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El Real Zaragoza de la temporada 2006-2007

 

El Real Zaragoza de la temporada 2006-2007, finalizó en la sexta posición, consiguiendo una histórica clasificación para la Copa UEFA con jugadores de la talla de Gabi y Diego Milito, Pablo Aimar, Andrés D’Alessandro o Gerard Piqué, entre otros.

Entre las temporadas 2000-01 y 2005-06 el club se proclamó dos veces campeón de la Copa del Rey (frente al Celta y al Real Madrid de los Galácticos, respectivamente), fue subcampeón en otra y se alzó con la Supercopa de España. Aquel éxito provocó que el 25 de mayo de 2006, Alfonso Soláns vendiera su paquete accionarial, dejado una deuda de 70 millones de euros, a Agapito Iglesias, que pasó a ser el accionista mayoritario del club. Junto a Eduardo Bandrés (presidente) y Víctor Fernández (entrenador) tomaron las riendas del Real Zaragoza. El mercado se abrió con la salida de Cani y las llegadas de D’Alessandro, Juanfran, Sergio y Pablo Aimar, que llegó como estrella por algo más de diez millones de euros.

 

 

La idea de los nuevos propietarios era hacer historia más allá de los títulos ya conseguidos anteriormente: Recopa de Europa (1994-95), una Copa de Ferias (1963-64), seis Copas del Rey (1963-64; 1965-66; 1985-86; 1993-94; 2000-01 y 2003-04), además de haber alcanzado la final en otras cinco ocasiones, y una Supercopa de España (2004-05).

 

 

2006 – 2007, una plantilla para la historia

Cualquier equipo competitivo necesita una pareja de zagueros sólida, y aquel Real Zaragoza contaba con ella: el capitán Gabriel Milito y el cedido por el Manchester United, Gerard Piqué. La pareja encajó a la perfección, ambos más que cómodos saliendo desde atrás, mientras que la combinación de la zurda de Milito y la derecha de Piqué los hacía especialmente ofensivos. Con ellos en la zaga, el Real Zaragoza encajó 43 goles, frente a los 51 de la campaña anterior, y mantuvo la portería a cero en 16 ocasiones a lo largo de la temporada.

Pablo Aimar y Andrés D’Alessandro como artistas en el medio del campo, tan solo marcaron siete goles entre ambos aquella temporada, pero su capacidad para desatascar las defensas de la Liga (véanse las nueve asistencias de D’Alessandro) y entusiasmar al público era inconmensurable.

 

 

El ataque, con Ewerthon asistiendo a Diego Milito, acabó con 23 goles del argentino, que acabó tercero en la Bota de Oro europea, por detrás de Ruud van Nistelrooy y Francesco Totti.

 

 

Con la Romareda como plaza inexpugnable, el Zaragoza comenzó la liga en puestos Champions. La magia de Aimar, los chispazos de D’Alessandro, la seguridad de Milito y Sergio en la zaga o las subidas de los laterales hacían del Zaragoza un equipo atractivo y difícil de vencer. Cerraron el 2006 en puestos europeos, y a la vuelta de las Navidades se venció al Sevilla, rival directo por entrar en Champions, en un partido que dejó una imagen para el olvido. Luis Fabiano y Diogo se liaron a puñetazos minutos antes del pitido final, acabando expulsados ambos.

 

 

La segunda vuelta se le atragantó al Zaragoza, que vivió de los goles de Diego Milito y de las victorias en casa, (12 victorias en 19 partidos). En la Romareda cayeron Villarreal, Atlético, Barcelona, Athletic… Solo Osasuna y Valencia lograron salir con los 3 puntos del feudo zaragocista. Memorable fue la victoria en una Romareda abarrotada frente al Atlético de Madrid el día del 75 aniversario de la fundación del club. El equipo llegó a falta de dos jornadas dependiendo de sí mismo para entrar en UEFA. El penúltimo escollo fue el Real Madrid, que se estaba jugando la liga con el Barcelona. En la jornada de los transistores, los merengues empataron en la Romareda y el Barça hizo lo propio ante el RCD Espanyol, dejando en bandeja el título a los blancos.

El Zaragoza finalizó la liga en sexta posición tras empatar en Huelva ante el Recreativo. Se clasificó para la copa de la UEFA tras un año inolvidable.

 

 

¿Y qué paso después?

Agapito Iglesias elevó la deuda del club de los 70 hasta los 145 millones de euros, hasta dejar al club al borde de la bancarrota. La salvación, aunque la situación sigue siendo peliaguda a día de hoy, llegó gracias a que el club se acogió a la Ley Concursal (antiguamente suspensión de pagos) que le permitió que la deuda quedara rebajada a prácticamente unos 92 millones por condonación de parte de la misma por sus acreedores, cantidad que ha acabado de devolver este 2022.

Los problemas económicos provocaron una auténtica desbanda de jugadores y el Zaragoza terminó en el puesto 18 la siguiente campaña, descendiendo a la segunda división del fútbol español, donde aún permanece. Desde que el club aragonés se constituyó un 18 de marzo de 1932, ha militado 56 temporadas en Primera División, dieciséis en Segunda y cuatro en Tercera.