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Los dos días que Carles Puyol perdió la cabeza

 

Carles Puyol es considerado como uno de los defensas más contundentes y nobles de la historia de la liga española, y al que no se le recuerda (o no se le ha querido recordar) ninguna agresión a un rival o compañero de equipo, aunque la hemeroteca nunca engaña. Más allá de la vergonzosa pelea que protagonizó con Vicente en la selección española, el que podríamos llamar «partido de la excepción» para el defensa blaugrana tuvo lugar el 29 de abril de 2001 en el Camp Nou y enfrentó al FC Barcelona y Real Celta de Vigo, con resultado final de empate a un gol.

El Barça y Celta protagonizaron aquella noche un partido bronco, mal medido por el colegiado Rodríguez Santiago, que terminó desquiciando a los protagonistas del campo como a la tribuna del Camp Nou. Aquel partido, correspondiente a la jornada 32, acabó con nueve amonestados, entre ellos Josep Guardiola y Gabri, que se perdieron por acumulación de tarjetas el posterior derby contra el RCD Espanyol.

Pero la chispa que encendió la mecha final fue el desenlace del rifirrafe constante que mantuvieron Carles Puyol y Gustavo López. En un salto entre los dos jugadores, el defensa azulgrana propinó un brutal codazo al delantero argentino que le provocó una brecha en la ceja izquierda. Puyol, lejos de lanzar el balón a fuera, o disculparse por su acción antirreglamentaria, y con el argentino tendido en el suelo con la cara totalmente ensangrentada, fue a por él totalmente fuera de sí. Mientras el árbitro no daba crédito a la reacción del defensa catalán, este tuvo que ser separado por sus compañeros para evitar que la situación fuera a mucho más. Ambos jugadores acabaron el partido con cartulina amarilla.

 

 

Gustavo López tuvo que ser suturado con grapas para parar la hemorragia, y pudo continuar el partido jugando con la cabeza vendada. Una vez concluido el tiempo reglamentario, el argentino se fue directamente hacia el azulgrana en busca de explicaciones. Reina, que salió disparado del banquillo, frenó a Gustavo López, lo que hizo que se generara una segunda trifulca. Luego aparecieron Dutruel, Dani, Mostovoi y Juanfran evitando males mayores. Aquella tangana terminó con los dos jugadores enfilando el vestuario y el argentino lanzando besos a la grada.

«¿Problemas con Puyol? No pasó nada, es normal que sucedan estas cosas a tantas pulsaciones. ¿Los besos del final? Fueron para mi familia que estaba ahí. Me gusta la gente del Camp Nou… Cuando acaba el partido, todo muere. A mí me ha tocado recibir, pero no soy conflictivo y no lo seré ahora», señalaba Gustavo López atendiendo a los medios de comunicación tras salir de la zona de vestuarios.

Por su parte, el lateral azulgrana, a la conclusión del encuentro, aseguró que en ningún momento tuvo la intención de agredir al delantero celtiña Gustavo López, “no le vi. Yo salté a por el balón y le toqué fortuitamente. Al caer continué jugando por la simple razón de que no sabía que él estaba estirado en el césped. De verdad que no lo he visto. No entiendo su actitud, porque forma parte del juego”.

El defensa culé fue defendido a ultranza por la prensa catalana, que incluso llegó a presentarlo como víctima de los hechos. «A la conclusión del encuentro, el defensa del Barça se fue hacia Gustavo para pedirle perdón y este le respondió con insultos y provocaciones, de manera que Puyol se dirigió inmediatamente hacia los vestuarios para evitar mayor polémica. Al jugador argentino se le pudieron leer por televisión los labios perfectamente, donde faltaba al respeto al defensa catalán», rezaba la crónica del periódico Mundo Deportivo.

 

 

La llamada del arrepentimiento

Al día siguiente Gustavo López recibió varias llamadas de sus amigos argentinos del Valencia, Ayala, Piojo López y Kily González, haciéndose pasar por Puyol para cabrearlo más. Cuando su mujer apareció por enésima vez con el teléfono en la mano diciéndole que era el catalán, Gustavo creyó que era otra broma. «Lo primero que hice fue mandarlo por ahí. Sin embargo, era él. Y ahí me di cuenta de la clase de persona que es, muy vehemente dentro del campo, pero muy buena persona fuera de él. Cada vez que nos encontramos, nos acordamos de esta historia».

 

 

Carles Puyol vs Vicente Rodríguez, el segundo mal día en su carrera

Vicente Rodríguez, delantero del Valencia, siempre ha reconocido que no mantiene una buena relación con Carles Puyol, exdefensa del Barcelona, y que siempre se ha reducido a un estricto trato de profesionales. Ambos protagonizaron en octubre de 2005 un incidente en un entrenamiento con la selección española y acabaron a empujones y enfrentados tras luchar por un balón. Los dos ya vivieron un enfrentamiento similar en un partido de Liga disputado en el Camp Nou entre sus equipos.

Vicente, en declaraciones a la emisora Radio 9, dijó que no habló con Puyol tras aquel mítico pique. «No hemos tenido un trato de hablar todos los días, sino que nos limitábamos a saludarnos y poco más», afirmó. «Unos tienen más feeling con unos que con otros».

El jugador del Valencia relató la jugada que originó la pelea: «Primero él me suelta la pierna por detrás y me duele que me pegue sin balón. Vi que iba a por la pierna y eso no es bueno entre profesionales ni entre compañeros». Además, recordó que hace algún tiempo, también en un entrenamiento con la selección, le hizo daño a Puyol y le pidió disculpas, pero este no las aceptó. «Si me dan una patada con balón no pasa nada, pero me duele que sea sin balón», agregó.