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Julen Guerrero, el One Club Man del Athletic de Bilbao

 

Julen Guerrero sigue siendo a día de hoy uno de los mayores símbolos de la cantera de Lezama, un nombre que evoca recuerdos de fervor y talento de los años 90, emblema de dedicación y pasión. Un auténtico One Club Man que defendió durante toda su trayectoria la camiseta del Athletic de Bilbao, sumando 430 partidos y 116 goles, a pesar de la lluvia de ofertas que llegaban por él.

 

 

Internacional con todas las categorías inferiores de la selección española, llegando a debutar con apenas 16 años en la sub-19, se inició en la absoluta de la mano de Javier Clemente, con 19 años recién cumplidos, en un partido celebrado en Alicante contra México el día 27 de enero de 1993. Vistió la camiseta nacional en un total de 41 ocasiones en las que logró 13 goles, incluyendo dos hat-trick frente a Malta y Chipre.

Participó en los Mundiales de 1994, en el que jugó dos partidos frente a Corea del Sur y Bolivia, y 1998, donde disputó un encuentro contra Bulgaria, además de la Eurocopa de 1996, donde disputó otros dos partidos. En octubre de 2000 jugó su último partido como internacional con España ante Austria. También fue un habitual de la selección del País Vasco para la disputa de amistosos, acudiendo en 12 ocasiones y anotando 6 goles.

 

 

El inicio del “Rey León” de Lezama

Julen Guerrero nació un 7 de enero de 1974 en Portugalete (Vizcaya), municipio situado en la industrial Margen Izquierda de la ría de Bilbao. Estudió en el Colegio Santa María, de la misma localidad, y con ocho años entró a formar parte de la cantera de Lezama (más tarde lo haría también su hermano menor José Félix) para emular a sus ídolos Schuster y Platini. Por aquel entonces el club vasco vivía momentos realmente dulces tras la conquista del doblete de Liga y Copa. «Cuando empecé con 8 años íbamos a un córner en una zona especial para niños. No veíamos nada, pero recuerdo bien esa época por lo gloriosa que fue. Yo llevaba el 8 que era el de Txetxu Gallego».

 

 

Su ascenso en Lezama fue imparable, llegando al Juvenil de División de Honor en 1990. La temporada 1991-1992, formó parte del juvenil del Athletic de Bilbao, que se coronó campeón de Liga y Copa. Fue aquella misma campaña cuándo el 23 de febrero de 1992 le llegaría la oportunidad de debutar en el filial, que militaba por aquel entonces en la Segunda División A. Con tan solo 18 años, ante la SD Compostela, marcó tres goles, acabando el partido en Santa Isabel con un marcador de 0-3 a favor de los visitantes. Al final de aquella campaña llegaría a sumar 12 encuentros en la división de plata del fútbol español.

 

 

El inicio de su legado en Primera División

Su alto rendimiento durante la temporada anterior, además de ser internacional en todas las categorías inferiores de la selección española, hizo que el técnico alemán Jupp Heynckes le diera la primera oportunidad. El 6 de septiembre de 1992, contra el Cádiz CF, se inició su imborrable huella en el fútbol profesional español. Su primer gol no se hizo esperar mucho y el 20 de septiembre de 1992 lo consiguió contra el Rayo Vallecano con victoria final por 4-2.

Aquella primera temporada en Primera disputó 37 encuentros y marcó 10 goles, ocupando la posición de mediapunta, siendo una de las grandes sensaciones del campeonato, destacando por su llegada, ímpetu y disparo certero, formando tridente con Valverde y Ziganda.

 

 

«Con Heynckes, hice la pretemporada con el primer equipo con la idea de que bajaría después al Bilbao Athletic. Tenía 18 años, pero me empezó a dar minutos, creo que los aproveché en pretemporada y jugué de inicio el primer partido y ya toda la temporada. Quizá le quité el sitio a David Villabona, que venía de los Juegos Olímpicos de Barcelona, y no empezó la pretemporada porque venía de los Juegos, y cuando se incorporó jugué yo mucho más», recuerda el jugador en una de sus últimas entrevistas.

 

 

Camino a la leyenda

Su mejor momento empezó la temporada 1993-1994, cuándo explotó su faceta más goleadora, consiguiendo 18 tantos en 36 partidos de Liga, adquiriendo la capitanía del equipo y debutando con La Roja. Su primer hat-trick con el Athletic de Bilbao lo consiguió el 5 de septiembre 1993, en un partido ante el Albacete con victoria del equipo vasco por 5-1. También fue capaz de marcas 4 goles en un mismo partido, fue ante el Sporting de Gijón en una victoria por 7-0 el 3 de abril de 1994.

 

 

Su meteórico ascenso hizo que muchos clubs de Europa se fijaran en él, especialmente el verano de 1995: Parma AC, FC Barcelona, AC Milan o SS Lazio, entre otros, lo intentaron fichar sin éxito. Su amor por los colores y la idea de mantener a su familia unida, siempre lo mantuvieron firme en su decisión de no dejar Bilbao.

El que más fuerte apostó fue el Real Madrid, presidido por Ramón Mendoza y entrenado por Jorge Valdano, que quiso firmar a Julen Guerrero pagando su cláusula de rescisión de 1200 millones de pesetas, unos siete millones de euros. Los primeros contactos entre ambos clubes comenzaron en marzo de 1995 y la respuesta del jugador del Athletic Club siempre fue la misma: no. En junio de ese mismo año volvió a rechazar la oferta de un Real Madrid que llegó a reunirse con su padre, y con el presidente del Athletic Club, José María Arrate. Un presidente que fue agradecido al capitán de su equipo: «Este gesto habla de la integridad de Guerrero y de su vinculación afectiva con el Athletic. Él nunca se marchará por dinero». Ramón Mendoza dejó claro que era un fichaje que perseguía su entrenador desde hacía tiempo: «Jorge Valdano sigue empeñado en el fichaje de Julen Guerrero, pero las posibilidades son casi nulas. Tendría que rebajar mucho la cláusula el Athletic y nosotros llegar a reunir mucho más dinero».

Meses más tarde, el presidente del club blanco volvió a hablar sobre el fichaje frustrado de Julen Guerrero y atribuyó el ‘no’ exclusivamente al jugador del Athletic: «Nunca se atrevió a fichar por el Real Madrid, o no quiso o no pudo». Aquel culebrón veraniego acabó con el jugador renovando hasta 2007, y siendo la noticia estrella del 28 de diciembre de aquel año del diario Marca.

 

 

El gran premio a aquella lealtad inquebrantable le llegó después del violento pisotón de Simeone de 1996 y la sobervia temporada 1997-98, tras el subcampeonato de Liga y acceso a la Liga de Campeones. Aquella gesta le permitió poder debutar en la Liga de Campeones, dejando para la historia un gol histórico en Delle Alpi ante la Juventus o un gol ante el Galatasaray que permitió que el Athletic Club consiguiera la primera victoria en la Liga de Campeones en su formato moderno.

 

 

En 2002 marcó otro histórico gol ante Osasuna que culminó una remontada donde el Athletic Club perdía por 0-3 en el minuto 70 de juego en San Mamés y que acabó ganando por 4-3 recordado para siempre por los aficionados del Athletic. El 6 de marzo de 2005 fue otro día para el recuerdo, Julen marcó su gol número 100 con el Athletic y mostró su icónica camiseta con el 100 y un corazón mostrando su amor por el Athletic Club.

En 2006 y a pesar de tener un año más de contrato, el jugador de Portugalete decidió anunciar su retirada, forzada por el club. Desde aquel entonces se convirtió en un símbolo por su conducta ejemplar dentro y fuera del campo, su compromiso con el deporte y su integridad. A posteriori entrenó al Juvenil de División de Honor, antes de abandonar definitivamente el Athletic el marzo de 2008.