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La trayectoria de Johan Cruyff en la Selección Catalana

 

Johan Cruyff no solamente llegó a vestir la camiseta de la Selección Catalana en dos partidos amistosos, sino que también fue su seleccionador entre los años 2009 y 2013, dirigiendo al combinado contra selecciones como la Argentina entrenada por Diego Armando Maradona.

La Selecció Catalana independiente de no haber estado nunca afiliada a la FIFA ni al Comité Olímpico Internacional, ha logrado mantenerse activa por más de 100 años disputando torneos regionales y amistosos internacionales no oficiales. Aunque actualmente está solamente integrada por jugadores nacidos o residentes durante un largo tiempo en Cataluña, hasta 1997 era común la convocatoria de futbolistas españoles de otras provincias o incluso extranjeros que jugaran en conjuntos catalanes, siendo célebre por ejemplo la ocasión en que dicha camiseta reunió a 2 leyendas archirrivales como el merengue Alfredo Di Stéfano y el azulgrana Ladislao Kubala.

 

 

El primer partido contra la Selección del Suroeste de España

La primera vez que Johan Cruyff vistió la camiseta de la Selección Catalana fue en un partido amistoso para recaudar fondos para los damnificados de las inundaciones que tuvieron lugar el 19 de octubre de 1973, siendo las provincias de Granada, Murcia y Almería las más afectadas.

El encuentro se disputó en La Condomina, Murcia, el 22 de noviembre de 1973. El seleccionador del Principado fue José Santamaría, entrenador del Espanyol, quien según la prensa de la época sustituía temporalmente a José L. Lasplazas, que tenía una indisposición. La selección se desplazó de Barcelona a Alicante en avión tanto en la ida como en la vuelta. Fueron baja Quique Costas, Juan Carlos, Juan Manuel Asensi y Marcial Pina (los cuatro del Barça) y el españolista Roberto Martínez, los cinco concentrados con el equipo estatal. A pesar de estas cesiones hubo una buena entrada, con destacada presencia de las autoridades de la localidad y la demarcación. Cataluña venció  a la Selección Sudeste 1-2 con los goles marcados por el barcelonista e internacional peruano Hugo Sotil.

Catalunya: Borja, Ramos, Gallego, Ochoa, Ortiz Aquino, Poli, Rexach, Solsona, Cruyff, Martín y Sotil (más tarde también jugaron Mora, Paquito, Herrera, Zaldúa, Martí Filosia, Totó, Prieto y Cos).
Selección Sudeste: Ojeda, Ponce, Pazos, Lorenzo, Jaén, Abel-Pérez, Adorno, Verza, Keita, Juares y López (más tarde también jugaron Oregui, Herrero, Dueñas, Casco, Taveram, Quiles y Canito).

El segundo partido contra Rusia

El 9 de junio de 1976 Johan Cruyff vistió por segunda vez la camiseta de la Selección Catalana, y lo hizo en un momento político y deportivo muy especial, ya que suponía el primer partido de la Selección Catalana tras la muerte del dictador Franco el 20 de noviembre de 1975.

El equipo ruso se presentó en Barcelona con tan solo 13 jugadores (la mayoría de la selección de la URRS), pertenecientes todos ellos a los equipos de la antigua capital de la URSS: Torpedo, Estrella Roja, Wspartak, Dinamo. Una pertinaz llovizna impidió que el Camp Nou presentara una buena entrada de público, aunque el partido amistoso cumplió con las expectativas de los 35.000 espectadores presentes.

 

 

La idea de que fuera Rusia el rival surgió de Francesc Sanuy, director de Fira de Barcelona (que por primera vez contaba con una representación de la Unión Soviética) y que había organizado los actos del 75 aniversario del club. El equipo catalán lo integraban jugadores del Barça y del Espanyol, con independencia de sus orígenes, para poder formar un seleccionado más potente con el que hacer frente al duelo con los rusos.

 

 

El partido tenía un alto contenido simbólico. La Banda Municipal interpretó el himno nacional ruso y la «Santa Espina», que fue escuchada aunque no estaba autorizada. Por eso una de las autoridades obligó a interpretar la Marcha Real, que fue pitada. En el palco del Estadio, el presidente Montal tuvo que dar explicaciones, y el secretario general del Club, Joan Granados, junto con el gerente Jaume Rosell, tuvieron que ir a declarar a comisaría. Un mes después a Granados se le impuso una multa de 100.000 pesetas.

Catalunya – Selección Rusa 1 – 1
Catalunya: Mora, Ramos, Costas, Verdugo, Ortiz Aquino, Neeskens, Rexach, Solsona, Cruyff (Manolin Cuesta), Marcial (Fernandez Amado), Caszely
Rusia: Gontar, Nikunlisov, Shevtsov, Olshanski, Novikov, Petrushin, Chesnokov, Dolmatov, Jakubik (Sajarov), Maksimenkoc (Isvruz), Shepel
Goles: 1-0 Neeskens, 1-1 Makesimekoc

 

La trayectoria en el banquillo de Catalunya

Después de trece años alejado de los banquillos y de rechazar todas las ofertas del mundo, Johan Cruyff aceptó en 2009 hacerse cargo de la Selecció Catalana reemplazando al criticado Pere Gratacós. El entonces presidente Josep Casals y, sobre todo, el vicepresidente de la Catalana y amigo personal de Cruyff Xavi Torres convencieron al ‘flaco’ para que se hiciera cargo de la Selecció. La noticia dio la vuelta al mundo y supuso, además, el mejor altavoz para reivindicar la oficialidad de una Selecció que desde hacía muchos años pedía poder participar en competiciones oficiales.

Fueron cuatro años brillantes que tuvieron inicio el 22 de diciembre de 2009, cuando el Camp Nou se vistió de gala para  presenciar un Catalunya-Argentina plagado de figuras y que solo estuvo ensombrecido por la sanción a Maradona que le impidió sentarse en el banquillo de albiceleste y por la ausencia de Messi lesionado.

 

 

El resto fue puro espectáculo. Catalunya, con Valdés, Puyol, Piqué, Xavi, Busquets, Bojan o Sergio García se impuso por 4-2 a un combinado que viajó a Barcelona con jugadores de la talla de De María, Gago, Higuaín o Lavezzi. Y lo hizo desbordando a su rival con el fútbol brillante de la ‘escuela Cruyff’. Sergio García, Bojan, Sergio González y Moisés Hurtado firmaron los goles de Catalunya y Di María y Lavezzi, los de Argentina.

La grada fue una fiesta con más de 53.000 gargantas animando a la Selecció. Pocas para un Cruyff que dijo no estar del todo contento porque “el Camp Nou debía haberse llenado para ver a Catalunya. Los chicos juegan con el corazón y se han sacrificado”.

 

 

El 28 de diciembre de 2010 Cruyff dirigió su segundo partido a Catalunya. Fue en el Estadi Lluís Companys frente a Honduras. 32.000 espectadores presenciaron en directo la goleada de una Selecció que pasó por encima de su rival. 4-0 y pudieron ser muchos más. Coro, Sergio García y un doblete de Bojan dieron el triunfo a un equipo que se presentaba con tres recientes campeones del mundo -Valdés, Puyol y Busquets- y que, como ante Argentina, jugó ‘a lo Cruyff’.

 

 

Un año después, el 30 de diciembre de 2011, y en el mismo escenario Catalunya se midió a Túnez, una selección que llegaba pletórica y preparada para afrontar días después la Copa África. Días antes Cruyff mandó un mensaje a la afición catalana. No rebasar los 32.000 espectadores del año anterior lo consideró un fracaso. “Si los jugadores demuestran la estima que tienen por este país, la afición de hacer lo mismo”, dijo.

Más de 36.000 personas acudieron al partido, que acabó con empate a cero, pero que volvió a transmitir el juego brillante de un equipo al que no faltaron los Valdés, Puyol, Pique, Busquets, Cesc, Bojan o Sergio García. Los de Cruyff pusieron el fútbol y las mejores ocasiones, no obstante esta vez faltó la puntería.

El 2 de enero de 2013 el creador del ‘Dream Team’ dirigió su último partido. Fue en el estadio Cornellà El Prat en un Catalunya – Nigeria. Como siempre, se llevó a los mejores. Para Cruyff los partidos de la Selecció no eran solo una fiesta. Se los tomaba como si de la final de un Mundial se tratara y dejaba para otros los romanticismos.

 

 

Algunos le criticaron que no premiara con minutos a jugadores que destacaban en categorías inferiores del fútbol catalán, pero Johan quería que el mundo viera a la mejor Catalunya posible, una Selecció que con él demostró durante esos cuatro años tener nivel para competir con cualquiera.

El partido ante los africanos, el último de Cruyff como seleccionador catalán, se saldó con empate a uno. Sergio González, el capitán, de aquel equipo, también se despidió de la Selecció marcando el único gol de Catalunya. Cruyff, a sus 65 años, dijo adiós a los banquillos y se despidió con ese fino sentido del humor tan característico en el holandés: “No os preocupéis, no me aburriré, siempre hago demasiadas cosas”.

 

 


Miquel Basté