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Tomas Brolin, de la gloria a la nada

 

El sueco Tomas Brolin tuvo un exitoso período con el AC Parma a principios de los años 90, ganando la Copa Italia de 1992, la Recopa de 1993, la Supercopa de la UEFA de 1993 y la Copa de la UEFA de 1995. Entre 1984 y 1998 también vistió los colores del Näsvikens IK, GIF Sundsvall, IFK Norrköping, Leeds United, FC Zürich, Crystal Palace y Hudiksvall ABK.

 

 

Entre 1990 y 1995, Brolin fue 47 veces internacional, marcando 27 goles y convirtiéndose en uno de los referentes de la Suecia que acabó colándose en el tercer lugar del Mundial de Estados Unidos de 1994. También formó parte de los combinados de Suecia que compitieron en el Mundial de Italia 90, la Euro 92 de Suecia y los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. En 1990 y 1994 recibió el Guldbollen como mejor futbolista sueco del año.

 

 

Camino a la gloria

La carrera de Brolin comenzó en el Nasvikens IK de la cuarta división sueca. Dotado de un talento desbordante, el joven delantero se afianzó rápidamente en el once inicial y fue convocado por la selección sueca sub-18 en 1986. Un año después pasó al GIF Sundsvall de la segunda categoría del fútbol sueco, la Allsvenskan, mientras continuaba su formación en la academia de fútbol del Sundsvall, el Fotbollsgymnasiet. En total marcó 13 goles en 55 partidos, antes de fichar por el IFK Norrköping en 1990, club con sede cerca del mar Báltico y que disputaba la primera divisió sueca.

 

 

Solamente jugó nueve partidos de la Allsvenskan con el eventual subcampeón, en los que marcó siete goles, antes de ganarse su debut en la absoluta sueca y su fichaje por el AC Parma ese mismo año. Llegó al calcio tras marcar un gol contra Brasil en Italia 90 y conseguir su primer premio Guldbollen. Brolin se incorporó en la pretemporada antes de su regreso a la Serie A para la temporada 1990-1991, tras rechazar, según se dice, ofertas de hasta 11 clubes más. Marcó siete goles en su campaña de debut, formando pareja con Alessandro Melli en el ataque, y el equipo de Nevio Scala consiguió el quinto puesto, lo que le permitió clasificarse para la Copa de la UEFA por delante de la Juventus, el Nápoles y el AS Roma. A continuación, participó en todos los partidos de liga de la temporada 1991-1992, en la que el Parma terminó séptimo, y marcó dos goles de camino a la Coppa Italia, el primer gran título del club. Un año más tarde, llegó la Recopa de Europa.

 

 

Fue el máximo goleador, con tres tantos, de la Eurocopa de 1992, junto al danés Henrik Larsen, el holandés Dennis Bergkamp y el alemán Karl-Heinz Riedle. En su triplete de goles incluyó su adorno en una maravillosa jugada de equipo contra Inglaterra, que anotó desde el borde del área penal en la esquina superior izquierda de Chris Woods.

Tras continuar con su buena forma en Parma, en parte gracias a los fichajes de Faustino Asprilla y Gianfranco Zola, llegó al Mundial de 1994 en el mejor momento de su carrera. Marcó tres goles, entre ellos uno de falta en el partido de cuartos de final contra Rumanía, que permitió a Suecia alcanzar el tercer puesto. Con ello, se ganó un puesto en el equipo de las estrellas del Mundial, y su segundo Guldbollen.

 

 

La caída de una estrella

Miércoles 16 de noviembre de 1994, Råsunda Stadion, mientras Suecia se enfrentaba a Hungría, Brolin cayó torpemente al intentar cruzar el balón desde la línea de fondo. Fue retirado en camilla, y las pruebas posteriores demostraron que se había roto un hueso del pie. En aquel entonces solamente tenía 24 años, pero resultó ser el principio del fin de su sueño de convertirse en una estrella internacional de primer nivel.

Volvió a estar en forma a tiempo para el inicio de la temporada 1995-1996 de la Serie A, pero su paso por el equipo de Nevio Scala se vio bloqueado por el fichaje de Hristo Stoichkov, procedente del FC Barcelona. El verano de 1995, Scala experimentó con Brolin como delantero suplente y como centrocampista ofensivo, pero consideró que no estaba en forma. El noviembre de ese año, se le puso a disposición para su traspaso. En Inglaterra, el Leeds United había terminado la temporada 1994-1995 de la Premier League en quinto lugar, por lo que se clasificó para la Copa de la UEFA; a ello contribuyeron en gran medida los goles de Tony Yeboah, que había marcado 18 tantos. Sin embargo, lo que el entrenador Howard Wilkinson necesitaba para la temporada 1995-1996 era un delantero que complementara al ghanés y añadiera profundidad a su escasa plantilla. Brolin fue su elección.

 

 

Premier League, el principio de su final

Firmó el 7 de noviembre de 1995 por el Leeds United y debutó contra el Newcastle United, en St. James Park, al día siguiente. Cuatro días más tarde, fue titular por primera vez, contra el Blackburn Rovers, en una victoria por 2-1 en la Copa de la Liga. Evidentemente, Wilkinson no compartía la preocupación de Scala por su estado físico. Contra el Sheffield Wednesday, en Elland Road, el sueco lanzó un tiro por debajo del portero Kevin Pressman, que Steve Nicol llegó a la línea de gol para despejar. Sin embargo, golpeó su despeje directamente hacia Tomas, que quedó tendido boca abajo en el terreno de juego, desconcertado, y el balón rebotó… En las semanas siguientes, Brolin marcó goles en solitario en las victorias por 2-0 contra el Bolton Wanderers y el West Ham United jugando como extremo, con responsabilidades defensivas añadidas.

 

 

Tomas Brolin se enfrentó a Wilkinson después de una derrota por 5-0 ante el Liverpool, en enero de 1996, porque protestó porque no estaba defendiendo lo suficientemente bien. Si el Leeds necesitaba un extremo que subiera y bajara al campo, Brolin no era desde luego el jugador que debía fichar. «Puede que no suene tan mal, ser un centrocampista ancho en el Leeds, pero las responsabilidades defensivas que tenía… no era como cuando tenía a Roland Nilsson detrás de mí en la selección sueca. En el Leeds iba a correr arriba y abajo por la derecha como un idiota. Ese no era yo. Así que decidí… que iba a ser una mierda contra el Liverpool». Cumplió con su palabra y se quedó en el suelo mientras el Liverpool se imponía por 5-0. Hasta el día de hoy sigue creyendo que fue el perjudicado.

«Contra el West Ham marqué los dos goles y fui elegido mejor jugador del partido. La afición cantaba mi nombre. Los periódicos escribieron que fui un éxito. Después del partido contra el Liverpool, los periódicos suecos escribieron que era una basura. Y tenían razón. Pero nadie, nadie, me preguntó por qué. ¿Cómo demonios puedes pasar de ser un éxito a ser un desastre en una semana? Y, como ya no me eligieron, todo el mundo asumió que era una basura».

Poco después, en un partido de la Premiership contra el Aston Villa, no apareció, a pesar de que al Leeds le faltaban nueve jugadores del primer equipo por lesiones, suspensiones y compromisos internacionales. Lamentablemente, para Brolin, la afición de Elland Road se puso del lado de Wilkinson, que había ganado el título de la Primera División solamente cuatro años antes. El Día de los Inocentes de 1996, la aversión mutua de ambos pasó del plano futbolístico al personal: Brolin bromeó con la televisión sueca diciendo que iba a fichar por su antiguo club, el IFK Norrköping, pero los medios de comunicación internacionales lo vieron y lo divulgaron como un hecho. Wilkinson estaba furioso.

 

 

A pesar de asistir al gol de Gary McAllister contra el Chelsea, el daño estaba hecho. Después de una serie de disputas, en las que Wilkinson preguntó a la Asociación de Futbolistas Profesionales sobre la legalidad de retener los salarios de Brolin después de que este se hubiera perdido los entrenamientos de pretemporada, se incorporó al FC Zürich en calidad de cedido. Solamente jugó un puñado de partidos, antes de ser llamado por el sustituto de Wilkinson, George Graham. Pero este también se dio cuenta pronto de que quería deshacerse de él. Su fichaje por la Sampdoria se frustró al complicarse la lesión que sufrió en el pie en 1994. El Leeds le instó a quedarse en Inglaterra para recibir tratamiento médico, sin embargo, en su lugar puso 500.000 libras de su propio dinero para llegar a un acuerdo con el Parma y firmar una cesión por el resto de la temporada 1996-1997.

Cuando regresó a Yorkshire, vio cómo se frustraron sus fichajes por el Real Zaragoza y el Hearts debido a su falta de forma física, antes de que se rescindiera su contrato con efecto inmediato el 28 de octubre de 1997. Terminó su etapa en el Leeds con 19 partidos en la Premiership y cuatro goles, con la confianza destrozada y un estigma sobre su peso y su forma física.

 

 

A día de hoy, resulta sorprendente que Wilkinson estuviera dispuesto a gastar 4,5 millones de libras en un jugador al que no entendía del todo. Brolin fue uno de los principales integrantes de los mejores equipos de Parma y Suecia de los últimos tiempos, pero en el Leeds se le utilizó como jugador de banda, esperando que hiciera un trabajo defensivo que nunca se le había pedido.

Tomas tampoco pudo triunfar en sus cesiones al Crystal Palace y al Hudiksvalls ABK antes de retirarse en 1998, ni cambiar el rumbo de su prometedora carrera.