Un líbero es un defensa que juega por detrás del resto de la línea defensiva, con la responsabilidad de cubrir la espalda de otros defensores, a la vez que tras una recuperación se convierte en el primer organizador de juego. Es considerado como uno de los jugadores con más capacidad para leer el juego sobre el terreno de juego y disfruta de libertad de obligaciones de marca cuando su equipo está en posesión del balón.
La posición de líbero nació fruto de dos sistemas diferentes, pero ambos basados en el Catenaccio, originario de Suiza. Primero, en la defensa de cuatro de Karl Rappan en el fútbol nacional suizo de los años 30, y después en la selección nacional helvética. En este sistema, uno de los laterales cubría desde una posición más profunda y central, por detrás del resto de la zaga. En Italia, en la década de 1960, Nereo Rocco y Helenio Herrera evolucionaron a su manera el Catenaccio y utilizaron un líbero con el AC Milan y el Inter de Milán, respectivamente. En este entramado defensivo, el jugador más retrasado realizaba la cobertura de otros defensores que marcaban al rival, antes de lanzar contraataques con pases directos hacia adelante.
Con el paso del tiempo, y la aplicación de nuevas normas, los líberos han desaparecido en el fútbol moderno, como lo hacían al principio, ya que su posición en profundidad no se adapta a la regla del fuera de juego, ni al uso generalizado de tres delanteros. A continuación os nombramos los jugadores que alguna vez durante su carrera han ocupado esta posición y que para nosotros han sido los mejores líberos de la historia.
Franz Beckenbauer (Alemania)
Franco Baresi (Italia)
Elías Figueroa (Chile)
Bobby Moore (Inglaterra)
Daniel Passarella (Argentina)
Matthias Sammer (Alemania)
José Nasazzi (Uruguay)
Ruud Krol (Holanda)
Gaetano Scirea (Italia)
Lothar Matthäus (Alemania)