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Riquelme en el Real Betis Balompié, historia del no fichaje

 

Juan Román Riquelme estuvo cerca de certificar su fichaje por el Real Betis Balompié en dos etapas muy distintas de su carrera. La primera tuvo lugar en 1998, cuándo pudo haber compartido vestuario con Denílson, y la segunda el septiembre de 2007 con Héctor Cúper en el banquillo verdiblanco.

En ambas ocasiones la operación no llegó a buen puerto y la estrella argentina nunca pudo enamorar a los aficionados del Estadio Benito Villamarín.

 

 

El primer intento tuvo lugar a principios de 1998

El representante y exfutbolista gallego, Francisco García Gerpe, alias el ‘Pibe’, relata la situación que se vivió con Juan Román Riquelme y el Real Betis Balompié a principios de 1998 en una entrevista concedida al portal Más Allá del 10. «Estaba todo preparado para que Juan Román (Riquelme) se fuera de Boca Juniors, tenían atado incluso a su sustituto. Yo hice una gestión telefónica por él con el Betis y Lopera. Me voy para Sevilla sin conocer en persona al presidente. Llego a su empresa. Su secretaria me dice que está muy ocupado, que no me puede atender… Y le digo a la chica: no me voy de Sevilla hasta que el señor Lopera no me reciba. Al final me recibe, pero me dice la chica: ‘hazlo lo más corto posible…’ Estuve toda la mañana con él (ríe). Me llevó a comer. Era un crack. Y al final me dijo: ‘es un gran jugador, pero nos acabamos de gastar la ‘guita’ en Denílson y no podemos comprar a nadie más’. Pero me lo pasé genial con él. Un genio. Si no llegan a hacer esa operación, Riquelme habría jugado en el Betis. Yo le dije, ‘presi’ si no tienen nada que ver. Denílson era un zurdo rápido. Riquelme era un organizador, técnicamente un mago. Cuando le llegaba el balón sabías que era jugada segura. Le veías entrenar y era la leche».

 

Segundo intento,

El septiembre de 2007 Juan Román Riquelme seguía sin ser tenido en cuenta en Villarreal, momento en el que el técnico argentino del Betis, Héctor Cúper, supñaba con contar con la estrella argentina. La posibilidad surgió después el defensor Nano se lesionara seriamente en la rodilla izquierda en Riazor. El posterior diagnóstico fue lapidario: rotura del ligamento cruzado y seis meses de inactividad. Entonces apareció el resquicio en el reglamento que permitía que Riquelme emigrara del Villarreal una vez cerrado el mercado de pases. La normativa española permite incorporar un jugador fuera de término solamente en casos de una baja prolongada.

Pese al interés del cuadro andaluz, Riquelme rechazó la oferta, ya que su prioridad era volver a Argentina.