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«Airport 98», el mítico anuncio de Nike con la selección de Brasil

 

«Airport 98» de Nike, con algunos de los mayores cracks de la selección brasileña de finales de los 90, quedará para siempre en la memoria de los amantes del fútbol de los años 90. Ronaldo, Juninho, Romário, Zé Roberto, Denílson, Roberto Carlos y Leonardo, entre otros, se divertían jugando al fútbol dentro de un aeropuerto al ritmo de «Mas que nada» de Sergio Mendes, con la aparición estelar de Eric Cantona.

La inamovible relación de amor entre la FIFA y la marca Adidas, nacida en 1970, llevó a Nike a invertir en grandes campañas de publicidad para conseguir su sitio en el mundo del fútbol. Al igual que ya hizo con Good vs Evil en 1996, la compañía norteamericana volvió a confiar en la agencia creativa Wieden+Kennedy, con la que llevaba trabajando desde 1978. John Woo, nacido en Guangzhou en 1946 y llegado a Hollywood en 1993, después de que sus vibrantes thrillers de acción ambientados en Hong Kong, «A Better Tomorrow», «The Killer» y «Hard Boiled», fue el director. A pesar de no haber rodado nunca un anuncio, Woo se enamoró de la idea y quería, según explicó más tarde, «producir un anuncio musical que mostrara la belleza y la energía de los actores y del producto».

 

 

El rodaje comenzó en una sala de embarque privada de Galeao International durante las Navidades de 1997. «Tuvimos que trabajar en Navidad y Año Nuevo», explica Pierre-Laurent Baudey (actual Global Director Consumer Strategies de Nike), «porque, aparte de Romário, que estaba de vuelta en el Flamengo, los jugadores estaban dispersos por Europa: Milán, Madrid, Sevilla».

Dado que parte del calendario solamente se confirmó tres días antes del rodaje, la agencia de Woo, A Band Apart, movió hilos y estiró el presupuesto para conseguir asientos de avión de última hora para los directores y vuelos de carga para toneladas de material, ambas cosas difíciles de conseguir durante el periodo vacacional. «No puedo decir lo caótico que fue rodar durante las vacaciones en un aeropuerto donde nadie nos quería», dijo Tattersall en 1998. «Si necesitas algo en Brasil, está a tres días de distancia, o esa oficina está cerrada durante el mes».

Aunque vinieron preparados para el calor y la humedad, el equipo de rodaje también se vio sorprendido por la ferocidad del clima en un rodaje que requería algunas tomas en exteriores. Dice Baudey: «Hizo más de 45 grados centígrados. Imagínate estar en ese asfalto». Juninho se preparaba para hacer su escena debajo del metro y las cámaras se derretían». De hecho, estaban tan afectadas que los miembros del equipo no podían retirar los cargadores de película por miedo a dañar el material. Mientras tanto, la compañía aérea local Varig, cuyos hangares de mantenimiento se utilizaban para ciertas tomas, temía que la combinación de la temperatura exterior y las luces de los cineastas derritieran las ventanas de sus aviones. El momento más agotador fue la inminente tormenta eléctrica que se acercaba al aeropuerto, a 120 grados Fahrenheit en la pista, y tuvieron que rodar la escena del 747. Ese, sin duda, fue el momento más tenso de la producción.

 

 

En aquel ambiente sobrecalentado entraron los actores. «Era un equipo muy fácil de llevar; los más jóvenes aprendían de los mayores, y los mayores recibían energía de los más jóvenes», recuerda Ronaldo, que llegó con Romário tras compartir un torneo de fútbol playa. «Ni yo ni nadie del equipo habíamos actuado. Pero lo dimos todo. Todos temíamos no hacerlo bien, pero supongo que nos funcionó a todos porque no había que decir nada. Todo era correr y parecer interesados en lo que hacíamos. Hubo mucha improvisación».

A finales de enero, la producción se trasladó al aeropuerto milanés de Malpensa, entonces sin abrir, donde la estrella del Inter fue contratada para un día más de trabajo que contenía su gran escena chutando a lo que vendría a ser una portería improvisada. Quedaba una toma más y se rodó en el aeropuerto de Barcelona poco después. Pese a que los realizadores planearon una toma con Diego Maradona como protagonista, lo acabaron desestimando y se pusieron en contacto con Eric Cantona. El francés era un gran admirador de Woo y no quedó decepcionado por su breve encuentro con el director.

 

 

La canción escogida para acompañar a las imágenes fue «Mas Que Nada», grabada originalmente por una leyenda de la música brasileña, Jorge Ben, aunque en el anuncio se escucha la versión grabada por Sergio Mendes, en su álbum Brasil 66, que fue disco de platino.

«Airport 98» de Nike ganó muchos premios, entre ellos el Mobius, el Clio y el British Design. Además, la compañía norteamericana consiguió lo que más buscaba; según estudios posteriores al Mundial de Francia de 1998, hasta un 32 % de los fans pensaron que ella era el patrocinador oficial del Mundial, mientras que solamente un 35 % se acordaba de que Adidas era el patrocinador real. Otra de las jugadas maestras de la compañía fue la producción de las famosas botas que usó Ronaldo para aquel Mundial, y que se colgó al cuello tras ver cómo Francia levantaba el trofeo de campeón del mundo.  Eran además las primeras en la historia fabricadas totalmente con piel sintética, y se vendieron fantásticamente bien.

 

 

20 años después, Nike hizo un cariñoso guiño a su obra maestra con Ronaldo como protagonista.