos veces para poder viajar a Brasil», descubrió Augusto en el programa de ‘Los Otros’ de Vamos.
Apenas disputó 23 partidos en Riazor logrando anotar 5 goles y, evidentemente, quedando a años luz de los dos jugadores con los que se había comparado en su presentación. Su bagaje en el Deportivo no dio para más y el club gallego decidió cederle al Corinthians para que recuperara su mejor nivel, algo que no sucedió. Tras su vuelta fue cedido en dos ocasiones más, primero a Las Palmas marcando 14 goles en Segunda División A y a la Unió Esportiva Lleida anotando 8 tantos y descendiendo a la Segunda División B.
Tras el fin del contrato en La Coruña probó suerte en el Extremadura también en segunda división antes de regresar a su Brasil natal. Hasta 16 equipos brasileños contaron con él en sus filas posteriormente: América, Paraná, Seoul, Palmeiras, Paraná, Coritiba, Nautico, Brasiliense, Vitoria, Ceilandia, Democrata, Capital, Dom Pedro, Serrano, Capital otra vez, Itaúna y Vilavelhense; y hasta uno sudcoreano, el FC Seoul.