Tiziano Ascagni fue un talento irrepetible e inestable sobre el terreno de juego, a partes iguales, que siempre honró la espectacularidad que se le exige a un fantasista. Un trotamundos de récord que pasó su carrera en las 3 categorías que viven a la sombra de la Serie A italiana, jugando en un total de 16 clubes y convirtiéndose en un auténtico talismán de los ascensos.
Nacido en Voghera (Lombardia), un 8 de junio de 1954, empezó a formarse en las categorías inferiores del AVC Vogherese 1919, fichando por los juveniles de la Juventus FC la temporada 1972-1973, club con el que llegaría a debutar en el primer equipo en un partido de Coppa Italia contra la Reggiana. Los bianconeri lo enviaron a foguearse en el mercado de invierno de aquella misma temporada al Latina Calcio 1932, club que había recién ascendido a la Serie C. Allí llegó cedido junto a sus compañeros Angelo Fadigati y Angelo Martines, para formar parte de un equipo que aspiraba a una tranquila salvación gracias a una mezcla de jugadores experimentados (entre ellos Panzanato, que había llegado del SSC Napoli) y muy jóvenes (además de los tres mencionados, estaba el «producto local» Spillo Altobelli). Las cosas no fueron bien y el club regresó inmediatamente a la Serie D.
Desde el verano de 1973, su carrera transcurrió en otros clubes de Serie D y C del calcio italiano como el Legnano, Udinese, Carpi o Juniorcasale. Tras desvincularse de la Juventus puso rumbo al Ternana Calcio, donde debutó por primera vez en Serie B. A partir de aquel momento se volvió tan decisivo en los clubes de Serie C1 en los que militó, que ficharlo era prácticamente sinónimo de ascenso a la Serie B, sobre todo desde el Grupo A de la tercera categoría del calcio. Sucedió cinco veces en seis años con Varese, Cremonese, Triestina (con el que también jugó en B), Parma y Brescia, y con este último equipo también logró el salto a la Serie A, categoría en la que nunca llegó a debutar. Sin olvidar el ascenso con el Parma desde la Serie C1 a la B la temporada 1983-1984.
Entre 1981 y 1983, en Trieste, encontró a su mejor socio en De Falco, con el que formaron una dupla de puro espectáculo con goles a raudales y grandes actuaciones de ambos. Luego su trayectoria lo llevó a clubes como el Parma, Brescia, Spezia, Fiorenzuola y Castelverde, donde se retiraría en 1989, con 49 partidos y 2 goles en Serie B, el récord de ascensos de Serie C a la B (con 5), y más de 100 goles anotados.