El IFK Göteborg sueco tuvo una gloriosa década de los 80, llegando a semifinales de la Copa de Europa en 1986 y ganando la Copa de la UEFA dos veces (1982 y 1987), y convirtiéndose en un habitual de la Copa de Europa en los 90. La llegada al banquillo sueco del legendario Sven Göran Eriksson en 1979 con su 4-4-2 revolucionó al club.
El único club escandinavo hasta día de hoy capaz de ganar competiciones europeas empezó a llenar sus vitrinas con la edición de la Copa de la UEFA de la temporada 1981-1982. Por el camino quedaron el Haka finlandés, el Sturm Graz, el Dinamo de Bucarest, el Valencia CF y el Kaiserslautern. En la final, los suecos se las vieron con el poderoso conjunto de Alemania Occidental, el Hamburgo, en un doble duelo, que acabó con un 4-0 en el global a favor de los pupilos de Sven-Göran Eriksson.
En 1986 sorprendieron a todos cuando llegaron a semifinales de la Copa de Europa ante el FC Barcelona de Terry Venables, y los suecos consiguieron golear a los catalanes por 3-0 en el partido de ida. En la vuelta, el mítico 16 de abril de 1986, se consumó una de las grandes noches europeas en el Camp Nou y el Barcelona igualó la eliminatoria al ganar 3-0 y llevar el partido a los penaltis. En los lanzamientos desde los once metros el equipo azulgrana se impuso (5-4), accediendo así a la final de Sevilla. No hay que olvidar que el partido seguramente hubiera acabado con diferente marcador si el árbitro no hubiera anulado un gol legal a Johnny Ekström.
La consecución de la segunda Copa de la UEFA de la temporada 1986-19887 se consiguió ante el Dundee United escocés. En aquellos años los clubes británicos pasaban por un momento delicado, especialmente los ingleses, que estaban vetados por culpa de los hooligans. Esa Copa de la UEFA no contó con la presencia del West Ham United, Manchester United, Sheffield Wednesday o Oxford United. Por el camino, el Göteborg fue eliminando sucesivamente al Sigma Olomouc, Stahl Brandeburg, Gent, Inter de Milán y Swarovski de Tirol. La final volvió a ser a doble partido, con la ida disputándose el seis de mayo en casa del Göteborg y con un gol de Stefan Pettersson en el 38.
Aquellos jugadores consiguieron convertirse en futbolistas a tiempo completo, triunfando en otros grandes clubes europeos, no hay que olvidar que compaginaban el fútbol con sus principales profesiones: bomberos, fontaneros, comerciales y cocineros. Durante la posterior década de los 90 el proyecto sueco del IFK Göteborg se convirtió en un habitual de la Copa de Europa plantando cara a los grandes de Europa.
Sin duda alguna una influencia en la base de futbolistas con la que la selección sueca tuvo un glorioso Mundial de 1994 en el que ganó el bronce. Concretamente el IFK Göteborg aportó hasta siete jugadores para la cita.
En 1992/93, el IFK Göteborg llegó a la fase de grupos y terminó segundo, después de que el AC Milan ganara los dos partidos contra el PSV Eindhoven y en casa contra el FC Porto, fue un acto heroico. Aquella plantilla derrotó a clubes como el Besiktas y el Lech Poznan en las rondas preliminares, y en la fase de grupos el PSV Eindhoven y el FC Porto se vieron superados, mientras que el AC Milan se impuso y llegó a la final, jugando contra el Marsella.
Johnny Ekström era la estrella, y marcó algunos goles sensacionales. Thomas Ravelli, el portero, se convirtió más tarde en un gran héroe cuando la selección ganó la tanda de penaltis contra Rumanía en el Mundial de 1994. Pero ya estaba allí sorprendiendo a algunos de los gigantes de Europa incluso unos años antes.
Pontus Kåmark, Stefan Rehn y Håkan Mild son otros de los jugadores que ya eran internacionales suecos consolidados en aquella época y que ya tenían una gran experiencia. Stefan Rehn ya había sido probado por el Everton, pero fue «enviado a casa» al IFK Göteborg después de solamente cuatro partidos de liga inglesa con los Toffees.
En la campaña 1994/95 de la Liga de Campeones, primero derrotaron al Sparta Praha en la ronda de clasificación. Luego empataron con el Barcelona, el Manchester United y el Galatasaray SK, y terminaron sensacionalmente en la cima frente al Barcelona. Las grandes victorias en casa contra todos y la victoria a domicilio en Turquía permitieron volver a sorprender a los gigantes de Europa. Los Mourinho y Van Gaal probablemente habrían perdido sus puestos de trabajo y habrían sido vistos como «grandes idiotas» si estos resultados se hubieran producido hoy, pero Sir Alex Ferguson se libró de esta en total silencio, o como podemos decir, olvidado y amargado.
Esta vez el IFK Gøteborg llegó a unos auténticos «cuartos de final» y se enfrentó al Bayern de Múnich. Lucharon como lo harían los verdaderos vikingos, pero un 2-2 en casa y un empate a cero fuera no fueron suficientes, y en su lugar el Bayern pasó y jugó las semifinales contra el Ajax, que más tarde ganó el «gran trofeo» tras una batalla contra el AC Milan.
Magnus Erlingmark marcó cuatro goles en el torneo, pero curiosamente nunca jugó fuera de Suecia, mostrando su fidelidad al IFK formando parte de su plantilla hasta 2004. A menudo se le vio como capitán y jugó 37 veces con la selección nacional. Jesper Blomqvist era una estrella joven y emergente en el equipo y había escalado como un «Jamie Vardy» desde las ligas inferiores del fútbol sueco hasta este infierno de la Liga de Campeones.
Jesper jugó en varios grandes clubes de Europa, como el AC Milan, el Manchester United y el Everton. También jugó con Suecia en el Mundial de 1994. Su carrera se vio interrumpida por varias lesiones, pero como todos sabemos ganó la Premier League, la FA Cup y la Champions League con el Manchester United.
El único y glorioso conjunto sueco se estableció con solamente suecos en la plantilla de 1994/95 y detrás de todo ello el entrenador Roger Gustafsson, que siempre mantuvo un perfil bajo. Dejó el cargo de entrenador en 1995 y tuvo un breve regreso al club en 2002, pero nunca aprovechó el éxito para convertirse en entrenador o director técnico en el extranjero. Hasta la fecha, es el entrenador con mejores resultados en la Allsvenskan, ya que ha ganado el título en cuatro ocasiones. El IFK también ganó la Copa de Suecia, además de dos grandes logros en la Liga de Campeones.
Sven Göran «Svennis» Eriksson aprovechó al máximo su vida en el IFK Göteborg una década antes y se convirtió en uno de los mejores entrenadores de Europa, y por supuesto en el seleccionador nacional de Inglaterra, pero hasta la fecha podría haber sido un logro aún mayor hacerlo tan bien en la Liga de Campeones y ciertamente eso no se menciona en las mismas frases y se olvida extrañamente para la mayoría.
Paola Murrandi