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Marcelinho Carioca en el Valencia CF

 

Marcelo Pereira Surcin, más conocido como Marcelinho Carioca, llegó a España como una de las grandes estrellas del equipo de ensueño que armó el Valencia CF para conseguir el título de liga de la temporada 1997-1998.

El brasileño debía competir con Romário, Adrian Illie, «El Burrito» Ortega, Goran Vlaovic, Claudio «El Piojo» López, Nicolás Oliveira o Miguel Ángel Angulo, para hacerse con un sitio en el once inicial ché.

 

 

Polémico, indisciplinado, controvertido… pero con un toque de balón único, dejó a la afición de Mestalla con las ganas de saber por qué le apodaban «Pé de Anjo (Pie de Ángel)». La destitución del técnico Jorge Valdano precipitó uno de los mayores descalabros nunca vistos en España. El nacido en Río de Janeiro, terminó participando tan solo en seis partidos oficiales, y su único gol se lo marcó al Hércules en la Copa Generalitat.

 

 

El Valencia fichó al brasileño del Corinthians Marcelinho Carioca por 735 millones, sufragando así el traspaso de Russo, del Vítoria de Balda, al Corinthians, valorado en 450 millones. La cláusula de rescisión del contrato de Carioca ascendería a los 12.500 millones de pesetas. Paco Roig, presidente del Valencia CF por aquel entonces, presentó al brasileño un 7 de julio de 1997 como un excelente lanzador de faltas, conocido por el sobrenombre de «Pé de Anjo (Pie de Ángel)», calzaba apenas un 35.

 

 

Los seguidores valencianistas veían en él la guinda del pastel que había estado cocinando el entonces entrenador Jorge Valdano. Sin embargo, la destitución de este trajo consigo el ostracismo al que se vio sometido por parte del italiano Ranieri, totalmente contrarios a la hora de entender el juego.

 

 

Antes de su llegada a España destacó en el Corinthians, hasta el punto que en 1996 la Federación de Estados Unidos le ofreció nacionalizarlo para disputar el Mundial de Francia ante el ostracismo al que era sometido por el seleccionador brasileño Mário Jorge Lobo Zagallo. «Si es cierto, hubo mucho interés para que fuera a jugar allí y una vez nacionalizado jugar el próximo Mundial con la selección americana, quieren subir el nivel del fútbol. Pero aquello hubiese sido como traicionar a mi patria, soy brasileño y siempre lo seré».

Después de media temporada siendo más noticia por temas extradeportivos que por los puramente deportivos, dejó la disciplina valencianista en el mercado de invierno. La Federación Paulista de Fútbol se hizo con sus derechos por 7 millones de dólares y decidió subastar al jugador por teléfono entre los hinchas de los clubes paulistas Corinthians, San Pablo, Palmeiras y Santos. La Federación cobró tres dólares por cada comunicación y el club que acumuló mayor cantidad de llamadas de hinchas fue el Corinthians que se hizo con sus servicios a pesar del interés de Boca Juniors, entrenado por aquel entonces por Héctor Rodolfo Veira.