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Michael Laudrup, el gran clase danés

 

Michael Laudrup durante su etapa como futbolista fue sinónimo de talento con mayúsculas, sin duda alguna una de las estrellas europeas más destacadas de la historia del fútbol. Sobre el césped su visión de juego era espectacular, incluso en espacios muy pequeños, capaz de realizar pases imprevisibles al hueco y sin mirar, un privilegiado con el balón, muy elegante y efectivo en sus movimientos, en especial con su regate más popular, «la croqueta».

 

 

Pero la total seguridad en sí mismo, y a la vez la exigencia constante de buscar la perfección, le acabaron provocando problemas con sus entrenadores. En especial con Johan Cruyff en el Barça, y con Richard Møller Nielsen en la absoluta danesa, al que dejó colgado al no estar de acuerdo con sus planteamientos defensivos antes del mayor logro de la historia de los daneses, la consecución de la Euro de 1992. A pesar de ello pudo disputar dos Mundiales, el de 1986 y el de 1998, y dos Eurocopas, la de Francia de 1984 y la de Alemania Federal de 1988, aportando 26 goles en 52 internacionalidades, compartiendo alineación con su hermano Brian en más de una ocasión.

 

 

El nacimiento de un mediocampista superlativo

Michael Laudrup nació el 15 de junio de 1964 en Frederiksberg (Dinamarca) en el seno de una familia que amaba el fútbol con locura. Su padre, Finn, y su tío, Ebbe Skovdal, habían sido futbolistas profesionales durante su juventud en clubes como el Brøndby y Aberdeen, con ellos y sus habituales partidos en el jardín de casa empezaría su temprana formación. El 22 de febrero de 1969 nacería su hermano Brian, otro gran futbolista para la historia, aunque con diferente trayectoria.

 

 

Siendo Finn jugador-entrenador del modesto Brøndby, ambos hermanos se unieron a la cantera del club danés. Pero cuando en 1976 el padre fichó por el Kobenhavns Boldklub (más conocido como KB), de 1. division, Michael siguió sus pasos y curiosamente debutó en el primer equipo justo en la temporada en que Finn optó por regresar a su antiguo club. Culminado el ascenso a la máxima categoría con el Brøndby, Finn, que por entonces tenía 36 años, decidió colgar las botas. El hueco que dejó libre fue ocupado por Michael, quien regresaba así a la que consideraba su casa.

 

 

En 1982 Michael fue nombrado Futbolista Danés del Año tras 52 partidos y 27 goles, lo que atrajo a numerosos ojeadores de toda Europa y le permitió debutar con la selección absoluta danesa el 15 de junio de ese mismo año, convirtiéndose en el segundo jugador más joven en conseguirlo, el primero fue Harald Nielsen.

 

 

Juventus y Liverpool le ofrecían un contrato mareante, pero los «reds» en el último momento trataron de modificar el acuerdo (pasando de tres a cuatro el número de años del mismo) por lo que Michael se decantó por la Vecchia Signora al entender que no actuaron de forma limpia. El shock llegó cuando, tras aterrizar en el país transalpino, la Juventus le comunicó que iba a ser cedido a la SS Lazio durante dos temporadas, debido a que solamente podían formar dos extranjeros por escuadra en la Serie A… «Creo que el Liverpool era entonces uno de los tres mejores equipos de Europa», recuerda Laudrup. Así que pensaron que este joven danés les llamaría y les diría ‘por supuesto que vendré’, pero no lo hice, y dos semanas después firmé por la Juventus».

 

 

En Roma Michael llegó a disputar 60 partidos y marcó 9 goles, regresando a la Juventus el verano de 1985 para sustituir a Zbigniew Boniek, compartiendo el medio campo con el Balón de Oro Michel Platini. En su primer año en el club, ganó la Serie A de 1985-86, así como el trofeo de la Copa Intercontinental, marcando el gol del empate en la final, aunque posteriormente falló un penalti en la tanda de penaltis.

 

 

Michael Laudrup volvió a ser nombrado Jugador Danés del Año en 1985. Sin embargo, la temporada siguiente fue una pesadilla cuando empezó a sufrir múltiples lesiones. Cuando Platini se retiró en 1987, se esperaba que Laudrup liderara el equipo en su lugar, jugando junto al recién comprado delantero galés Ian Rush. Pero la realidad fue que Laudrup no estuvo a la altura de Platini, y no marcó ningún gol a pesar de jugar los 30 partidos de la temporada 1987-88.

 

 

La Juventus se quisó desprender de él, y en 1989 se unió al «Dream Team» de Cruyff, convirtiéndose así en uno de los pilares de la racha de éxitos sin precedentes del FC Barcelona de principios de los 90. En sus cinco años en el Camp Nou, ganó cuatro títulos de liga seguidos, una Copa del Rey, dos Supercopas de España, la Supercopa de la UEFA y la primera Copa de Europa de la historia de la entidad.

 

 

La llegada de Romário al conjunto blaugrana le convirtió en el cuarto extranjero, algo que nunca aceptó y que provocó la ruptura con Cruyff, que incluso le dejó fuera del equipo de la final de la Copa de Europa de 1994. Ante los rumores de su marcha al Santiago Bernabéu cuentan las malas lenguas que Guardiola se sintió tan molesto que lloró y le rogó a Laudrup que por favor cambiara de opinión, algo que no sirvió absolutamente de nada.

 

 

«No, creo que sorprenda a nadie, pero mi estancia en el Barcelona ha finalizado. Las causas de mi marcha tampoco son un misterio. Mis compañeros y la afición son admirables, pero los problemas que he tenido con Cruyff a lo largo de estos cinco años han sido determinantes. Le he dado muchas vueltas y es complicado hablar del entrenador. Por un lado tengo que agradecerle que me permitiera volver a disfrutar del fútbol en un gran club. Pero no aguanto más. Es esa la pura realidad. Las relaciones con Cruyff siempre han sido malas. La última vez que hablé con él fue en el mes de enero. Creo que en el fútbol el factor humano es fundamental y si el grupo que hay en el vestuario no fuera impresionante, no sé lo que hubiera pasado. El grupo ha salvado muchas cosas y también ha ganado títulos a base de aguantar. Llevo 11 años fuera de Dinamarca y jamás me había encontrado con unos compañeros tan extraordinarios» aseguró el 23 de mayo de 1994 en su despedida el astro danés.

 

 

Al incorporarse al Real Madrid, rival del Barcelona, Michael Laudrup influyó de inmediato en la consecución del título de Liga, para poner punto final al predominio culé. A pesar de jugar solamente 62 partidos de liga con el Real Madrid, en 2002 fue elegido el 12º mejor jugador de la historia del club. En 1999 se le concedió el título de mejor jugador extranjero del fútbol español de los últimos 25 años, en parte porque ningún otro jugador extranjero había ganado 5 ligas seguidas en la historia del fútbol español y mucho menos había participado en ambos bandos de los humillantes 5-0 que se infligieron Barça y Madrid en los 90. Incluso Romário como Raúl describieron a Laudrup como el mejor jugador con el que habían jugado.

 

 

O tal vez, como creía su mentor Cruyff, Laudrup simplemente se sentía cómodo con el fútbol como forma de arte, como búsqueda estética. Un jugador al que lo difícil le resulta tan increíblemente fácil puede tener fama de perezoso, por muy injusta que sea. «Si Michael hubiera nacido en un gueto pobre de Brasil o Argentina, con el balón como única forma de salir de la pobreza, hoy sería reconocido como el mayor genio del fútbol de todos los tiempos. Tenía todas las capacidades para alcanzarlo, pero le faltaba ese instinto de gueto, que podría haberle impulsado», dijo Cruyff.

 

 

Después de dos campañas defendiendo la camiseta madridista, en 1996 y con 32 años aceptó una propuesta millonaria del Vissel Kobe japonés, para optar al ascenso a la J1 League. Laudrup fue el fichaje estrella del conjunto nipón para aspirar al ascenso, y su participación fue decisiva para conseguir el objetivo de dejar atrás la Football League, 5 goles en 12 partidos. El año siguiente ya en J1 League, Laudrup tan solo disputó 3 partidos antes de rescindir su contrato para poner rumbo al Ajax, aunque su fichaje no fue tan sencillo…

 

 

El fichaje fantasma por el Čelik Zenica de Bosnia

Sin saberlo, Michael Laudrup fue fichado por el modesto Čelik Zenica de Bosnia en 1997, de camino al Ajax de Ámsterdam, y las autoridades holandesas y bosnias sospecharon que se trataba de blanqueo de dinero y evasión fiscal. Como descubrió el periódico bosnio Dnevni Avaz, el gran danés se inscribió de alguna manera en el Čelik a principios de agosto de 1997, después de que aceptara rescindir su contrato con el Vissel Kobe japonés. Desde el Čelik fue, oficialmente, transferido al Ajax de Ámsterdam, el club en el que un año después puso fin a su famosa carrera.

Los investigadores holandeses descubrieron que el Ajax pagó 1,95 millones de dólares al Čelik por los derechos de traspaso de Laudrup. Las autoridades holandesas sospecharon que esto se hizo para reducir el coste de la operación para el Ajax, ya que una cuota de club a club quedaba libre de impuestos en Holanda, a diferencia de una cuota de transferencia pagada directamente a un jugador, como recompensa por su firma del contrato. Creyendo que se habían malversado unos 5 millones de florines en impuestos, los holandeses se pusieron en contacto con sus homólogos bosnios la primavera pasada, pidiéndoles que iniciaran una investigación sobre esta extraña historia.

La policía bosnia registró entonces las oficinas de Čelik en busca de cualquier documentación relacionada con la misteriosa transferencia. «Nosotros no hemos iniciado esta investigación, solamente estamos prestando ayuda legal internacional, tal y como nos han pedido la Fiscalía holandesa y sus autoridades fiscales, la FIOD», explicó el fiscal del distrito de Zenica, Muris Hadziselimovic.

Los documentos del Čelik en los que se basó el Ajax para realizar el pago fueron emitidos en las oficinas del club, pero fueron firmados por una persona no autorizada. También resultó que los 1,95 millones de dólares nunca llegaron a la cuenta bancaria del club bosnio, sino a la de cierto agente de fútbol en Montecarlo.

En 1997, el Vissel no podía permitirse mantener a Laudrup con su sueldo de 1,2 millones de dólares, y cuando el futbolista recibió una invitación del entonces entrenador del Ajax, Morten Olsen, el club japonés accedió a liberar al danés sin indemnización, a cambio de que renunciara al sueldo. En circunstancias aún no establecidas, antes de ser transferido al Ajax, Laudrup fue «aparcado» de alguna manera en Zenica, para abaratar la operación para los holandeses. «No hay duda de que Laudrup fue inscrito en el Celik como agente libre, pero no jugó ni un solo partido», dice Samir Skrgo, director del Celik. «Han pasado siete años desde la fecha y lo cierto es que casi nadie en la Junta Directiva conocía el fichaje, hasta que nos lo comunicaron desde la Fiscalía». Por supuesto, Laudrup nunca vistió la camiseta de Čelik y, de hecho, nunca puso un pie en las oficinas del club.

 

 

Despedida en el Ajax

El verano de 1997, Louis Van Gaal dejaba al Ajax en cuarta posición en la Eredivisie antes de partir dirección al FC Barcelona Fue entonces cuando llegó un danés al banquillo, Morten Olsen. Técnico que conocía bien a Michael. Así, a través de él, fue como el hermano mayor de los Laudrup tomó el camino inverso a Van Gaal, aterrizando en los Países Bajos con 33 años.

Van de Sar, Blind, los hermanos De Boer, Witschge, Litmanen y ahora Laudrup serían la columna vertebral de un Ajax con una media de edad sobre los 25 años. Laudrup acabó disputando 21 partidos de liga, 5 de UEFA y 4 de la KNVB beker donde, además de la excelencia de sus pases de la que se aprovecharon sus compañeros, anotó 13 goles.

Tras ello, Michael Laudrup colgaría las botas y Morten Olsen no llegaría a Navidad, siendo sustituido por Jan Wooters, que se conseguiría repetir título copero.