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El orígen del fútbol en la ciudad de Barcelona

 

En la serie «Un juego de caballeros (The English Game)» de Netflix se nos narra la historia real de dos pioneros británicos del fútbol: Arthur Kinnaird y Fergus Suter, burgués y obrero respectivamente, dos jugadores que ayudaron a cambiar el rumbo de un juego que hasta entonces era poco más que un pasatiempo en manos de elitistas amantes del deporte. Pero… ¿Y si esta serie estuviera ambientada en Barcelona, no podría tener un argumento suficientemente potente para llegar a cautivar al espectador?

Desde que a finales del siglo XIX, británicos residentes de la ciudad empezaron a jugar con un balón en los pies haciendo que jóvenes autóctonos se aficionaran, Barcelona siempre ha sido una ciudad de fútbol. Oficialmente el FC Barcelona es el club más antiguo de la ciudad, lo es porque su fundador, el suizo Hans Gamper lo inscribió unas semanas antes de que Joan Vila registrara el Sport Club Català, un club en el que solo se aceptaba la participación de futbolistas catalanes. Precisamente Gamper fundó el Barça porque no fue aceptado en el Sport Club Català, debido a su condición de extranjero.

 

Hans Gamper, año 1896. Fuente: Die Weltwoche.

 

Estos hechos provocaron una gran rivalidad entre los dos clubes que reivindicaban ser el equipo decano de la ciudad. Evidentemente otros equipos hacía más tiempo que practicaban el entonces nuevo deporte de moda, pero nunca fueron inscritos en el registro civil. Otra rivalidad del momento fue la que mantenían estos dos clubes con un equipo formado por los trabajadores de la fábrica textil del actual barrio de Sant Andreu, el Sant Andreu Foot-ball Club (posteriormente Escocès Foot-ball Club), con quien fácilmente llegaban a las manos.

 

Imagen de una de las formaciones del Escocés Foot-ball Club de Barcelona.

 

Entre tanta efervescencia en la sociedad civil de la ciudad era de esperar que aparecieran los primeros desencuentros en el seno de los jóvenes clubes. Así en octubre de 1900 el Sport Club Català sufre una escisión y algunos de sus jugadores fundan el Hispània Athletic Club, que jugaría en el estadio de l’Escopidora. Su presidente era Alfons Macaya, que organizaría el Campionat de Catalunya, y el primer campeonato nacional de fútbol en España, la conocida como Copa Macaya. El club solamente viviría tres años, pero levantaría la primera edición de la mítica competición.

 

Hispania Athletic Club de Barcelona, temporada 1900-1901.

 

Aquel 1900 también nacería el RCD Espanyol. De aquellos pioneros queda la memoria, algunas viejas fotografías y alguna pieza de coleccionista. Eran los años del gran boom del fútbol en Barcelona y en el resto de Cataluña, en el mismo momento que crecía una sociedad civil cada vez más organizada lo hacían también los clubes de fútbol a la sombra de los conflictos sociales llenos de desigualdades, vidas duras y pistolerismo a calle. En una España en crisis con burgueses y obreros en plena guerra de clases, pero que el fin de semana se encontraban en el campo de fútbol y donde los pioneros dejaban paso a los primeros ídolos populares en una ciudad que hervía, la rosa de fuego pegada a un balón.


Marc Trilla