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Luis Enrique en el Real Oviedo, historia del no fichaje

 

La historia de Luis Enrique en el Real Oviedo fue breve, tan solo 3 meses entrenando en el conjunto asturiano sin haber firmado en ningún momento un contrato. Aquel joven, que posteriormente se convertiría en uno de los ídolos de El Molinón tan solo estuvo vinculado al conjunto del Carlos Tartiere mediante una pequeña cantidad de dinero, y un precontrato sin validez legal.

“En el tercer año de juvenil éramos un equipo muy flojo y habíamos subido a Liga Nacional. Ismael me dice que el Sporting me quiere para el juvenil, pero yo le contesté que había ido a La Braña en infantiles y que hasta que no acabase de juvenil, no salía. A Ismael le encantó que me quedase y salvamos la categoría. Yo soy sportinguista a muerte. Iba a El Molinón con la bandera que me hizo mi madre. Me pinchas y sale sangre rojiblanca. Pero claro, tonto no soy. Después de tres años en el Sporting en los que no jugué nada, cuando me quieren fichar para el Sporting Atlético lo único que les pido es que me aseguren que me voy a quedar porque en pretemporada éramos cincuenta y pico. Pero me dijeron que no, que como los demás”, explicó Luis Enrique.

 

 

“Solo tengo buenas palabras para los dirigentes del Oviedo. Vicente, que era el entrenador del Vetusta, vino a mi casa varias veces junto a Pichito. Y yo no sabía ya qué decirles. Encima estaba Miera como entrenador del primer equipo y me garantizaban entrenar con él. Por eso me supo mal después dar la vuelta. Firmé un precontrato y me pagaron unos meses de adelanto que devolví, por supuesto. Yo avisé al Sporting de que el Oviedo me estaba apretando. Empezó a salir en la prensa que cómo era posible que se escapara un jugador que está en un filial. Cuando firmé por el Oviedo, un día me llamó el seleccionador asturiano de juveniles, Tino Argumosa, y me dijo que el Sporting me quería fichar y que se podía cambiar el contrato con el Oviedo, que era ilegal. Entonces me subieron a Mareo y nos reunimos con el presidente, Ramón Muñoz. Me dieron el doble de lo que iban a cobrar los demás del Sporting Atlético, sin pedirlo. Me acuerdo del cachondeo con el Pitu cuando íbamos a cobrar. Y me garantizaron que me quedaba en la plantilla”, finaliza.

 

 

«Yo no lo fiché, llegó con Bango y estuvo tres meses entrenando con nosotros. Le habían pagado una cantidad, pero el chaval enseguida la devolvió porque lo que quería de verdad era jugar en el Sporting. Luis Enrique no tenía ficha ni nada firmado, tan solo un documento que no servía. Cuando llegué yo tenía ese problema sobre la mesa y al final él regresó al Sporting. La verdad es que Luis Enrique hizo lo que tenía que hacer, escogió la mejor opción para él y le resultó muy bien», asegura el expresidente del Real Oviedo Eugenio Prieto.