Andriy Shevchenko y Serhiy Rebrov protagonizaron una dupla demoledora en el Dinamo de Kiev, ayudando al resurgimiento del club en Europa y aplastando a sus rivales en la Ukrainian Premier League, ganando juntos hasta 5 títulos de liga consecutivos entre 1995 y 1999.
«Teníamos un equipo muy bueno, un gran entrenador. Incluso podríamos haber ganado la Liga de Campeones. Todo el mundo nos temía, incluso Alex Ferguson dijo que no quería jugar contra nosotros porque jugábamos un fútbol increíble» aseguraba Shevchenko. Por su parte, su escudero Rebrov tenía muy claro su sitio en aquella mítica asociación en ataque, «no soy como Shevchenko, que marca muchos goles. A mí me gusta pasar, asistir. Por supuesto que marco algunos goles, pero no soy el jugador que definitivamente marcará 20 goles en la liga».
Rebrov fue el primero en dejar su impronta en el club de la capital, tras ser fichado del Shakhtar Donestsk después de una prometedora irrupción en el panorama futbolístico. Aunque su primera temporada fue decepcionante, acabó levantando los títulos de liga de las temporadas 1992-1993 y 1993-1994. Andreiy, por su parte, irrumpió en el equipo durante la campaña 1994-1995 tras convertirse en el máximo goleador del segundo equipo, y se entendió al instante con Rebrov, que marcó 10 goles en aquella campaña, igualando su cosecha de las dos temporadas anteriores.
Pero no todo fueron alegrías, ya que en 1995, el Dinamo de Kiev fue expulsado de Europa por intentar sobornar a un funcionario. Un año después, tras su vuelta, fue derrotado por el Rapid de Viena (6-2) en la fase de clasificación de la Liga de Campeones. Con la mejora sustancial del Shakhtar en la liga ucraniana, el Kyiv tuvo que actuar para mantener su dominio (tres títulos de liga consecutivos) y no dejar escapar a su prometedora estrella, Shevchenko, que recibió una oferta en firme del Sporting de Gijón.
El legendario entrenador Valeriy Lobanovskyi regresó para una tercera etapa en el club en 1997. Era sin duda uno de los entrenadores más exitosos de todos los tiempos, y con su talento fue capaz de cambiarlo todo. Por su parte Rebrov y Shevchenko se combinaron para marcar 70 goles en todas las competiciones, y el Dinamo sumó su sexto título consecutivo y perturbó a la élite establecida en Europa.
Encuadrado en un grupo con el Barcelona, el Newcastle y el PSV, no se esperaba que el Dinamo se clasificara. Ganó la liguilla, goleando al Barcelona (3-0 y 0-4). En el Camp Nou, Andriy Shevchenko, de 21 años, marcó un triplete que aún perdura en la memoria culé. En los cuartos de final, el Kiev fue derrotado por una Juventus increíblemente reforzada que llegó a la final. Pero la confianza estaba a flor de piel, y en 1998/98, el Dinamo estaba listo para volver a apostar fuerte. Shevchenko terminó la campaña como máximo goleador de la Liga de Campeones, con ocho tantos.
La fase de grupos de 1998/99 deparó algunos enfrentamientos interesantes. El Kyiv se enfrentaría al Panathinaikos, su rival en 1995, cuando intentó sobornar a un árbitro. Y el Arsenal, que entonces jugaba en Wembley. El Lens cerraba el grupo. El Dinamo de Kiev empezó lentamente, sumando solamente dos puntos en los tres primeros partidos. Pero tres victorias en los tres últimos aseguraron el primer puesto de nuevo. Dos seguidas. A continuación, los cuartos de final. Contra el Real Madrid, el campeón.
La mortífera asociación de Shevchenko y Rebrov ya había hecho caer a un gigante, y llegaban a la eliminatoria contra los merengues con 13 goles en seis partidos de Liga de Campeones. Ahora era el momento de otro. Tras un empate a uno en el Bernabéu, el Kyiv ganó cómodamente en casa por 2-0. Sheva, al rojo vivo, marcó los tres goles. El Dinamo se había hecho con el título de la liga ucraniana y había llegado a la final de la Copa de Ucrania, por lo que el triplete seguía siendo posible. Al igual que para su rival en semifinales, el Bayern de Múnich. El partido de ida, en Kiev, fue todo un reto. Llegó a ir 3-1 en el marcador, pero una fuerte remontada del Bayern y la derrota por 1-0 en Múnich acabaron con el sueño del Dinamo de Kiev en Europa. La mejor racha en la Copa de Europa de cualquier equipo ucraniano había terminado.
Las hazañas goleadoras de Shevchenko en la Copa de Europa le valieron un traspaso de 21,5 millones de libras al AC Milan, donde, en 2004, ganó el Balón de Oro. Sus compañeros de equipo Kakha Kaladze, Oleg Luzhny y, por supuesto, Rebrov también se marcharon poco después. Aquella fue la última gran racha del Dinamo de Kiev en la Liga de Campeones.