Ronaldo y la afición del Inter vivieron una bella historia de amor entre 1997 y 2002, a pesar del infortunio de las lesiones del delantero brasileño. El respeto entre ambos incluso se mantuvo tras su marcha al Real Madrid, pero una vez fichó por el AC Milan todo cambió radicalmente. Con el paso del tiempo se ha olvidado la realidad de aquella etapa de vuelta del delantero brasileño a la Serie A.
El delantero brasileño en su primera presencia como rossonero ante su exequipo fue continuamente objeto de insultos realmente graves por parte de aficionados interistas, e incluso el propio Ronaldo los insultó tras el partido. «Han exagerado, sobre todo, ofendiendo a mi familia, pero no se puede esperar mucho de personas estúpidas», comentó Ronaldo, tras el partido. Ronaldo, en cambio, ha señalado haber quedado «muy contento» de cómo le han acogido sus excompañeros del Inter: «Han estado muy simpáticos y agradables».
«Estoy feliz por anotar un gol… y basta. Se ha tratado de otro partido más para mí, de otro derbi más. He celebrado el gol normalmente como hago con todo los tantos que marco. Estoy triste por la derrota, ya que eran tres puntos importantes. Pero nos hemos encontrado con un Inter que, como toda la campaña, lo ha hecho bien. Diría que sí, que el triunfo interista es merecido. Quizás en el primer tiempo lo hicimos mejor, pero en el segundo estábamos más cansados que ellos. Para mí ha sido determinante el desgaste que hemos tenido en el partido europeo contra el Celtic Glasgow (miércoles)», dijo Ronaldo, al término del partido. Se trataba del quinto tanto de Ronaldo en un derbi milanés, el primero como rossonero, ya que los anteriores cuatro fueron como jugador del Inter (1997-2002). El brasileño se intercambió al descanso su camiseta con la del interista portugués Luis Figo, haciendo lo propio al final del encuentro con el defensa interista Marco Materazzi.
Ronaldo, que estaba más serio de lo habitual, tras anotar el tanto del 0-1 (m.40), producto de un potente y colocado zurdazo desde fuera del área, lo festejó, aparentemente en respuesta a los silbidos sufridos cada vez que toca el balón, llevando cada mano a una oreja. Y es que Ronaldo había sido recibido, y objeto durante el partido, del sonido de unos 30.000 silbatos interistas, así como con pancartas insultantes. Algunas de tan mal gusto como: «Te has ido como un conejo y ahora vuelves como un cerdo», «Un jugador mediocre, un hombre mal nacido, Ronaldo ingrato», «Ronaldo como Navarro (jugador del Valencia), infame» u «Ojo a la rodilla». Las más «suaves» eran «Mejor un día de Recoba que 100 de Ronaldo» o «El payaso ha llegado».
Posteriormente, y más calmado, intentó suavizar los ánimos en una posterior entrevista. «No esperaba nada. No me había preguntado ‘¿qué va a pasar?’, y sobre todo no había venido a San Siro para ver qué iba a pasar, sino solamente porque me apetecía volver a ese estadio. Estuve cuatro días por Milán y no hice más que fotos y autógrafos, no sabes la cantidad de gente que me paró con cariño. Los que me insultaron el sábado por la noche son una minoría para mí. Y de todos modos no puedo echarle en cara a los que no conocen la verdad o han pretendido no entenderla. En 2007 quería volver al Inter y se lo dije claramente a Branca. Me dijo que tenía que hablar con Moratti, me mantuvieron enganchado durante más de una semana porque mi regreso dependía de la salida de Adriano. Y al final eligieron a Adriano. No podía quedarme más tiempo en Madrid, el Milán que siempre he tenido, y sigo teniendo, en mi corazón. Y sobre todo: el Milan me buscó con todas sus fuerzas y el Inter no me hizo daño. Como la de cinco años antes, cuando fui a Madrid. Porque bajo ciertas condiciones me habría quedado incluso entonces».