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“Viva Football”, oda al fútbol clásico

 

Detrás de este elocuente título se esconde un auténtico homenaje a la competición de selecciones más importante del mundo. Un juego que ofrece la posibilidad de disputar todos los Mundiales desde 1958 hasta 1998.

Durante las últimas décadas, se ha convertido en norma encontrar, antes del inicio de un Mundial de fútbol masculino, su respectivo videojuego. No obstante, en el año 1999 se publicaba “Viva Football”, dedicado no solo al Mundial de Francia 98, sino también a las diez ediciones anteriores de la máxima competición continental. Un título desarrollado por el estudio británico Crimson y publicado por Virgin Interactive para PlayStation y PC.

Una propuesta tan peculiar supone también encontrar cifras tan llamativas como la de los 16500 jugadores que incluye este “Viva Football”. Se trata de futbolistas con sus nombres reales y una apariencia que intenta emular algunas de sus características físicas, como el famoso peinado de Valderrama, entre otros. Leyendas de diferentes épocas, como Lev Yashin, Gary Linecker, Johan Cruyff o Franz Beckenbauer, coinciden pocas veces en un mismo videojuego.

A la hora de elegir con qué equipos jugar, las posibilidades son enormes. El juego reúne todas las selecciones que participaron en los Mundiales desde 1958 hasta 1998, incluidas aquellas que no lograron acceder a las fases finales. Cualquier duelo, por anacrónico que sea (como uno entre la Francia del 98 y la Argentina del 86), puede hacerse realidad en “Viva Football”.

 

 

En este sentido, el modo “Historia” resulta muy interesante, ya que propone completar todos los Mundiales con nuestra selección favorita en un equivalente virtual del desarrollo real de las competiciones, con los mismos jugadores y resultados, en una disposición de grupos idéntica a la del momento en cuestión. Seremos conscientes de los cambios en aspectos como el reglamento o las equipaciones y podremos variar el curso de la historia convirtiendo a Pelé, por ejemplo, en el máximo goleador del Mundial de Suecia 58.

Por lo que atañe al apartado visual, el juego presenta un detalle destacable: cuando jugamos partidos del Mundial del 58, la imagen se proyecta con un filtro sepia, similar a la señal televisiva de aquella época. En cambio, si disputamos encuentros de los campeonatos más recientes, la pantalla recupera progresivamente todos sus colores. Un acertado toque estético que redondea un aspecto gráfico decente, en el que destacan sobre todo los “cuadradotes” diseños de los futbolistas.

Las buenas sensaciones que transmite “Viva Football”, desde su ambiciosa idea inicial hasta la fiel puesta en escena, acaban esfumándose cuando la pelota empieza a rodar. Y es que la jugabilidad es el apartado más flojo del juego, por culpa de un control impreciso y una IA prácticamente inexistente. Algunos jugadores frenarán en seco en lugar de perseguir la pelota (que, según parece, no se para nunca) y las múltiples acciones que pueden realizar, ya sean remates en plancha o chilenas, dependen más del azar que de la intención del usuario. El sonido, por su parte, tampoco sirve para aportar mayor ambiente a los partidos, que acaban por parecer monótonos y poco emocionantes.

En resumen, “Viva Football” representa un sentido homenaje a la historia del deporte rey, una celebración que comprende más de 40 años del mejor fútbol internacional. Un punto de partida muy original que no se ve acompañado por una base jugable sólida ni especialmente divertida. Un título singular y totalmente olvidado que, a pesar de no encontrarse entre los mejores juegos de fútbol de su época, bien merece una oportunidad.

 

 


David Pedrós