Mauricio «El Chaparrito» Cienfuegos estuvo muy cerca de fichar por la Unió Esportiva Lleida para disputar la liga española de primera división de la temporada 1993-1994 ante rivales como Romário, Bebeto, Stoichkov, Laudrup, Zamorano o Suker.
Después de solo una temporada en Santos Laguna, el internacional salvadoreño decidió probar suerte primero en el Servette suizo y después en el equipo entrenado por José Manuel Esnal «Mané», aunque sus altas pretensiones económicas acabaron dinamitando su salto a Europa.
Cienfuegos fue uno de los muchos fichajes que no acabaron de concretarse para el conjunto ilergeta, junto al de Pier Luigi Cherubino (en formato cesión), Velko Iotov, Francisco Javier Oliete, Elivelton, Bertelsson, Otosson, Olson, Froberg, Radinovic, Eskilsson, Cosic, Rodax, Ale, Đurđević, «Torpedo» Caballero, Omam-Biyik, Ricky Owubokiri, Romildo o incluso Yekini, Tchami, «Platini» Sánchez o Viola, sueños totalmente inalcanzables para el conjunto catalán en su retorno a la Primera División.
El salvadoreño José Mauricio Cienfuegos, apodado «El Chaparrito» por sus 1,66 metros de estatura, se incorporó a los entrenamientos de la plantilla ilergeta el 30 de septiembre de 1993, ya con la temporada empezada. El exjugador del Santos Laguna de México y del Atlético Morelia, dio muestras de su fuerza y velocidad en sus primeros entrenamientos, en los que también participaba el paraguayo Pablo «Torpedo» Caballero, joven delantero que también buscaba su oportunidad en el fútbol español. Cienfuegos ocupaba la demarcación de centrocampista y había sido cuarenta veces internacional con la selección salvadoreña.
Finalmente, el 2 de octubre se desestimó el fichaje de ambos jugadores, el paraguayo por motivos deportivos y la del salvadoreño por sus altas pretensiones económicas. Cienfuegos se quedó sin club varios meses hasta que aceptó volver a México para fichar por el Jaibos Tampico Madero.