Juventus, Roma, River Plate, Atlético de Madrid, Lazio, Manchester United, y también los diablos «rossoneri» del AC Milan, han saboreado el infierno del descenso al menos una vez durante su historia. Sí, el mítico estadio de San Siro probó el tosco Calcio ochentero de la Serie B dos temporadas, aunque muchos aficionados al fútbol lo desconozcan o lo hayan querido olvidar…
El primer descenso, temporada 1979-1980, y el escándalo del «Totonero»
La temporada 1979-1980, el AC Milan terminó tercero de la tabla clasificatoria de la Serie A con 36 puntos (ganó 14 partidos, empató 8 y perdió 8). Sin embargo, como consecuencia de un curioso escándalo conocido como el «Totonero» descendió a la Serie B.
Este oscuro capítulo del fútbol transalpino, que dañó seriamente su imagen, empezó cuando el empresario Massimo Cruciani (dedicado a la distribución de fruta a gran escala) logró contactar a través de unos intermediarios con varios jugadores de la SS Lazio, con el objetivo de amañar una serie de partidos con los que lucrarse durante la temporada 1979-1980. Los jugadores del conjunto romano accedieron a la propuesta, pero Cruciani no quedó satisfecho con el reparto de las ganancias entre las distintas partes y decidió destapar toda la trama ante los Carabinieri.
Días después de las primeras detenciones, la fiscalía italiana llamó a declarar a 48 jugadores y dirigentes del fútbol italiano, y el 23 de marzo de 1980 la Guardia di Finanza procedió a la detención de varios jugadores implicados. La fecha coincidió con una jornada de la Serie A y Serie B, por lo que algunos arrestos se produjeron ¡en pleno terreno de juego!
La detención más relevante fue la del entonces presidente del AC Milan, Felice Colombo, que fue inhabilitado de por vida junto al portero Enrico Albertosi.
Fueron también arrestados Stefano Pellegrini (US Avellino), Sergio Girardi (Génova FC), Massimo Cacciatori, Bruno Giordano, Lionello Manfredonia y Giuseppe Wilson (SS Lazio), Giuseppe Dossena y Giuseppe Savoldi (Bolonia), Oscar Damiani (Nápoles), Guido Magherini (US Lecce), Giorgio Morini (AC Milan), Guido Magherini (Palermo), y Gianfranco Casarsa, Mauro Della Martira y Luciano Zecchini (AC Perugia). También se forzó a prestar declaración a Paolo Rossi (AC Perugia), que posteriormente fue inhabilitado durante 2 años, y a su vuelta pudo jugar las tres últimas jornadas y ayudar a su nuevo equipo (Juventus) a ganar el título liguero. Finalizado el campeonato, Enzo Bearzot le convocó para el Mundial de 1982, coronándose campeón y máximo goleador, con seis tantos. Tras aquel éxito, acabó el año siendo elegido Balón de Oro europeo.
Hay que recordar que además del descenso a la Serie B de la SS Lazio y AC Milan, el Bologna, el Avellino y el Perugia también sufrieron una penalización de cinco puntos para la siguiente temporada.
Pasado el escándalo, el paso del AC Milan por la Serie B fue efímero, consiguiendo acabar primero con 50 puntos (18 partidos ganados, 14 empatados y 6 perdidos), 49 goles a favor y 29 en contra durante la temporada 1980-1981. Un balance final que explica por si solo la superioridad «rossoneri» en su primera temporada en el infierno.
El segundo descenso, temporada 1981-1982
Como si de una auténtica pesadilla se tratara, la alegría del ascenso solo duró una campaña, ya que la 1981-1982, esta vez por deméritos deportivos, el club solo sumó 24 puntos (6 ganados, 11 empatados y 13 perdidos) durante la temporada regular descendiendo de nuevo a la Serie B al terminar catorceavo de 16 equipos.
Durante la posterior 1982-1983 se repitió la historia vivida dos años antes, y el AC Milan volvió a salir campeón con 54 puntos (a ocho de distancia de la SS Lazio). Ganó 19 partidos, empató 16 y perdió 3, anotando 77 goles y recibiendo 46.
En su nuevo regreso a la Serie A, acabó sexto con 32 puntos, y tres años después llegaría a la presidencia Silvio Berlusconi para cambiar la historia del club de forma definitiva.