La Copa Intercontinental de 1986 enfrentó un 14 de diciembre en Estadio Nacional de Tokio al campeón europeo, el Steua de Bucarest, contra el campeón sudamericano, River Plate. Los argentinos contaban con jugadores importantes como: Nery Pumpido, Oscar Ruggeri, Héctor Enrique, Américo Rubén Gallego, Roque Alfaro, ‘Beto’ Alonso, Antonio Alzamendi y Juan Gilberto Funes; mientras que los rumanos llegaban con Belodedici, Stoica, Lăcătuş y Piţurcă.
El cuadro suramericano estaba decidido a llevar un nuevo trofeo a Argentina para dar un final feliz al año de gracia del fútbol argentino, que en 1986 llevaba ganados tres títulos de importancia: campeón mundial, en México 86; Copa Libertadores y campeón de los III Juegos Suramericanos, en Chile. Los de Núñez además llegaban tras ganar el campeonato argentino de la 1985-1986 con 10 puntos de ventaja sobre su escolta, Deportivo Español, y alzar por primera vez en su rica historia la Copa Libertadores de América, después de ganarle al América de Cali de Falcioni, Ischia, Roberto Cabañas y Gareca 2 a 1 en Colombia y 1 a 0 en Núñez.
El Steaua de Bucarest dominaba el campeonato rumano y en la final de la Copa de Europa de 1986, disputada en el Sánchez Pizjuán de Sevilla ante el FC Barcelona, se dio un hecho insólito. Tras el 0 a 0, el conjunto catalán erró los cuatro penales de la definición (algo solo igualado por Boca en la final de la Libertadores de 2004), y los rumanos ganaron 2 a 0 (entre ambos equipos fallaron 6 de los 8 disparos).
Aquella fue la vigésima quinta edición del torneo que enfrentaba al campeón de la Copa Libertadores de América con el campeón de la Copa de Europa. Se llevó a cabo, por séptima vez consecutiva, en un único encuentro jugado el 14 de diciembre de 1986, en el Estadio Nacional de la ciudad de Tokio ante 62.000 espectadores. El árbitro del encuentro fue el uruguayo José Martínez Bazán, con Lee Do Ha, de Corea del Sur, y Shizuo Takada, de Japón, como jueces de línea.
El equipo sudamericano se llevó la victoria por la mínima diferencia, con un gol de Antonio Alzamendi en el minuto 28 de juego, jugador que fue nombrado «Man of the Match». Así, River Plate alcanzaba por primera vez el título de campeón mundial.
El Steua de Bucarest de Iordanescu utilizó un uniforme especial para la ocasión, de color celeste, que evocaba los inicios del club. En dicho partido, se retiró profesionalmente el destacado mediapunta de River, Norberto Alonso. «Fue el último acto de mi carrera como futbolista profesional. Lo viví junto a mis queridos compañeros, dignos de aquella obtención. Un 14 de diciembre de 1986, hace 35 años, River Plate se coronaba campeón del mundo. La Copa Intercontinental, se iba para Núñez».
Con este galardón, el club dirigido por Héctor «Bambino» Veira, se convirtió en el primer equipo en la historia del fútbol argentino en conseguir el denominado «triplete» en un año calendario.