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Pedro Pineda, el mexicano del AC Milan de Fabio Capello

 

El mexicano Pedro Pineda, con tan solo 19 años, fue presentado como nuevo fichaje del AC Milan de Fabio Capello para las próximas 5 temporadas en 1991, proveniente del modesto Halcones de Neza de la Tercera División de su país. De esta forma se convertía en el primer jugador de México en fichar por un club italiano.

Junto al brasileño Giovane Élber, formó parte de una plantilla cargada de estrellas como Frank Rijkaard, Paolo Maldini, Franco Baresi, Alessandro Costacurta, Marco Van Basten o Ruud Gullit, entre otros. Ambos jugadores nunca aparecieron en las fotos oficiales del club, ni tampoco llegaron a debutar en competición oficial. No hay que olvidar que por aquel entonces en la Serie A italiana solamente 3 futbolistas extranjeros podrían ser inscritos por plantilla, y aquella norma también afectó al joven Boban que recién fichado por el Milan fue cedido al AS Bari.

 

 

La joven promesa nacida en Nezahualcóyotl en 1971 llamó la atención de los rossoneri en la Copa Mundial de Fútbol Sub-20 de 1991, que tuvo lugar en Portugal entre el 14 y el 30 de junio. La selección mexicana cayó en los cuartos de final, aunque Pedro Pineda acabó como segundo máximo goleador del torneo con 4 goles, empatado con el brasileño Giovane Elber y el español Ismael Urzaiz. “Me reclutaron para la Selección Sub-20. Fui al premundial de la Concacaf, calificamos a la Copa del Mundo de Portugal y salí campeón goleador” recuerda incorrectamente el jugador.

 

 

Pedro Pineda logró llegar a Italia gracias a la gestión del promotor Guillermo Lara, aunque todo acabó mal, muy mal. “Imagínate lo que era estar en ese equipo. Lo dirigía Fabio Capello, y habían figuras como Franco Baresi, Palo Maldini, Alessandro Costacurta, los holandeses Rijkaard, Gullit y Marco van Basten. Estuve ahí poco tiempo, solamente entrenaba”, lamenta. En su memoria quedó la humildad de Roberto Donadoni, todo un consagrado en el conjunto milanés, “Roberto todos los días me pasaba a recoger por el hotel para ir a entrenar a Milanello. Él se desviaba de su trayecto para llevarme. Me contaba muchas anécdotas y me devolvía al hotel».

 

 

El prometedor mexicano pasó completamente desapercibido en territorio italiano sin disputar ni un solo partido oficial con los rossoneri, estuvo totalmente desasistido por Lara y nunca se llegó a adaptar. “Guillermo Lara era mi promotor, pero hubo mala gestión. No sé si él o de alguien más… El Milán me mandó a jugar al Chivas de Guadalajara a préstamo, pero… ¡No había quien me pagara! No sabía si tenía que hacerlo Chivas o Milán. Lara me decía que no había recursos, que no había dinero”.

 

 

Su regreso a Europa, tras la cesión en el Chivas, ya no fue alegre y estaba lleno de incertidumbres. «Me traicionó la directiva de Chivas, que representaba González Paul, y el promotor Memo Lara. No me cumplieron económicamente. Ellos hicieron su ‘bisne’ y adiós. Me dejaron en un hotel de Milán sin aviso ni nada. Pregunté por él en la recepción y me dijeron que se había ido a Los Ángeles. Imagínense lo que sentí a mis 20 años».

Por suerte para el joven Pineda, recibió una llamada que lo cambiaría todo, “me contacta Panchito Hernández, eterno vicepresidente del América, y me pregunta cuál era mi situación. Al saber todo lo que me sucedía me dijo: ‘¿No tienes la ilusión de venir al América?’ y me emocioné. Yo siempre fui seguidor de las Águilas y en dos semanas, el AC Milan me soltó y firmé por tres años”.

 

 

Así se puso punto final al discretísimo paso de Pedro Pineda por Italia, tan discreto que ni el propio Arrigo Sacchi (último entrenador antes de la toma del cargo por parte de Capello) lo pudo recordar al ser preguntado en la Ceremonia de Investidura del Salón de la Fama 2019. El estratega italiano respondió de manera sincera y afirmó que no recordaba al delantero. “Discúlpame, no me acuerdo de él. Me acuerdo de Hugo Sánchez, un grandísimo jugador. Era un difícil jugador. Soy viejo, pero no tanto”, dijo Sacchi.

 

 

Nueva vida, nuevo inicio

Tras su marcha de Italia, Pedro Pineda pasó por un total de 11 equipos en donde vivió de todo, alegrías y tristezas. Como lo que pasó en Necaxa: “Fui delantero titular toda la temporada (1997-98), máximo goleador del equipo, llegamos a la final, y le dieron mi lugar a Carlos Hermosillo.

Se me hizo muy injusto lo que hizo Raúl Arias, el director técnico de los necaxistas. Me di cuenta de que había manejos raros… Se lo dije al mismo Raúl, no me gustó para nada, pero en fin, esas eran las reglas”.