El Siena FC, aunque no es uno de los clubes más grandes de Italia, ha tenido una historia rica, especialmente durante su época dorada en la Serie A (2003–2010). Enrico Chiesa, Rodrigo Taddei, Emanuele Calaiò, Alex Manninger o Simone Vergassola, son algunos de los futbolistas más destacados que han pasado por sus filas.
A lo largo de su existencia, y habiendo pasado por 3 refundaciones, ha disputado 9 ediciones de Serie A, 13 campeonatos de Serie B, 1 campeonato mixto de posguerra y 44 torneos de Serie C, además de 8 de Serie C2, participando en un total de 75 temporadas profesionales, de las 90 organizadas por la FIGC desde 1926. Sus mayors logros son una semifinal de Coppa Italia (2011-2012), 1 campeonato de Serie B y dos de Serie D, y una Supercopa de la Liga de Serie C.
Sus orígenes, la Società Sportiva Robur
A comienzos del siglo XX, Siena era una pequeña ciudad rural de unos 30.000 habitantes, afectada por el analfabetismo y el desempleo, factores que contribuían decididamente a acentuar la diferencia y el contraste entre la burguesía y el pueblo llano. Esta situación, que había llevado a la creación de las primeras sociedades de Socorro Mutuo dentro de las «contrade», también tenía sus reflejos en el ámbito deportivo. En Siena existía desde 1871 la Asociación Gimnástica Senese «Mens Sana in Corpore Sano», cuyos atletas practicaban con destreza el atletismo, ciclismo y esgrima. Las tensiones sociales e ideológicas dentro del grupo de atletas surgían con frecuencia, hasta que algunos de ellos decidieron fundar, en 1904, la sociedad «Estudio y Diversión», con Attilio Calzoni como primer presidente.
Se trataba de una especie de contrapropuesta popular frente a Mens Sana, lo que hizo que los contrastes sociopolíticos se enriquecieran con enfrentamientos… ¡a pedaladas! El ciclismo era, de hecho, la disciplina en la que se destacaban los atletas de la nueva sociedad. El 1 de noviembre de 1908, la apuesta de Attilio Calzoni y los demás jóvenes resultó ganadora: de «Estudio y Diversión» nació la Società Sportiva Robur, adoptando el atractivo uniforme a cuadros blancos y negros e iniciando una intensa actividad competitiva en varias disciplinas. El calcio era entonces considerado el hermano pobre de los demás deportes, habiendo aparecido apenas en el panorama nacional, sobre todo en aquellas ciudades donde los puertos o ciertas actividades industriales habían permitido el contacto con el fútbol inglés. A Siena fue «importado» por un grupo de estudiantes universitarios no sieneses que, con la ayuda de algunos colegas locales, lograron que el nuevo deporte echara raíces también bajo la sombra de la Torre del Mangia. Además de Robur, también estaban activas las sociedades de las «contrade», que se enfrentaban en duros encuentros en la antigua Plaza de Armas.
En 1920, la Società Sportiva Robur solicitó y obtuvo la inscripción en la Federación Italiana de Fútbol y, cuando al año siguiente el Sena Football Club, de la contrada del Valdimontone, decidió fusionarse con todos sus jugadores en la Robur, se crearon las condiciones para afrontar el primer campeonato federado, el Campeonato Regional de Promoción: ¡Siena entraba oficialmente en el mundo del fútbol!
En 1921, año del primer campeonato de la Società Sportiva Robur, Siena comenzaba a descubrir los beneficios del turismo, sin renegar de sus tradiciones rurales. El equipo, que lucía un flamante uniforme rojo con cuello blanco —último homenaje al desaparecido Sena Football Club— estaba compuesto por jugadores locales. Estos trabajaban normalmente durante la semana, para luego salir el domingo al campo de la Plaza de Armas a defender el honor de la Balzana. Y lo hacían bien, ya que al final del campeonato terminaron en lo más alto de la clasificación, habiendo conocido una sola derrota y celebrando el triunfo del ascenso.
El campeonato siguiente (1922-23) trajo algunas novedades importantes, comenzando con la participación en la 2ª División junto a equipos toscanos y emilianos. Luego llegó el último cambio de uniforme: se adoptó la camiseta a rayas verticales blancas y negras, los colores de la ciudad. Llegaron a Siena los primeros jugadores “foráneos”, especialmente de Livorno, y el público comenzó a ser más numeroso, tanto que el presidente Ezio Francioni decidió construir el campo deportivo de San Prospero, junto a la Fortaleza, asumiendo personalmente el costo de 134.000 liras. Cuando el campo fue inaugurado, el 7 de enero de 1923, ya se estaban construyendo las primeras viviendas del nuevo barrio adyacente y aún funcionaba, a poca distancia, la barrera aduanera. El campeonato no fue de los mejores, pero al final de los playoffs, Robur consiguió mantenerse en 2ª división.
No ocurrió lo mismo el año siguiente, cuando los aficionados sieneses vivieron su primera decepción con el descenso de su equipo. Los dirigentes comprendieron que ya no bastaban la improvisación y el amor propio para lograr nuevos éxitos. Así llegaron a Siena entrenadores de la dominante escuela húngara, como Illich y Klein, grandes teóricos del fútbol, profetas del método frente al sistema, y Schoeffer, que además de ser entrenador era un verdadero caballero, pues se decía que nunca había jugado al fútbol para no ensuciarse los zapatos. Con la experiencia de los técnicos magiares, Robur primero reconquistó la 2ª categoría en el campeonato 1926-27, luego, gracias al tercer puesto en 1930-31, fue admitido para participar en el campeonato de 1ª división.
Mientras tanto, el fútbol italiano había cambiado y se empezaba a hablar de fichajes, premios y demás. Al menos para aquellos clubes que podían permitírselo, y Robur no estaba entre ellos… Para el campeonato de 1ª división, el equipo se vio obligado a trasladarse nuevamente, ya que las dimensiones del pequeño campo de San Prospero no eran (ni son) reglamentarias, y así se acondicionó a contrarreloj el campo deportivo de la Plaza Vittorio Emanuele.
Teniendo que enfrentarse a equipos como Foggia, Littorio Vomero, Torres Sassari y Gladiator de Santa Maria Capua Vetere, los jugadores se vieron obligados a realizar largos desplazamientos, ganándose el apodo de “equipo de tercera clase”, en clara referencia a los compartimentos más económicos de los trenes. A pesar de la falta de comodidad en los viajes, Robur disputó dos buenos campeonatos de 1ª División, terminando en novena y sexta posición.
Nace el AC Siena
En 1933, los cambios en el fútbol hacia el profesionalismo, ya mencionados, también llegaron a Siena. El presidente Gino Tozzi, junto con el entrenador Schoeffer y el gran secretario Pistolesi, cerraron el hermoso cuento de Robur basado en el amateurismo y en el espíritu combativo de sus atletas. Fue sobre todo Alfio Pistolesi, exjugador blanquinegro, quien llevó al club hacia el profesionalismo y el negocio.
Robur se convirtió en la Associazione Calcio Siena, aunque conservando el glorioso nombre de “Robur 1904”, y se lanzó por primera vez al mercado de futbolistas, adquiriendo varios jugadores provenientes del norte. Al final del campeonato quedamos en quinto lugar, ¡pero no fue suficiente! El nuevo presidente, Aldo Sampoli, reemplazó al técnico por el exjugador del Torino Bachman, suizo naturalizado, y Pistolesi le construyó un equipo muy competitivo.
Siena se adjudica con sorprendente facilidad su grupo y enfrenta las finales nacionales con Sanremese, Reggiana y Udinese. Sanremese es derrotada tanto en casa como fuera, mientras que Reggiana y Udinese son vencidas en Siena pero se toman la revancha en sus propios campos. Al final, Reggiana y Siena terminan el grupo con los mismos puntos, haciendo necesario un desempate en campo neutral, en Pistoia. El 21 de julio de 1935, Siena arrolla a sus rivales con un resultado que no deja dudas: ¡7-0! Muchos hinchas habían seguido al equipo en un tren especial y el regreso fue una gran fiesta. En Empoli, el presidente Sampoli ofreció bebidas y bocadillos a todos, mientras que en la Vieja Estación de Siena había una gran multitud con la banda municipal. Se consiguio el sueño, el ascenso a la Serie B.
El debut tuvo lugar el 15 de septiembre de 1935, aunque acabó con un inevitable regreso a la serie C que acabaría siendo temporal, ya que recuperaría la categoría dos años después, antes de los conflictos de la Segunda Guerra Mundial. El 8 de diciembre de 1938 se inauguró el estadio «Rino Dauss» Hoy «Artemio Franchi». En el campeonato 1945-46 Siena participar en el campeonato mixto A / B, la Compañía seguirá en Serie B hasta el final de la temporada 1947-48, cuando regresó en la serie C después de la reestructuración de los campeonatos.
Tras descensos y descensos, la temporada 2003-2004 el Siena juega por primera vez la Serie A, categoría que llegaría a mantener hasta la temporada 2012-2013, cuándo termina en 19a posición. Posteriormente, llegaría la bancarrota, las refundaciones y una caída libre que lo dejaría en la quinta división del fútbol italiano, la Eccellenza.