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«The Mission», el anuncio de Nike… y el videojuego de acción

 

Un equipo de futbolistas de élite dirigido por Louis Van Gaal: Edgar Davids, Figo, Nwankwo Kanu, Andy Cole, Thierry Henry, Fabio Cannavaro, Pep Guardiola, Lilian Thuram y Dietmar Hamann; el robo de una pelota de alta tecnología y un ejército de robots-ninja. Uno de los anuncios de Nike más famosos del final del milenio contó con una conversión a videojuego.

Tradicionalmente, el cine y las series se encuentran entre el material más susceptible de ser adaptado a videojuego, con el objetivo de aprovechar el éxito del original y ofrecer un nuevo producto a los fans. Tomar como referencia un spot publicitario, en cambio, no resulta para nada habitual (¿alguien ha dicho “Pepsiman”?). Sin embargo, la compañía francesa Microïds publicaba en el año 2000 “The Mission”, basado en el anuncio homónimo de la empresa deportiva Nike.

La misión consiste en recuperar el balón Geo Merlin, actualmente en posesión de los ninja, “las fuerzas del mal del fútbol”. El plan, infiltrarse en su cuartel general de seguridad avanzada, evitar toda clase de trampas y escapar con la preciada pelota.

A partir de esta trama, desarrollada en televisión durante minuto y medio, nace el juego “The Mission”, que se define como “una aventura de fútbol en la que todo es acción” en su misma portada. Se publicó para la primera PlayStation y solo en territorio europeo.

 

 

De entrada, el título nos permite controlar a dos futbolistas a la vez, a elegir de entre los ya citados, cada uno con habilidades y estadísticas diferenciadas. En el modo individual, cambiaremos entre uno y otro con solo pulsar una tecla, pero también se admite juego cooperativo para dos (sin duda, la opción más aconsejable).

En lo que respecta a la propia estructura del juego, consta de cinco fases, con cuatro pantallas cada una. El objetivo, que varía de un nivel a otro, va desde la resolución de puzles a la superación de obstáculos, pero siempre con un factor común: los combates contra soldados enemigos. Cada fase llega a su fin con un enfrentamiento, más importante que los anteriores, hasta vencer al líder ninja, Uri.

A pesar de la mezcla de géneros de la que se habla en la portada, “The Mission” es, en esencia, un beat’em up, con la diferencia de que los ninja deben ser derrotados… a balonazos. Mediante una barra de potencia, el usuario debe cargar el chut mientras esquiva los ataques de los soldados, que van desde simples placajes a bolas de fuego. Si la pelota cae a manos enemigas, la retendrán hasta que la recuperemos con una entrada a ras de suelo (el único ataque físico que les resta vitalidad). Si no lo hacemos, la barra de vida de nuestros personajes descenderá a cero y se acabará la partida.

 

 

Este original sistema de combate no se encuentra, desgraciadamente, exento de problemas. El control no siempre responde de manera adecuada y la acción suele terminar en caos. Tampoco ayuda la disposición de botones, que añade dificultad a la ejecución de los movimientos especiales. Por si esto no fuera suficiente, y por culpa de una inteligencia artificial poco trabajada, resulta habitual que el compañero controlado por la CPU se coloque estratégicamente entre nuestro jugador y el enemigo, interceptando así la mayor parte de los remates (para evitarlo, recomendamos de nuevo el modo cooperativo). Otro defecto de la IA consiste en atacar siempre al personaje del usuario, tenga o no la posesión del esférico.

Con los puzles, tres cuartos de lo mismo: además de ser poco intuitivos, la extraña física del balón dificulta aún más el poder superarlos. Una situación que se reproduce cuando toca eludir las trampas presentes en los escenarios, como rayos láser o columnas de fuego.

Finalmente, hay que reconocer que la obra de Microïds replica con acierto la estética futurista del anuncio, pero tras veinte niveles su diseño y arquitectura caen en la monotonía y la sensación de relleno es constante. La música, extraída también del spot, se repite hasta la saciedad y las frases pronunciadas por Van Gaal que la acompañan… son graciosas hasta cierto punto.

En resumen, y teniendo en cuenta que la idea de adaptar un anuncio a videojuego quizás no sea la mejor, podría decirse que el resultado final de “The Mission” es aún peor de lo que cabía esperar. Siempre quedará como una de las curiosidades más escondidas dentro del extenso catálogo de PlayStation, pero también como uno de sus títulos más flojos.

 

 


David Pedrós