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Crítica de «Il Divin Codino», la película de Roberto Baggio en Netflix

 

«Il Divin Codino», dirigida por Letizia Lamartire, ha llegado por fin a Netflix, sin duda uno de los films futboleros más esperados de todos los tiempos, la biografía cinematográfica del campeón del pueblo italiano, el mítico Roberto Baggio. Una película atrevida que consigue algo que últimamente es tan difícil de ver en las películas futboleras: ser honesta, sencilla, realista y mostrarnos las miserias de la vida cotidiana del protagonista, sin rehuir de las polémicas.

Aunque «Robby» es considerado por unos como el mejor futbolista italiano de la historia, y por otros un gran jugador (algo que naturalmente puede ser discutido a nivel subjetivo), lo que nadie niega es que es un campeón más allá de las grandes victorias. Un jugador con una fuerte personalidad capaz de levantarse una y otra vez cuando ya no hay prácticamente margen para el éxito. Quizás esta fuerza sobrenatural, asentada en la práctica del budismo (que juega un gran papel en el film y en su vida), es la que hace que sea tan amado por los italianos y los amantes del deporte rey. Un ejemplo de superación mire como se mire, que lo convierte en un gran ser humano, a pesar de algunas contradicciones en su vida personal como su pasión por la caza totalmente contraria al credo del budismo.

 

 

«Il Divin Codino» de Netflix incide especialmente en mostrarnos las consecuencias psicológicas de las graves lesiones que interrumpieron en más de una ocasión una carrera deslumbrante que explotó en ese punto de penalti de la final del Mundial del 94. Y lo hace de una forma natural, casi alejándonos de los momentos de esplendor de su carrera, como cuando se nos muestra los enfrentamientos con sus técnicos (en especial con Arrigo Sacchi) o consigo mismo, siempre exigiéndose el máximo.

 

 

Otro de los méritos de la película es la increíble metamorfosis física del actor Andrea Arcangeli en Roberto. Hay momentos en los que no sabemos si vemos al verdadero jugador o al actor. Sin duda una gran actuación en una película exigente por el profundo drama que nos propone, alejada de mentiras edulcoradas para los sensibles. Es aquí, en el centro de la tristeza, donde nace la evolución de su relación con su padre, Florindo Baggio, interpretado por un gran Andrea Pennacchi, un padre de familia granítico y cariñoso, de esos que tienen un corazón duro, pero que siempre late para sus hijos. Podríamos extrapolar este aspecto a la relación de pareja con su mujer, siempre presente en su vida para ayudarle en los momentos más difíciles.

“Il Divin Codino” es sin duda una muy buena película, con unos recursos técnicos más que aceptables y con una correcta recreación de los partidos. Nos refleja todos los aspectos más esenciales de la vida de Roberto Baggio como persona y futbolista, des de la parte dramática y humana, algo que evidentemente nos toca la fibra sensible durante todo el metraje y hace que nos quedemos absortos con lo que vemos en pantalla. La parte negativa es que se hace muy corta, y quizás hubiera merecido más adaptarse en formato serie. La sensación de estar viendo un pequeño resumen de su carrera deportiva, en especial en los equipos que han aceptado ceder su imagen para el film, es constante, y hace que tras su visionado nos quede la sensación de que hubiera podido ofrecernos muchísimo más.