El fichaje de Gary Lineker y Mark Hughes, dejó al FC Barcelona de la 1986-1987 con el dilema de descartar a Bernd Schuster y Steven Archibald. El internacional escocés, además de ser apartado, llegó del Mundial de México ’86 con una lesión que agravó su situación. «Yo estaba lesionado y Terry Venables vino a comunicármelo. Me comentó que solo tenía dos plazas y que necesitaba a dos futbolistas que pudieran jugar. Durante el tiempo que estuve fuera, jugué con el filial. Me daban tales patadas que me quitaron de ahí, aunque yo quisiera coger ritmo».
El delantero (de 30 años por aquel entonces y recién llegado del Mundial de México), fue fichado en 1984 procedente del Tottenham Hotspur para intentar hacer olvidar a Maradona, lejos de buscarse la vida en otro club decidió cumplir su contrato, y propuso la opción de jugar con el filial blaugrana en Segunda División A. Fue así como terminó jugando bajo las órdenes de Martínez Vilaseca en 2 encuentros: frente al Hércules (2-0) y Logroñés (0-2), jornadas 5 y 7, ambos en el Mini Estadi. Allí coincidió con Nayim, Carreras, Cristóbal Parralo, Luis Milla o Guillermo Amor, entre otros, en una plantilla donde el promedio de edad era de 21 años.
Llegados al mes de marzo, y dado el bajo rendimiento de Hughes, quien tan solo había conseguido 4 goles a pesar de haber jugado en 28 de las 30 jornadas transcurridas y no haber sido sustituido ni una sola vez, y bajo la presión de prensa, directiva y afición, se decidió contar de nuevo con Archibald. El atacante disputó 10 partidos, solamente 5 de ellos completos, y consiguió 5 goles. A pesar de aquellos números más que correctos, al final de temporada se le dio la baja y fichó por el Blackburn Rovers.
