Con 45 años, Edwin van der Sar decidió volver a los terrenos de juego fichando por el club que lo vio nacer como portero, el Voetbalvereniging Noordwijk de la cuarta división neerlandesa. El legendario portero holandés, no disputaba ningún encuentro oficial desde que colgó los guantes en 2011 tras perder la final de Champions en Wembley ante el FC Barcelona.
En 2016 el VV Noordwijk empezó las negociaciones con Van der Sar cuando su portero titular, Mustapha Amezrine, se lesionó. El conjunto andaba inmerso en la lucha por el ascenso junto al Quick Boys, y pidió el favor al mejor jugador surgido de su cantera y asiduo a los partidos en el Sportpark Duinwetering.
Así pues, el exinternacional neerlandés se puso bajo los palos en el duelo crucial ante el Jodan Boys, tras un permiso especial concedido por la propia federación neerlandesa. Edwin, como no podía ser de otro modo, aceptó. En la primera parte, el árbitro pitó un penalti a favor del Jodan Boys, y Van der Sar lo detuvo ante la locura del público asistente.
Pese a que el portero no pudo celebrar un triunfo aquella tarde de fútbol amateur, el VV Noordwijk logró el empate a uno en el minuto 94, lo que les mantuvo vivos en la pelea para promocionar. El siguiente lunes, Van der Sar volvió a colgar los guantes y a ponerse el traje de director de marketing del Ajax.
Edwin van der Sar ya había jugado en el Noordwijk hasta los 20 años antes de fichar por el Ajax de Ámsterdam, entonces dirigido por Van Gaal, donde empezó su emocionante carrera deportiva que le llevó a ganar tantos títulos. Entre ellos destacan las dos Champions League que están en su palmarés, conseguidas con el Ajax en el 1995, y el Manchester United en el 2008.