Gunnar Nordahl sigue siendo a día de hoy el tercer máximo realizador en la historia del fútbol italiano, tan solo por detrás de Silvio Piola y Francesco Totti, y contando con el mejor promedio de gol de la Serie A (0,77).
Un delantero tanque de 1,85cm de altura y 95kg muy prolífico, de remate potente y físicamente casi insuperable, conocido sobre todo por su etapa en el AC Milan de 1949 a 1956, en la que ganó dos veces el Scudetto, y cinco veces el título de máximo goleador (Capocannonieri), más que cualquier otro jugador en la historia del campeonato italiano. “¡Nordahl..! Dios mío, ¡qué fuerza bestial tenía! Yo le tiraba la pelota y él corría directo a la portería rival. Los rivales rebotaban como si fueran de goma», aseguraba su compañero Pepe Schiaffino. Nordahl es el máximo goleador del AC Milan de todos los tiempos, y durante mucho tiempo ostentó el récord de goles con un solo club en la historia de la Serie A, antes de ser superado por Francesco Totti en enero de 2012.
Fue convocado por primera vez para la selección absoluta sueca en 1942. En 1948, ayudó a Suecia a ganar el torneo olímpico de fútbol, convirtiéndose de paso en el máximo goleador del torneo. En la selección sueca también estaban sus hermanos Bertil y Knut Nordahl. Su traspaso al Milán le obligó a retirarse de la selección, ya que las normas de la época impedían que los profesionales formaran parte de la selección sueca, no siendo convocados a la Copa Mundial de la FIFA de 1950 junto a sus compañeros Gren y Liedholm. En sus 33 partidos en la selección, marcó un total de 43 goles.
El origen de un mito sueco «olvidado»
El pequeño Nils Gunnar, nacido el 19 de octubre de 1921 en Hörnefors, solamente quería darle patadas a un balón y correr detrás de él, aunque tenía que ayudar a la familia y desde los 13 años su padre le puso a trabajar. Primero repartiendo naranjadas, subido a bordo de un caballo y después como empleado en una tienda. Gunnar jugaba en el equipo juvenil del Hörnefors IF y a los 17 años empezó a marcar tantos goles que los directivos del club decidieron ponerle en el primer equipo.
Se convirtió así en el prometedor Nordhal III, pues en el equipo estaban sus dos hermanos: el medio centro Knut y el interior derecho Bertil. En uno de sus primeros partidos le marcó dos tantos al Degerfors IF, un equipo de la Primera División sueca. El entrenador de aquel equipo dio órdenes a su presidente: «Ese chico no se puede escapar. Encontrarle un trabajo y que venga». Fue el inicio de una carrera fulgurante. Nordhal empezó a marcar goles de cualquier manera, a ametrallar a las porterías rivales. El modesto Degerfors, con Nordhal en sus filas, se convirtió en poco tiempo en un equipo aspirante al título. En 1942 debutó con la selección absoluta, marcando un gol en Copenhague, donde Suecia consiguió un gran triunfo (0-3). Allí coincidiría con sus dos hermanos.
En 1944 Gunnar dio otro salto de calidad. Le fichó el Norrköping, ofreciéndole también un trabajo como bombero. Su fama se disparó; en un partido ante el Landskrona BoIS llegó a marcar 7 goles y su equipo ganó la liga. Por aquel entonces, en su país destacaban otros dos hombres, a los que el destino elegiría como sus compañeros de aventuras: Gunnar Gren y Nils Liedholm. Los éxitos de Nordahl en su país no tenían freno: conquistó cuatro ligas seguidas con el Norrköping, una copa y cuatro títulos de máximo goleador. Suecia se le quedaba pequeña… Milan, Juventus, Charlton y Stade Français le seguían y le querían. Nordahl era uno de los reyes del mercado de la época… Finalmente, la pugna quedó entre los dos italianos. La Juve, que de forma poco elegante le había birlado al Milan el danés Ploeger, decidió dejar esta vez vía libre por este goleador sueco. Vistos los resultados, no le salió nada mal la jugada a los rossoneri… Su aventura en la capital lombarda comenzó en 1948. Cientos de tifosi le esperaban en la estación central, sus fotos salían en la prensa…
El bombero de San Siro
Ya en su debut, Nordhal empezó fuerte, marcando el gol del triunfo ante el Pro Patria en el Arena di Milano (el estadio de Milan de la época). La cuenta siguió. A finales de su primera temporada había marcado 16 goles en 15 partidos. Por aquel entonces acababa de ocurrir una de las mayores desgracias de la historia del fútbol. Un maldito accidente de avión se llevó en la montaña de Superga las vidas de los componentes del equipo conocido como «Il Grande Torino», uno de los mejores equipos de la historia. El Milan de la época, que estaba empezando a fraguar un gran equipo, estaba destinado a heredar los galones de mando del fútbol italiano. Los directivos rossoneri decidieron seguir pescando en territorio sueco y ficharon a Gunnar Gren y a Nils Liedholm. Durante tres temporadas el tridente GRE-NO-LI se convertiría en leyenda. Ya en su segundo año en las filas del Diavolo, la estrella danesa Johan Nordhal consiguió 35 goles en 37 partidos, marcando un hat-trick en una histórica goleada a la Juventus (7-1).
Con el paso de los años sus números seguían siendo demoledores y, además de ganar 2 Scudetto, se convirtió en el único jugador en lograr 5 trofeos de Capocannoniere, los cuatro últimos de forma consecutiva. Se ganó, por derecho propio, la fama de mejor goleador europeo de la postguerra.
El ciclo en Roma
A los 35 años «El Bombero» dejó el Milan, pero no el calcio. Se pasó a la AS Roma, donde siguió dando guerra (17 goles en dos temporadas), demostrando su pasión por el fútbol. Le pagaron por jugar 20 partidos, él jugó 30 y no quiso cobrar la diferencia, una sabia lección para los futbolistas del siglo XXI.
Acabó realizando la doble función de jugador y entrenador. En 1960 colgó las botas, tras una temporada como jugador-entrenador del Karlstad BK de Suecia. Atrás quedaban 528 partidos en el ámbito de clubes, 453 goles, 9 pichichis, 6 Ligas y 1 Copa. Sin embargo, para los que le vieron jugar hay mucho más que unas frías estadísticas: sus cualidades futbolísticas y por encima de todo humanas. Tras una larga enfermedad, Nordhal falleció el 15 de septiembre de 1995.