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Stalin Rivas, el primer crack de Venezuela

 

Stalin Rivas, conocido como «El Mago», se convirtió en uno de los 10 más talentosos y desequilibrantes que nunca ha regalado Venezuela al deporte rey, además de ser el primer jugador de su país en debutar en una primera división europea. Solo su explosivo carácter y las tediosas lesiones pudieron castigar una carrera que pudo haber aspirado a mucho más gracias a su prodigiosa zurda.

En la selección, Gabry Miranda y Gerson Díaz se nutrieron de su talento, en especial en la Copa América, una competición donde el enganche estuvo presente en cuatro de sus ediciones de 1989, 1991, 1993 y 1995, con un gol anotado en 12 compromisos.

 

 

Nacido el 5 de agosto de 1971 en Ciudad Guayana, a los siete años de edad se interesó por el fútbol. Sucedió casi de casualidad, cuando un grupo de trabajadores chilenos y portugueses llegaron a su ciudad para trabajar en la construcción de la represa del Guri, una de las más grandes del mundo. Construyeron un campo de fútbol en el campamento donde Stalin y sus amigos antes jugaban a beisbol, y allí comenzó a llamarle la atención el fútbol.

Lo que empezaría siendo un juego de niños se transformó en profesión cuándo debutó con tan solo 15 años con el Asociación Civil Club Deportivo Mineros de Guayana, conjunto con el que marcaría su primer gol un 17 de mayo de 1987. Con Mineros llegaría a proclamarse campeón de la liga venezolana de primera división de la temporada 1988-1989, marcando 5 goles.

 

 

Aquel hito le permitiría debutar con la selección absoluta a los 17 años de la mano del entrenador Carlos Horacio Moreno, convirtiéndose así en el jugador venezolano más joven en hacerlo. «Debutó conmigo en la selección de mayores contra Brasil, era un flaquito increíble. En Bélgica maduró como jugador».

Otro gran momento clave de su carrera llegaría tras un amistoso en el mismísimo Santiago Bernabéu ante el Real Madrid B de Vicente del Bosque. Tas una gran actuación hubo sondeos para incorporarlo en el filial merengue, aunque las negociaciones no prosperaron. Aquello empezó a llamar la atención de varios clubes europeos, que empezaron a seguirle la pista. El mayo de 1992 era fichado por el Standard de Liège de Bélgica.

 

 

La aventura belga no acabó bien para él, ya que solamente disputó un partido, y acabó siendo cedido al Boom FC de la segunda división belga, donde participó en 20 partidos y marcó 3 goles. Cuando falleció su abuela, Rivas solicitó permiso para viajar a despedirla y cedidió quedarse en Venezuela y ser cedido al Minervén de El Callao, justamente el clásico rival de su primer club en el país. Con “El ballet azul”, llegó hasta los cuartos de final de la Copa Libertadores en 1994, donde quedó eliminado a manos del Vélez de Bianchi, que a la postre sería el campeón. Stalin acabaría como máximo goleador de aquel certamen, que contó con jugadores de talla del Pibe Valderrama e Iván Valenciano en el Junior, José Saturnino Cardozo en el Olimpia, Cafú y Müller en el San Pablo, José Luis Sierra en Unión Española, Pato Yáñez en Colo-Colo, Beto Acosta y Manteca Martínez en Boca, Asad y Flores en Vélez y hasta Ronaldo Nazario en el Cruzeiro.

 

 

Stalin pasó luego al Caracas FC, el gigante de Venezuela, en donde consiguió la liga de la temporada 96-97 durante su primera etapa y ya luego en el ocaso de su carrera volvería para ganar dos títulos más. Tuvo un paso fugaz por el fútbol colombiano, en el Millonarios de Bogotá y también defendió las camisetas del Deportivo Galicia, Deportivo Italchacao, CD Italmaracaibo, y Deportivo Táchira, para colgar las botas en el año 2006 en el club que lo vio nacer como futbolista.