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El primer partido de Ronaldinho en Europa

 

Ronaldinho disputó su primer partido en Europa con el Grêmio Foot-Ball Porto Alegrense el 2 de marzo de 2000 en el Camp d’Esports de Lleida. Una fría noche en la que coincidió en el mismo estadio con otros futbolistas como Schuster, Laudrup, Bakero, Stoichkov, Begiristain o Urruti. El triste balance fue un empate a cero y al FC Barcelona rechazando el fichaje a coste cero del internacional brasileño, «se lo pudo haber fichado solo pagando los derechos de formación, lo mismo que acabó haciendo el PSG», recuerda Josep Maria Minguella.

Aquel día se celebró el homenaje a Mario Durán, expresidente del club de la Terra Ferma, y estuvo compuesto por dos amistosos que se disputaron en pleno clima invernal: un partido que enfrentó a la plantilla que ascendió el Lleida a Primera División la temporada 1992-1993 con otro de exfutbolistas del Barça, y posteriormente el que enfrentó al conjunto local y a Gremio.

 

 

Ronnie defraudó en aquel partido e incluso falló un penalti, quedando su figura totalmente ensombrecida por el reencuentro con la afición blaugrana de dos exfiguras con pasado madridista: Laudrup y Schuster, que volvían a vestir la camiseta culé (el danés ya lo había hecho un año antes en el homenaje al Dream Team).

El equipo leridano, entrenado por Víctor Muñoz, dio una merecida réplica al Gremio de Porto Alegre, hasta el punto de que hubo momentos en que los ilerdenses parecían los brasileños. Ni siquiera Ronaldinho, considerado por la prensa catalana como «el nuevo Rivaldo», ofreció destellos de su clase. El delantero brasileño estuvo muy solo en punta y las veces que le llegó el balón fue bien frenado por la defensa en zona del Lleida. Es más, no pudo marcar ni desde el punto fatídico.

 

 

Al filo del descanso, Quique Álvarez cometió penalti sobre Rodrigo Gal, pero el meta Raúl adivinó el lanzamiento de Ronaldinho y desvió el balón a córner. Esa fue la única ocasión clara que tuvo el Gremio.

 

 

El Lleida, en cambio, estuvo bastante inspirado en esa primera parte y disfrutó de dos buenas ocasiones para marcar. El meta Danrlei desvió a córner una vaselina muy intencionada de Maldonado y Maia cabeceó un balón al poste antes de que Ronaldinho marrara la pena máxima. Ahí se acabó el partido porque la segunda parte fue para olvidar. Los dos equipos bajaron el ritmo y solamente Zinho mostró en algunas acciones su gran calidad. Pero daba igual. La fiesta, con la presencia del Dream Team y del histórico equipo del Lleida que logró el último ascenso, fue completa y Mario Durán quedó encantado con la magnífica respuesta de la afición, que premió de esa forma su ejemplar ejecutoria al frente del club ilerdense.

 

 

El once titular de la UE Lleida lo formaron Raúl, Fran, Quique Álvarez, Javi García, Oriol, Simplicio, Roa, Maqueda, Maldonado, Maia y Mike. También jugaron Stanic, Calderón, Gallart, Javi Peña, Setvalls, Simeón, Escoda, Josemi y Vladimir.

Carles Busquets fue el gran ausente al ser ingresado ese mismo día en la Clínica Montserrat de Lleida después de la conmoción que sufrió en el entrenamiento matutino tras recibir un balonazo en la cara de su compañero Javi García. El meta, que por aquel entonces jugaba con el Lleida, llegó a perder durante unos minutos el conocimiento y, aunque las pruebas médicas posteriores descartaron una lesión grave, el jefe médico del club, Francesc Biosca, decidió ingresarle en un centro médico para mantenerle en observación.