La primera división de Argentina hasta día de hoy ha visto a más de 30 arqueros goleadores, que han aportado más de 150 goles (la mayoría de penalti), 27 anotados durante la etapa del amateurismo. José Luis Chilavert, con 36, sigue siendo a día de hoy el rey de esta curiosa clasificación goleadora, con incluso un hattrick en su palmarés, y el Apertura 99 se mantiene como el torneo con más anotaciones por parte de los guardametas, con nueve.
Si es cierto que en el resto de categorías de Argentina, e incluso en la Mercosur (con Roa en el papel de goleador), hubo goles marcados por porteros, como los casos de Cristian Campestrini (3 goles en la B Metro), Marcelo Pontiroli (1 gol en la B Nacional), Pablo Santillo (1 gol en la B Metro), César Labarre (3 goles en la B Nacional), Catriel Orcellet (1 gol en el Federal A), Dario Sala (2 goles en la B Nacional), Leo Díaz o Javier Sodero.
¿Quiénes fueron los primeros arqueros goleadores del fútbol argentino?
Juan José Rithner, el 24 de julio de 1910, se convirtió en el primer portero en marcar, aunque tuvo lugar durante la etapa amateur del fútbol argentino. Lo hizo vistiendo la camiseta de Porteño y de penalti, ante Argentino de Quilmes, en un partido que terminaría 2-2. Rithner anotaría aquella temporada un total de siete goles en Primera División, todos de penal. Posteriormente, lo siguieron nombres como los de Marcos Croce y Jorge Iribarren, Luis Devoto, Clelio Caucia, Carlos Ísola, Jorge Sagastume, Bernardino Nuin, Alfredo López o Edmundo Bazet.
Eduardo «Pibona» Alterio sería el arquero encargado de marcar el gol número 28 en la máxima división del fútbol argentino, aunque ya en etapa profesional. Fue un 9 de agosto de 1931, en un partido válido por la fecha 12 del campeonato de la disidente LAF. Chacarita perdía 0-3 ante Tigre, cuando el árbitro Ricardo Riestra cobró penal para el funebrero. Y Alterio fue a patearlo. Los jugadores de Tigre protestaron mucho, tanto que Savarro, arquero de Tigre, se paró contra el palo a la hora de la ejecución. Alterio chutó sin resistencia e inició la remontada de su equipo hasta el 3-3 final.
El periodo más largo sin arqueros goleadores, 40 años
Hasta cuarenta años se tuvo que esperar hasta que Alberto Parsechian, arquero de Independiente de Trelew, equipo que clasificó al Nacional del 72, recuperó la tradición goleadora para los de su especie el 29 de noviembre de 1971 ante Vélez, en Liniers. Ese día, Independiente perdió 1-7. Días después, el 6 de diciembre, Parsechian volvió a anotar, esta vez ante San Lorenzo de Mar del Plata, otra vez de visitante. Ese día, la derrota fue por 3-8. Después de aquello vendrían otros 20 años de ausencia goleadora para los amos del arco.
La tradición que volvió a pausarse
José Luis Chilavert, con su famoso gol a Estudiantes que dio el título a Vélez Sársfield en el Clausura 93, devolvería a la actualidad una tradición que se volvió a pausar durante un periodo de 20 años. A lo largo de su carrera, el paraguayo llegó a anotar 62, aunque solo 36 de ellos fueron en la Primera División de Argentina, vistiendo el buzo del Fortín. También sigue manteniendo el honor de ser el único capaz de hacerle 3 veces en un partido.
Arturo Yorno fue el segundo arquero de la era moderna en golear, con Estudiantes, aunque ya tenía varios goles en el Ascenso, pero le faltaba hacerlo en Primera, y lo hizo el 19 de diciembre de 1993, en un 3-3 ante Belgrano en el viejo Chateau Carreras. El 12 de mayo de 1996, llegó el turno de Carlos «Chiquito» Bossio que anotó de cabeza el empate de, justamente, Estudiantes ante Racing. Primer y único, hasta ahora, gol de un arquero a través de un cabezazo en Primera División de Argentina.
El 10 de noviembre de 1996, Ignacio González anotó 2 de sus ocho goles en Primera. Su víctima fue Huracán, en un partido que la Academia ganó 6-1, y los dos primeros goles fueron suyos. Luego de eso, «Nacho» le anotó dos goles a Boca y a River, y uno a Banfield y a Huracán Corrientes. El 1 de junio de 1997, Carlos Roa, arquero en ese entonces de Lanús, le anotó a Vélez, en un partido válido para el Clausura 97 que terminó 3-1 para el «grana». Y pasando al Apertura del mismo año, Faryd Mondragón, portero de Independiente, le hizo un gol a Chilavert el 26 de octubre, aunque ese día, el Fortín terminó ganando 5-2. Tanto en el caso de Roa como en el de Mondragón, fueron los únicos goles de estos en la Primera argentina.
En el Clausura 99 llegó el turno de Mario Cuenca, concretamente el 9 de mayo, en el que marcó el primero de sus siete goles. Posteriormente, llegaría el de Sebastián Cejas que anotó siete goles en Primera, todos jugando para Newell’s. El caso de Ariel Rocha fue curioso, una vez pateó un penal, y la metió. El 12 de abril del 2000, anotó en la derrota de Ferro por 2-4 ante Rosario Central. Raúl Sanzotti, el entonces arquero de Argentinos Juniors anotó su único gol en Primera en la fecha 6 del Clausura 2002, en una derrota 1-2 ante Estudiantes.
Porteros goleadores del nuevo milenio
A partir del 2 de diciembre de 2001, con el gol de Cristian Lucchetti, la tradición continuaría hasta día de hoy, sumándose a la lista de porteros goleadores Sebastián Saja, Óscar Ustari, Jorge Broun, Nacho González, Enrique Bologna, Diego Rodríguez, Gaspar Servio, Sebastián Bértoli o Luis Ardente, entre otros.