El internacional Sotiris Kaiafas se convirtió posiblemente en el ganador más atípico de la Bota de Oro europea, tras marcar 39 goles en la Primera División chipriota de la temporada 1975-76. El delantero, nombrado como Mejor Futbolista Chipriota del Siglo XX por la UEFA, jugó toda su carrera en el Omonia, con el que marcó más de 250 goles.
Muy pocos futbolistas chipriotas han jugado en las grandes ligas europeas, y aún menos han logrado cautivar al público mundial con sus habilidades. Pero en la segunda mitad del siglo XX, cuando algunos de los mejores jugadores de la historia, como Pelé y Diego Armando Maradona, estaban en su apogeo, Sotiris Kaiafas se hacía notar en silencio, marcando un montón de goles para un club.
Nacido en Mia Milia, actualmente en el Estado de facto del norte de Chipre, Kaiafas comenzó su carrera en uno de los equipos locales, Proodos, durante la dominación británica. En 1965 fichó por el Omonia, club en el que desarrolló toda su carrera. A menudo considerado como el mejor jugador chipriota de la historia, Kaiafas debutó en la selección absoluta, con 18 años, en 1967. En los 16 años siguientes, jugó casi 400 partidos con la Reina, apodo del club, y marcó más de 250 goles. En la historia del fútbol chipriota, nadie se acerca a esa cifra.
Aclamado mejor futbolista chipriota del siglo XX por la UEFA, Sotiris Kaiafas ganó once veces la Primera División chipriota, además de levantar seis veces la Copa de Chipre. Y fue el máximo goleador de la liga en ocho temporadas, honor que conquistó por primera vez en 1971-72. La temporada 1975-76, marcó 39 goles para guiar al Omonia a su sexto título de la primera división chipriota, el tercero consecutivo. Y, de paso, se convirtió en el séptimo jugador que consigue el galardón de máximo goleador europeo, después de Eusebio (Portugal, dos veces), Petar Zhekov (Bulgaria), Gerd Müller (Alemania, dos veces), Josip Skoblar (Yugoslavia), Héctor Yazalde (Argentina) y Dudu Georgescu (Rumanía). En la clasificación final superó al argentino Carlos Bianchi del Stade de Reims con 34, y al peruano Teófilo Cubillas del Oporto con 36.
Kaiafas, sin embargo, tuvo muy pocas oportunidades de impresionar en partidos internacionales, pues solamente jugó 17 veces con la selección. Y parte de la culpa la tuvo el conflicto interno del país. Chipre no jugó su primer partido oficial hasta noviembre de 1960, nueve meses después de independizarse de Gran Bretaña. Pronto, el país se vio inmerso en el llamado «problema de Chipre», con un conflicto entre los grecochipriotas del sur y los turcochipriotas del norte. El propio Kaiafas se vio obligado a huir de su Mia Milia natal cuando Turquía, en respuesta al golpe de Estado apoyado por Grecia, invadió Chipre en 1974.
Años después de sus hazañas sobre el terreno de juego, Sotiris Kaiafas sigue siendo una fuerza unificadora en un país dividido por la Línea Verde.